Capítulo 1: Y... Acción!

41 10 1
                                    

Capítulo 1

El alcohol estaba haciendo efecto rápidamente en tu sistema, apenas podías sentir los brazos y piernas pero eso no te detuvo de bailar. El último trago de la botella se derramó por la comisura de tus labios cuando intentabas beberlo mientras la música sonaba a todo volumen y en contra de tu voluntad tus piernas se movían.

Reíste y tu compañero de baile se rio, estabas borracha pero probablemente él estaba drogado. No sabías quién era y para ese punto ni podías verlo bien, aunado a la poca iluminación de aquel bar de mala muerte donde fuiste a parar aquella noche.

Lo que sí sabías es que era tu oportunidad de experimentar por primera vez la libertad, ya no te importaba nada de todas formas. Lo único que te quedaba era ser feliz, querías serlo más que nada en el mundo.

Te alejaste de la pista de baile para ir al baño, tu compañero se quedó bailando solo aunque más bien se movía de un lado a otro intentando seguir la fiesta pese a su pésimo estado.

Entraste riendo y para tu suerte el baño estaba solo, te miraste en el sucio espejo con gotas de agua seca. A tu espalda se reflejaba el retrete sucio, con vómito y las paredes alrededor con azulejos verde menta que tenían un montón de mensajes que no distinguías pero algunos incluso parecían números telefónicos. Reíste ante la tontería de ver un pene dibujado y te preguntaste si en realidad solo habías ingerido alcohol o algo más. En ese instante no lo recordabas pero que bien que te sentías.

No fue hasta luego de unos momentos viéndote en el espejo que notaste tu propio reflejo, esa era la verdadera tú, no aquella que tus padres te obligaron a ser durante tantos años. Aquella que la vida, las agencias y productoras querían que fueras.

Eras una mujer normal, querías esa vida normal más que nada en el mundo, lejos de los reflectores y paparazzis, te gustaba estar borracha, te gustaba estar en ese baño mugroso y solo querías quedarte ahí para siempre.

Al salir del baño viste un montón de gente arremolinada en la pista, trataste de enfocar y viste a tu compañero de baile tirado en el suelo. Intentaban reanimarlo pero la mayoría de personas seguían en la fiesta, te reíste de nuevo pero no deseabas terminar igual por lo que, agarrándote de la pared caminaste hacía la salida del bar. Eran probablemente más de las 03:00 am, no tenías una casa donde quedarte y más valía irse apresurando para buscar un motel, uno alejado de la ciudad donde tus padres no pudieran encontrarte.

El aire fresco te calaba en los huesos mientras buscabas tu camioneta en el estacionamiento que se movía bajo tus pies. Había algunas personas ahí afuera e incluso al pasar cerca de un auto creíste darte cuenta que se movía y gemía de dolor, los autos no hacían esas cosas pero no estabas segura al mismo tiempo que no sabías lo que consumiste horas antes.

Viste tu camioneta pero al intentar acercarte encuentras a un hombre recargado en ella, estaba todo de negro y olía a cigarro. Trataste de enfocar una vez más pero no lo reconociste y él no decía nada.

—Apártate amigo, tengo que irme— Dijiste tratando de sonar amenazante y sobria.

Él se rió pero antes de responder le dio una calada al cigarro que llevaba y luego lo tiró para finalmente darle un pisotón con su bota sucia que apenas lograbas ver.

—No te detendré, cariño. Pero no sé a dónde quieres que me aparte, esta camioneta es mía— Respondió.

Su voz tenía un acento sureño muy marcado a la vez que burlón. Se mofaba de tu estado y no pudiste más que tratar de enfocar la vista en la camioneta.

Luego de unos instantes te diste cuenta que era verdad,esa no era tu camioneta y no pudiste más que chasquear los dientes y girar la mirada tratando de buscar la tuya.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 27, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Luces, cámara... ¡BANG!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora