You Must Not Romance Mrs. Bridgerton

CARRIAGE WINDOWS: Parte 1

"You must not romance Mrs. Bridgerton"  Está contada desde el punto de vista de Colin.

Pero hay muchas cosas que Colin no ve, muchas cosas que él no puede ver. Muchas de esas cosas lo ven a él.

"CARRIAGE WINDOWS" Es Básicamente, momentos de POV de un solo disparo conectados a la historia principal.

Es otra obra de la misma autora pero yo he decidido publicarla aquí mismo.

Un pequeño confort para aliviar la espera de actualización.

Con todo mi respeto a la autora, a su creatividad y al esfuerzo que hace para publicar sus historias...

**********

"PELIGRO EN LA PISTA DE BAILE"
(POV Simon)

(Fragmento del capítulo 8)

Simon odiaba la forma en que sus ojos seguían siendo atraídos por la chica Bridgerton casi tanto como odiaba la forma en que estas mamás de la alta sociedad lo miraban. Se quedó de pie con la bebida más fuerte que pudo encontrar en esta horrible reunión, meditando en un rincón, y aún así, la mujer y la niña desfilaban frente a él como si las eligiera de la misma manera que lo hacía con el cerdo premiado en la feria de primavera. A diferencia de los cerdos, había poco deseable en estas damas mimadas y criadas. Y menos aún en la linda y dulce niña Bridgerton con sus grandes ojos expresivos y sus rasgos delicados y su cabello perfectamente peinado que caía justo de la manera que acentuaba su belleza de porcelana. 

No ayudaba mucho que a la chica le gustara jugar con fuego. Tenía una mirada bastante mordaz. No las miradas insulsas y fulminantes de algunas aspirantes a debutantes como la insípida chica Cowper o cualquier otra advenediza boba que se cruzaba en su camino. Era genuinamente adversaria y te hacía querer hacer algo al respecto. Las miradas que lanzaba eran desafiantes y convincentes, como si ella mereciera que él se luciera. Como si él debiera ser el que desfilara y se pavoneara por ella. ¡Pues él no lo haría!

Peor aún era el hecho de que ella era la dulce hermana pequeña de uno de sus amigos más antiguos. Anthony había sido una bendición en sus años en Oxford, siempre el mejor en las fiestas, siempre el más astuto y mordaz. Era divertido y los dos siempre podían alquilar una habitación. Comparar hazañas tanto dentro como fuera de la cama con Anthony Bridgerton era un momento culminante en cualquier semana aburrida. Así que la principal espina en su costado, ser la hermana pequeña de su buen amigo, era una molestia decorativa en un paquete ya de por sí irritante. 

En particular, porque eso significaba que si quería hablar con Bridgerton y librarse de la rutina de la alta sociedad, también debía hablar con ella. Un hecho que le ponía la piel de gallina y le retorcía el corazón. Estaba seguro de que le producía repulsión. Después de todo, por muy bonita que fuera su cara, era una perfecta debutante, demasiado prístina y dulce para despertar realmente su interés. Por supuesto, era demasiado recatada para enfrentarse a él de cualquier manera y él no podía soportar la recatada. Quería pelea, quería pasión. Ninguna rosa inglesa podía tener el tipo de fuego que anhelaba en sus compañeras de cama. No es que quisiera acostarse con ella. No es que pensara en ella a menudo. Era simplemente el baile, y ella, ataviada con su elegante vestido, atraía todas las miradas de la habitación y le hacía querer competir. 

Eso era todo lo que había allí: competencia. Él era naturalmente competitivo y todos los hombres de la alta sociedad tenían los ojos puestos en ella. En ella y en la otra chica, pero esa ni siquiera merecía su atención. Todavía no había conocido a la otra, pero sí había conocido a la joven señorita Daphne Bridgerton y ella lo acosó desde el momento en que la presentaron. Lo acosó lo suficiente como para que le gritara a su madrina, lo que lo llevó a su situación actual.