Dios...? (Dogday X Catnap)

5. Captura.

¿Alguna vez fuiste engañado toda tu existencia?

¿Creyendo que tu Dios es lo más hermoso que tus ojos hayan visto, solo para enterarse que esa criatura que creías un ser divino era todo lo contrario?

Es lo que me está pasando.

Detesto mucho el hecho que lo seguí por tanto tiempo.

Me enrede tanto en sus telarañas llenas de mentiras...

Que ahora me es imposible escapar.

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-Mi fiel seguidor, tu momento aún no llegó.

-No morirás, no mientras yo siga respirando.

-No morirás, por tu misión que sigue pendiente.

-Una vez la completes, te dejaré descansar en paz, mi cordero.

Una voz misteriosa se hizo presente en la mente de Catnap mientras caía, solo para que algo lo atrapará.
No era algo normal. Tenía un tamaño absurdamente grande, más que el del felino.
Si se movía, podía ser lastimado por alguno de los dedos filosos de su Dios.

Puede manipular su cuerpo como se le da la gana, eso lo sabía nuestro querido gato.
Ser rescatado una vez más por su Dios... le hacía cuestionar si sus pensamientos anteriores eran del todo correctos.

Nunca lo había visto. Nunca había visto a aquel que tanto había admirado.
Pero si sabe la misión que le encomendó.

Deberá detener al representante de los Smiling Critters para que el Prototipo siga su plan, pues este era solo una molestia que le impedirá llegar al poder.

Se sentía traicionado. Despreciado.

Pero de alguna manera, siente que se lo merece.
Que Dogday debe odiarlo, no ayudarlo.

Por eso, deberá terminar lo que ya había iniciado.

Y ser leal, útil para su Dios.

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Las paredes de los pasillos se veían destrozadas. Sangre por todas partes y mucho de los juguetes de esta empresa masacrados.
Era un milagro que ellos se mantuvieron con vida dentro del Daycare. Si tuvieran otra zona de la fábrica, probablemente hubieran terminado de la misma manera que ellos.
Pero Dogday, incluso viendo todo ese desastre, no podía evitar sentir más curiosidad y preocupación.
¿Cómo logró su amigo sobrevivir fuera del Daycare por mucho tiempo?
Aunque ya se lo haya preguntado, su compañero solo hacía bromas de que era muy fuerte. Nunca le dió una respuesta real a su duda.

Pero algo dentro suyo le dijo que era mejor dejar de insistir.

Pues quien sabe cuantas asquerosidades tuvo que pasar Kickinchicken con solo mantenerse con vida.

Gracias al salto de antes, le era más difícil arrastrarse por el piso, por lo cual este lo estaba ayudando con cargarlo sobre su espalda.
El líder no puede evitar sentirse como una carga. No tener piernas era un infierno. Cada vez que tenía que arrastrarse, se hacía pequeñas heridas en su cuerpo gracias al piso mal cuidado.

Ahora sus brazos eran sus piernas.

Un sentimiento de arrepentimiento inmenso invadió su pecho.

Tal vez si esos Mini Smiling Critters se lo hubieran devorado, sería más feliz en la otra vida.