Narradora
Ben y Mark se encontraban en la habitación de Ben, quien estaba de pie sobre un taburete mientras el sastre le hacía algunos ajustes a su traje. Mark, por su parte, estaba tumbado en la cama del príncipe, dibujándolo. Después de unos minutos de silencio, Ben miró por la ventana hacia la Isla de los Perdidos y luego se volvió hacia su amigo, curioso por lo que estaba haciendo.
—Espero que no me estés dibujando con un bigote o algo así —bromeó Ben, con un toque de preocupación en su voz.
—¿Cómo crees, Ben? ¿De verdad me crees capaz de hacer algo así? —respondió Mark, llevándose la mano al pecho con un tono de inocencia y decepción. Ben levantó una ceja, cuestionándolo.
—Bueno... borraré ese bigote del dibujo, de todos modos te ves horrible —dijo Mark, haciendo como si borrara algo del papel mientras ponía un puchero exagerado.
Ben abrió los ojos y la boca, sorprendido y ofendido.
—¡MARK! —gritó, mientras su amigo se reía a carcajadas y dejaba caer su cuaderno de dibujo al suelo por el susto.
En medio de un dramático discurso sobre por qué seguían siendo amigos, escucharon un golpe en la puerta. Tanto Ben como Mark se quedaron en silencio, mirando hacia la entrada. Mark se levantó de la cama, suspiró y se dirigió a abrir la puerta, revelando a sus padres, el rey de Auradon y su esposa Bella, quienes entraron tomados de la mano.
—¿Cómo es posible que vayas a ser coronado rey en un mes? —preguntó el rey, sonriendo con orgullo al ver a su hijo, que aún parecía un niño.
—Aún eras un bebé... bueno, ¡ustedes son unos bebés! —dijo, dirigiendo su mirada a Mark, que seguía en la puerta. Bella se separó de su esposo y se acercó a Mark, acariciándole la mejilla.
—Cumplirán 16, cariño. Además, aún recuerdo cuando Ben y Mark corrían desnudos por el patio y se tiraban al lago encantado —dijo con nostalgia, sonriendo al recordar.—¡MAMA! —Ben, sonrojado, alzó la voz mientras Mark se reía a carcajadas, con las manos en la barriga. —Por favor, no me recuerdes eso... —siguió sonrojado, mirando al pelirrojo y lanzándole una mirada de reproche.
—¿¡16!? Es muy joven para ser rey. Yo no tomé una buena decisión hasta que tuve 42 —dramáticamente exclamó el rey, haciendo reír a los dos adolescentes.
—Decidiste que nos casáramos a los 28, amor —respondió Bella, ofendida, mirando a su esposo.
—Eras tú una tetera, amor —comentó el rey, provocando más risas entre los chicos.
—Mamá, papá... —Ben intentó moverse, pero no pudo, ya que seguían tomando sus medidas. Tuvo que quedarse quieto en su lugar. —Ya elegí mi primer decreto oficial —anunció. Al escuchar la voz temblorosa de Ben, Mark se acercó a él y se puso a su lado, listo para ayudar.
—Decidí que los chicos de la Isla de los Perdidos ahora podrán vivir aquí en Auradon —dijo Ben. Al terminar, las sonrisas de los reyes se desvanecieron, dejando sus rostros llenos de espanto. Bella incluso dejó caer el pañuelo que tenía en la mano.
Al notar la reacción de sus padres y el aumento de los nervios de Ben, Mark decidió continuar. —Cuando miramos hacia la isla, sentimos que fueron abandonados injustamente y creemos que deberíamos darles una oportunidad a sus hijos —explicó, tratando de dar seguridad a sus palabras. Le dio un leve golpe en la cabeza a Ben para que reaccionara y continuara, pero su padre los interrumpió.
—¿Los hijos de los villanos entre nosotros? —gruñó Bestia.
—Solo serán algunos al principio, los que necesiten nuestra ayuda —respondió Ben, recuperándose un poco de los nervios y sonriendo inconscientemente al ver a su madre asentir. —Ya fueron elegidos —agregó.—¿Eso creen ustedes? —Bestia miró a ambos príncipes y se acercó a ellos. Por miedo, los adolescentes retrocedieron, pero el rey fue detenido por la mano de su esposa, que lo llevó de vuelta a su lugar.
—Tranquilo, amor, yo te di una oportunidad —dijo Bella, acariciando el brazo de su esposo para calmarlo—. ¿Quiénes son sus padres? —preguntó con voz serena. El pelirrojo tomó la palabra.
Mark se acercó a la cama del príncipe y recogió su libreta, donde había estado dibujando, para luego regresar junto a Ben y colocarse a su lado. Buscando la hoja donde había anotado los nombres, dijo: —Cruella de Vil, Jafar, la Reina Malvada... —se detuvo un momento, mirando a Ben antes de continuar—. Y Maléfica...
Al mencionar a la última villana, la habitación quedó en un absoluto silencio, interrumpido solo por el grito del diseñador del traje de Ben.
—¿¡Maléfica!? ¡Ella es la peor villana de todas! —gruñó Bestia, visiblemente molesto.
—Papá, escucha, creo que... —Ben intentó expresar su opinión, pero su padre lo interrumpió de nuevo.
—No quiero escuchar, son culpables de crímenes horribles —respondió, sin prestar atención a su hijo, mientras su esposa seguía intentando calmarlo.
—Papá, sus hijos son inocentes. ¿No crees que merecen una mejor vida? —preguntó Ben, con la esperanza de que su padre lo escuchara.—Estoy completamente de acuerdo con Ben —dijo el pelirrojo, apoyando su mano en el hombro de su amigo para mostrarle su apoyo—. Sus hijos no son responsables de los crímenes cometidos por sus padres; merecen al menos una segunda oportunidad...
El silencio volvió a llenar la habitación mientras los reyes y los príncipes se miraban, analizando la situación hasta llegar a un acuerdo. Finalmente, Bestia habló de nuevo.
—Supongo que sus hijos son inocentes —suspiró, resignado, antes de dirigirse a la puerta y esperar a su esposa para salir juntos.
—Bien hecho —dijo Bella, acercándose con orgullo a los dos príncipes y acariciando sus mejillas antes de volver hacia su esposo—. ¿Nos vamos? —preguntó, tomando su brazo y retirándose de la habitación.
Una vez que las puertas se cerraron, ambos príncipes soltaron un suspiro de alivio y se miraron, comenzando a saltar y gritar de alegría, sin poder creer lo que había sucedido.
—Ves, nos salió bastante bien —dijo Ben, feliz. Pero de repente sintió un golpe en la nuca. —¿¡Y eso por qué fue!? —exclamó, tocándose la zona adolorida.
—Me lo debes por lo que casi tu padre nos ahorca a los dos —respondió Mark, entrecerrando los ojos mientras se dirigía a un sofá cercano para sentarse y seguir organizando los horarios del próximo rey, escuchando un suspiro y luego una risa proveniente de su amigo.+++++++++++++++
Nota de la Autora:
¡Hola! Disculpen por haber borrado la historia. Quería hacer algunas mejoras en la escritura porque no me convencía del todo. Espero que la disfruten y que le den estrellitas. ¡Gracias!
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My RedHead Boy
FanfictionMark es un joven amable, aventurero y sociable. Es el mejor amigo de Ben y Audrey, y tiene un carácter un poco atrevido y alegre. Hijo de Merida, la reina más valiente de todas, siendo muy unido y inseparables. A lo largo de esta historia, Mark se...