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Luego de tres meses de velar a su hermano mayor Alan.

Brisa se encontraba en camino a la reservación dónde un primo de su difunta madre Sarah black se encontraba.

Al llegar frente una gran puerta de madera gastada volvió la vista a el trozo de papel que se encontraba en su pequeñas manos, en ese mismo trozo de papel se dictaba la dirección de aquel primo de su madre.

Antes de que la chica posara sus manos en la puerta, esta fue abierta por un joven de piel bronceada y cabello largo.- Hola ¿buscas a alguien?-

La chica le hecho una ojeada antes de responder.- Esperaba encontrar a el señor Billy Black.- ella dudaba que fuera el, pues ella esperaba a alguien anciano y no al joven frente a sus ojos.

- ¡Papá!- grito el moreno al entender a la chica, el realmente no estaba interesado en los asuntos de su padre, aparte de estar apurado, saldria a contarle a su amigo que bella lo invito al cine esa noche, estaba emocionado.

Quizás, solo quizás el tendría una oportunidad con Bella.

-Puedes quedarte- Declaró el hombre que se encontraba en silla de ruedas.- Hablaré con el consejo, los cambiaformas de zorro son bienvenidos en la reserva, deberias saber que hay algunas reglas, mientras más rápido las aprendas mejor.

La zorra asintió, estaba de acuerdo con seguir las reglas, después de todo no fue con intención de provocar problemas.

-Iré a caminar.-

Brisa ya tenía 19 años, así que no fue necesario ir a una casa hogar, decidio ir con Billy Black porque sabía que que una manada te hacía más fuerte, ella tenía que ser fuerte y realmente no esperaba que la considerarán tan facil en la manada de cambiaformas de lobo.

Lo sentía, sentía que algo malo se avecinaba, y sabía que ellos también lo hacían.

La cambiaformas no dudo en contarle la trágica muerte de su manada a manos del Clan Vulturi. Cualquier criatura que amenaza el poder de este terrorífico clan es masacrado.
Los cambiaformas de zorros cada vez eran más y eso fue considerado peligroso, ellos no eran grandes guerreros como se le consideraba a los cambiaformas de lobo, pero, eran muy astutos y grandes estrategas, desgraciadamente eso no sirvió en la masacre de su raza y su hermano no lo soporto, ahí se encontraba su Destino o como los lobos le decían su impronta, que murió a manos de una fria que aparentaba quince años. Ella no podía olvidar la escalofriante sonrisa que expreso en el rostro esa fría al ver caer a el destino de su hermano.

La joven zorra se retiró luego de dar un leve asentimiento de cabeza como despedida, al salir de esa puerta se permitió soltar algunas lágrimas. Ahora tendría que enfrentar todo sola, la habían entrenado para luchar contra todo tipo de criaturas, para ser fuerte y convincente contra el enemigo pero no para luchar contra la perdida y soledad que sentia en ese momento.

Tenía un fondo de dinero que era de su padre, este no era mucho ni era eterno pero, alcanzaría para tres meses de comida y comprar algunas cosas básicas que necesitaba. Tendría que buscar trabajo y hacer su vida como si nada hubiera pasado, ella sabía, sabia que nada seria igual pero, también sabía que ella haria justicia por su manada sin importar que.

Brisa caminaba sin rumbo pensando en como sería su vida ahora, pero sus sentidos se alertaron cuando un olor nauseabundo entro por su nariz y sin poder evitarlo sus huesos se empezaron a romper.

Ahora en cuatro patas corrió hacia aquel olor que la guiaba a una gran casa abandonada.

Sintió a alguien atacarla de atrás, aunque el individuo olí diferente y sin duda irradiaba angustia y confusión los gruñidos que emitía Brisa eran feroces, dispuesta a matar a cualquiera que la atacase.

¡Hola! Estoy abierta a críticas constructivas con el debido respeto, Que tengan una bonita tarde.