3. Ilusión.

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Mi Dios siempre fue increíble conmigo. Me guía, me enseña y yo aprendo de él.

Aun no entiendo como es que llegue a traicionarlo de tal forma.

Pero solo espero que pronto abra los ojos al respecto y sepa sobre lo que quiero.

El Prototipo... nos salvará. Es mi salvador y prometí acabar con todos los herejes.

Pero hubo una excepción y espero que no se entere.

~~~~~~~

-Catnap...

-Hey...

-Despierta...

-Despierta...!

-DESPIERTA!

Catnap abre los ojos de repente, y se altera.

-¿¡Qué pasó!?

Él no podía ver claramente, todo era borroso, pero solo podía ver como una silueta de tonos naranja estaba en frente de él, intentando despertarlo.

Después de parpadear un poco, dicha persona, sin duda, era el líder de los Smile Critters, Dogday, el cual parecía preocupado.

-¡Rápido! ¡Tenemos que ir!

-¿A dónde...?

Pregunta Catnap, confundido con su entorno y al comportamiento de su amigo.

-¡Eres el último en despertar! ¡Debemos estar junto a los directores rapidísimo! ¡Vamos!

Dogday agarra rápidamente a Catnap de su mano y lo levanta del piso, corriendo rápidamente hacia afuera de la habitación y arrastrando a Catnap con él.

Por alguna extraña razón... Catnap tenía su forma no terrorífica, la que solía tener antes de conocer al Prototipo. Pero también, le parecía raro de que Dogday este sano y con sus piernas sanas.

Pero le sorprendía más ver como Playtime Co se veía tan vivo, tan feliz, tan increíble como era antes de la Hora de la Alegría.

¿Acaso había retrocedido en el tiempo?

Porque... no había manera de que todos sigan vivos. Esto era tan... raro.

Hasta que Dogday finalmente llegó a su destino junto con Catnap, el cual era un estudio.

Algunos adultos estaban hablando con los Smiling Critters, los cuales estaban emocionados.

-Apreciamos su colaboración al ayudar a los niños, Smiling Critters... y gracias a toda la alegría que le brindaron a los niños, sacaremos oficialmente sus peluches a la venta.

Decía uno de ellos, con una sonrisa en su rostro.

-¿¡En serio!?

Todos gritaron, emocionados.

-¡Finalmente habrán más inteligentes como yo!

Decía un elefante, contento con la noticia.

-Ja, prefiero que hayan más de los míos que ver peluches haciendo problemas de matemática...

Dijo un pollo, de manera engreída.

-¡Hey!

Bufó el elefante, recibiendo solo una risa de respuesta.

-Tal vez no entienda los problemas de matemática... pero si me gustaría ver que hayan niños con nuestros peluches...

Habla una osa, la cual se veía bastante alegre.

Dios...? (Dogday X Catnap)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora