cap.11 1 mes después* P. Sergio El último mes, Checo había estado saliendo con Lewis. El británico, alto, con su piel morena y sonrisa encantadora, lo invitaba frecuentemente a cenar o a alguna que otra cita. A veces tenían noches de películas, aunque para ser sinceros, casi nunca las veían. Pasaban más tiempo disfrutando de la compañía del otro.
Por otro lado, el holandés y el mexicano mantenían un contacto cero. A pesar de ello, el rubio extrañaba a Checo cada día, pero no estaba dispuesto a dar el primer paso. Mientras tanto, al pecoso mexicano no le tomó ni tres días enamorarse del británico. Lewis le atraía muchísimo; lo veía como un hombre maravilloso, el hombre de sus sueños.
7:30 p.m. – Noche de películas
~Llamada entrante~ Chocolatito 🫦🍫
-Checo, amor, en 10 minutos paso por ti- dijo el británico con entusiasmo
-¿¡En 10 minutos!? Amor, es muy poco tiempo. Tengo que bañarme y arreglarme para ti, guapo- respondió Checo, apresurándose a pensar en cómo prepararse rápidamente.
A este punto, Lewis ya entendía una que otra frase en español. Checo le había enseñado algunas palabras y frases cariñosas.
-Vale, cariño. Te doy tu tiempo, y me mandas un mensaje cuando estés listo, ¿sí, amor?- respondió afectuoso el británico, con una sonrisa que se podía notar incluso a través de la llamada.
-¡Síp, mi chocolatito! Nos vemos en un rato. Te amo, guapetón.
-Te amo más, niño bonito- añadió Lewis, seguido de un pequeño beso antes de colgar.
~Llamada terminada~
Checo estaba emocionado, más feliz de lo que había estado con cualquier otro hombre. Sin embargo, algo lo inquietaba: Lewis aún no le había pedido formalizar su relación. ¿Eso estaba mal, verdad? Actuar como pareja sin serlo oficialmente lo hacía sentir un poco utilizado, aunque su amor por Lewis opacaba esos pensamientos la mayor parte del tiempo.
-No mames, tengo que apurarme para no hacer esperar a mi bombón de chocolate- murmuró mientras corría al baño.
El pecoso se metió a la ducha rápidamente, se preparó con esmero y dedicación. Al terminar, hizo su rutina skincare y, para la ocasión, eligió una pequeña pijama: un short corto y una camiseta larga que, curiosamente, pertenecía a Lewis. Finalmente, se puso un poco de perfume, armó una pequeña maleta con ropa para el día siguiente y decidió mandarle un mensaje a Hamilton.
Chocolatito 🫦🍫
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8:30 p.m.
Checo se dejó caer en el sofá, encendió la televisión y trató de distraerse mientras esperaba a Lewis. Pasaron diez minutos y, aunque no había señales de su "chocolatito", no le dio demasiada importancia. Sabía que a veces el británico se retrasaba un poco, tal vez algún contratiempo con el tráfico o alguna llamada de último minuto. Lewis siempre tenía muchas responsabilidades, pero nunca había sido de los que lo dejaban plantado. Checo sonrió para sí mismo, pensando en lo atento que siempre había sido Lewis durante las citas que habían tenido. Todo parecía estar marchando bien entre ellos, y Checo disfrutaba cada vez más de su compañía.
