Libertad Japonesa

Capítulo 9 : 8. ¡Oficialización en el caos!

Akihito todavía estaba atontado después de regresar su desayuno. El mafioso había venido a por él y se lo había llevado por medios que desafiaban su imaginación. Este transporte lo había empujado a regurgitar su desayuno en los zapatos de Zabini, quien lo miraba con una especie de exasperación divertida. El hombre le había hecho tragar una bebida fétida que había calmado los temblores de su estómago pero no su agitada mente. Todo lo que vio... ¿Fue real? ¿Era realidad? Como para demostrar que sí, Zabini sacó una varita mágica – eso debió ser, ¿cómo más se llamaba? – y se había limpiado. Entre otros. La apariencia de un elfo doméstico casi lo había hecho saltar de su propia piel. Sacudió la cabeza nuevamente. Una vez tachadas todas las demás soluciones, lo único que quedaba eran certezas. Y allí tuvo una nueva certeza sobre el mundo: la magia existía.

-Lo discutiremos pero primero tenemos una reunión con los Arbatov.

Akihito casi lo había olvidado. Se sentía entumecido, aislado de sí mismo. Lo agarraron del brazo y lo arrastraron hacia el auto. La puerta se cerró detrás de Zabini y el vehículo empezó a moverse. Con el aliento más fresco gracias a la bebida proporcionada por el elfo doméstico, Akihito no se sintió más fresco del todo.

-…¿Qué es esta locura?

-Sabes que no es una locura. La magia existe, eso es todo. Pero se supone que la gente como tú no debería saberlo.

-¿Como yo?

-Te llaman muggles. No tienes poder mágico, no tienes forma de poder percibirlo. Aunque en tu caso tengo algunas dudas. Te pareces un poco a alguien que conozco. Muy valioso para el mundo mágico.

Akihito se lamió los labios. No preguntó quién, por el momento, no era conocimiento que le fuera de utilidad. Se pasó una mano por el pelo, enredándolo un poco. Miró al hechicero mafioso... ¡hechicero, carajo! – y lo examinó más detenidamente a la luz de esta nueva información. De hecho, le ayudó a comprender por qué había pensado que el hombre era mucho más misterioso que Asami. Era este tipo de aura, magia. ¿Cómo era que apenas estaba descubriendo este otro mundo? Con su capacidad de husmear por todas partes, era sorprendente que recién ahora estuviera metiendo la nariz.

-¿Cómo puedo descubrir tu mundo recién ahora?

-Las leyes y seguridad japonesas con respecto a los límites entre lo mágico y lo no mágico son más severas y más eficientes. Nuestro gobierno ha tenido dificultades para actualizar las protecciones desde la guerra. Carece de fondos.

Y los duendes no trabajaban gratis. Blaise no sabía por qué le estaba contando todo esto al muggle. Debería haberle lanzado un hechizo de olvido, pero algo le decía que esa maniobra era inútil y no era bienvenida. Y escuchó sus instintos. Este mismo instinto que lo había salvado de ponerse del lado de Voldemort durante la guerra, que lo había empujado a ingresar al mundo muggle en lugar de buscar un camino en el mundo mágico. Oh, todavía era influyente en el lado mágico, todavía provenía de una familia rica. Y su madre, viuda negra de profesión, había aumentado su deletérea fortuna tras la muerte de su padre. El único hombre al que su madre había amado de verdad. Blaise esperó las otras preguntas pero no llegaron. Sintió al fotógrafo todavía en estado de shock. Lo cual podría ser útil durante el almuerzo, había esperado que la rubia decolorada no lo abriera demasiado. Era consciente de que éste tenía demasiada lengua además del insulto fácil. Y si era bastante fácil llevarse bien con Mikhail, su siniestro hermano era otra historia. Peor aún, Blaise no entendía cómo el primero podía molestarse con el segundo. Había que decir que no tenía valores familiares realmente establecidos por el hecho de que era hijo único, que había vivido en un internado y que su madre era tan asesina como él. Y aún peor. Blaise sabía lo mucho que le encantaba hacer sufrir a estos hombres que tanto querían ponerle las manos encima.