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Ser un padrino mágico no era sencillo, mucho menos cuando quieren quitarte a tu primer ahijado después de tan solo tres días ejerciendo, solamente porque no eres capaz de cumplir todos sus absurdos caprichos.

—¡Periwinkle Fairywinkle-Cosma! ¡En vista de que no has presentado un desempeño grato, serás removido de tu puesto como padrino mágico!

—¡¿Qué?! ¡Oye, no es justo! Es mi primer ahijado, solo necesito algo de tiempo.

—Las primeras impresiones son muy importantes. Y por lo visto, no has dado la talla.

Una nueva nube de humo surgió en el centro de la habitación, brillos de color (c/f) se dispersaron para comenzar a caer sobre todos los presentes. De entre ese vistoso espectáculo, una figura emergió lentamente. 

—Veo caras asombradas. Gracias, gracias. Suelo causar ese efecto. Y ahora tú también lo harás —señaló al niño, enseguida se acercó a él y lo sostuvo entre sus brazos, dándole un par de vueltas en el aire—. ¡Hola Devin! Soy ____ Magnífico, yo seré tu madrina mágica de ahora en adelante. Conmigo a tu lado, no te espera nada más que grandeza. 

—¡¿____?! —soltó Peri, exaltado.

—La misma —dejó al Dimmadome en el suelo y observó al hada con recelo, había algo en él que le resultaba extrañamente familiar—. ¿Te conozco...?

Él evitó su mirada.

—Soy... soy Poof.

La sonrisa altanera en el rostro de ____ desapareció instantáneamente al escuchar esas palabras. Su expresión de sorpresa se transformó en desconcierto y lo miró de arriba a abajo.

—¿Poof...? ¿Tú? 

Peri asintió lentamente, sus hombros estaban encorvados, como si esperara un rayo cayendo sobre su cabeza, cosa que nunca llegó. Observó a la chica con extrañeza, estaba acostumbrado a verla siendo un poco más explosiva. Todos sus recuerdos con ella eran caóticos. Sin embargo, ahora, parecía un poco más aburrida e incómoda.

—¿Qué te pasó? Antes eras un prodigio. Y ahora... —forzó una carcajada—, me han llamado a mí para arreglar tu desastre con este niño.

—He cambiado mucho desde entonces, pero eso no significa que no pueda cumplir con mi trabajo —suspiró—. Y de hecho, me llamo Peri ahora. Agradecería que me llamaras como tal.

—Ah, genial —miró sus uñas, desinteresada—. Pero no creo que importe mucho, ya que no volveremos a vernos. Ahora tu ahijado es mío.

Apretó los puños y frunció el ceño al escuchar sus palabras. La idea de perder a su primer ahijado era devastadora, pero perderlo ante ella, era peor.

—¡Oye, espera un minuto! Dev es mi ahijado. Y aún tengo tiempo para mejorar, ¿no?

El niño se encogió de hombros, claramente disfrutando de que dos hadas estuvieran peleando por él.

—No sé, Poof o Peri, o como sea que te llames ahora. Me suena a que ella podría ser más divertida.

Jorgen asintió —Reglas son reglas, y si no puedes dar la talla, ____ lo hará.

—¡Eso no es justo!

____ voló hacia adelante, con una sonrisa orgullosa. Se detuvo justo al lado de Peri, mirándolo de reojo.

—Ay, Poofy... No te lo tomes personal. Es solo que... bueno, algunas personas simplemente no están hechas para la grandeza.

—Es Peri —corrigió entre dientes, comenzando a enojarse.

Brillo Divino [Periwinkle "Peri" x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora