𝐆𝐚𝐭𝐚 LectoraFemxMuichiro

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ 𝐌𝐢𝐬𝐞𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞.

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                     "Solo dejate llevar..."

Muichiro Tokito:

Al momento en que se me acercaron ambas chicas, no pude evitar sentirme cómodo... Eran muy agradables, sobre todo Nezuko que era sumamente alegre.

Claro, se podría decir que eran mis "amigas" pero no era lo mismo, me faltaba mi mejor amigo que aún fuese un odioso de mierda lo apreciaba mucho, ¿extrañare a Kotetsu?, la primera semana tal vez. -Entonces... Tienes amigos de otros semestres? Como es eso posible? -les pregunte a ambas feminas siguiendo el rumbo de la conversación.

-Si, yo conozco a la mayoría, gracias a mi hermano, claro. -Me respondió la oji-rosaceos con una amable sonrisa, esas palabras, me dieron una idea...

Si, sonare como adolescente con las hormonas alteradas y si, si soy un adolescente con las hormonas alteradas según la biología.

Quería verla y necesitaba verla, ella fue muy dulce conmigo al no mandarme a comer mierda en mi primer día, me guió hasta mi salón y fue un acto tan lindo... No podía olvidarla, sonara raro pero quería verla de nuevo y agradecerle por lo que hizo, necesito encontrarla... Pero, no le puedo decir a las chicas, sonare muy apresurado.

-Tokito-san, que tanto pasa por esa mentecilla suya? -Me pregunto Makomo con unas suaves risas. -Llevas callado como media hora.

-Perdón, suelo perderme entre las nubes, aveces ni siquiera formuló pensamientos. -Me estire un poco, mierda, la sentí cerca...

Creo que podría preguntar discretamente sobre la misteriosa chica de sudadera negra. -Chicas... Ustedes no han visto a... - En ese momento entro un profesor de cabellos morados, ojos ámbar y labios pintados de verde. Acaso... Ese profesor era maricón?.

-Tokito-san... No lo digas en voz alta.

-¿Que? -Pregunte, diablos, tengo que quitarme la maldita manía de pensar en voz alta...- Que más dije? -Pregunte asustado.

-Solo dijiste, Un marica. -Hablo Makomo tratando de aguantar una risa que al momento acallo tapándose la boca con la palma de su mano.

-veran mocosos, soy su maestro de Sociedades y Trazos 1, así que no hacen bien las cosas y directo a ETS... -Hablo el profesor en voz alta mientras golpeaba la pizarra con un bolígrafo una vez término de anotar en este. -Mi nombre es Gyokko, no pueden dirigirse a mi de manera irrespetuosa o se van de mi clase. -Volteó a verme directamente tras decir las últimas palabras, cosa que trate de hacerme el desentendido.

Juro, que durante toda la maldita clase, ese perro desgraciado me hacia pasar cada maldito segundo a la pizarra o participar.

Que parezca que estoy en las nubes no significa que este en las nubes.

Esa clase, fue un A-S-C-O...

Mire mi celular, teníamos aproximadamente, 20 minutos de descanso entre clase. Yuichiro prepara esas nalgas por que te voy a ir a molestar.

Mientras buscaba el Salón de mi hermano, ví esa cabellera negra al igual que la obsidiana, esos ojos que parecían aceitunas y ese cuerpo alargado que sin importar que fuese más alta (y mayor) que yo, ponían locos a mis nervios.

Al momento en que quise acercarme sentí una mano en mi hombro. -Pendejo, estoy acá. -Era Yuichiro, normalmente solo me hubiera quejado pero ahora si estaba molesto, vaya mierda.

-Aja. -De forma desganada asenti mientras caminaba al lado de él directo a la cafetería mientras lo escuchaba quejarse constantemente sobre sus compañeros y sobre como le pidieron el número 4 veces unos chicos pensando que era una fémina.

-Me estas prestando atención? -Pico mi mejilla al compás que tironeaba de mi cabello. -Andas como que ido, bueno, tu mente siempre está divagante por todos lados pero ahora estas como que... Triste? -Habló mientras arqueaba una ceja y miraba fijamente mi rostro. -No me digas... Te hicieron bullying? - No me dejó ni responder.

-¿Que?, No. -Puse cara de póker mientras lo miraba, ante esto solo soltó un suspiro de alivio, se que fingía que no le agradaba y que me tenía que soportar pero dentro, muy dentro, demasiado diría yo, le importaba. -¿Por que piensas que todos nos van a hacer daño?

-Por que me preocupas. -Habló para luego quedarse tieso, eso no se lo esperaba supongo. -Haber, explícame, que no te entendí una mierda... Te veo deprimido hasta por las nalgas y resulta que no te hicieron nada.

-Es que... Hay una chica. -Ante eso, soltó un quejido ahogado para luego empezar a reír de forma estruendosa, ¿no sabe que es guardar silencio? Esta llamando la atención de todos.

-Claro, se te hace linda y tu como eres horrendo no te atreves a hablarle, o le pediste el número y te bateo? Si yo fuera ella te demandaría por acoso. -Siguió riendo de forma más calmada mientras se sostenía de mi hombro.

-Que chistoso, ¿desayunaste payaso? -Inquiri mirándolo de la peor forma posible. -Ni siquiera me gusta, solo quería agradecerle por algo que hizo por mí... -Chiste a la vez que fruncia las cejas. -Solo que cuando le iba a hablar, tu, como todo ser sin el más mínimo de educación te me acercaste... -Solté aire que ni yo sabía que tenía contenido entre mis pulmones.

-Ah, osea que te ayudó en algo... Por que no le dices en el Salón? -Arqueo una ceja mientras pagaba algo que ordenó.

-No es de mi Salón. -Tome unas galletas mientras entregaba mi dinero.

-Hum, más o menos de que semestre es?. -Caminamos directo a un mesón para poder comer tranquilos.

-Creo que es de quinto semestre... -Y con eso ví que se le salió el alma.

-Muichiro, aparte de que eres horrible que ni las de tu grado te topan ya te quieres ir con las grandotas?. -Habló mientras agarraba una de mis galletas a la vez que reía de forma burlona.

-Seguimos hablando de la chica verdad?.

[•••]

El sonido de mi bolígrafo golpeando de forma suave el mesón mientras el maestro explicaba su tema daba a entender que mi mente divagaba, y era cierto, estoy seguro que ella no me gusta, la acabo de conocer.

Pero no puedo dejar de pensar en ella, me gusta su cabello y esos ojos profundos que desde que la ví causaron escalofríos en mi cuerpo, ella era tan... Que cosas pienso, solo debo agradecerle, eso es lo que quiero, no quiero más... No quiero verla, no la quiero ver más que para agradecer su humilde ayuda...

O tal vez no, tal vez buscó una excusa para tenerla cerca y hablarle... No, no, imposible, no se nada de ella...

Por eso debería hablarle...

Mierda, odio mi mente.

Solo le daré las gracias y ya, ella no me llama la atención... Bueno, si, es linda pero no me gusta.

Maldición, no puedo para de pensar en ti... Esto que siento por ti no puede ser real, solo es momentáneo, estoy seguro... Quisiera saber lo que estas haciendo, por más que intente buscarte no te encuentro...

Me pones mal, será por que eres una belleza diferente a las demás?.

Te veo y eres... Salvaje, no eres esa niña de cabellos rubios y ojos azules de expresión inocente, eres de hebras como la obsidiana y ojos que brillan con determinación de lava, igual de alta que una montaña imponente, labios rojos llenos de fuego, rostro de fiera que amenaza con comerme vivo...

Me encantas y lo admito, eres la primera chica que logra poner jodidamente mal, quiero dejarme llevar y ser más relajado pero... No eres cualquier cosa que puedo tomar a la ligera.