Capítulo 5: Ordinario

5 2 1
                                    

El turno de noche en la tienda de conveniencia siempre se le hacía interminable a Han Jisung. Las horas parecían estirarse hasta lo absurdo, y más aún cuando sabía que al día siguiente tendría que ir a la universidad sin apenas haber descansado. Sus párpados pesaban, y el zumbido de los fluorescentes parpadeantes de la fachada no ayudaba a su ánimo.

Decidido a mantenerse ocupado, comenzó a revisar el inventario de los productos en la nevera. "Dos yogures caducados, genial...", murmuró para sí mismo, anotando en la lista mental cuántos productos tendrían que reponerse para la semana. Cada tanto, uno o dos clientes entraban a la tienda, comprando lo básico.

—Buenas noches, ¿puedo ayudarte con algo? —preguntó Jisung a un cliente que inspeccionaba las estanterías con desgano.

—Solo una botella de agua y un paquete de cigarrillos —respondió el hombre, depositando las cosas en el mostrador.

—Eso serían 5,000 wones —dijo mientras empaquetaba las cosas.

—Gracias, cuídate —se despidió el cliente, arrastrando los pies hacia la salida.

Era todo lo que podía esperar de su turno nocturno: conversaciones triviales, tareas repetitivas y el constante murmullo de los refrigeradores. Atendió a un par de personas más mientras continuaba con su revisión, hasta que notó que los fluorescentes de la fachada comenzaban a parpadear aún más. Frunció el ceño y envió un mensaje rápido a su jefe para notificarle el fallo, esperando que lo arreglaran pronto.

Finalmente, después de lo que se sintió como una eternidad, terminó su turno. Guardó sus cosas, se aseguró de que todo estuviera en orden y salió de la tienda. El aire fresco de la noche lo recibió con cierto alivio mientras caminaba hacia su casa. Unas pocas horas de sueño tendrían que bastarle antes de su primer día de clases.

La mañana siguiente en la universidad transcurrió con la misma monotonía de siempre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mañana siguiente en la universidad transcurrió con la misma monotonía de siempre. Primero una clase de Didáctica, luego Atención a Infantes y Familias. Jisung se sentía arrastrado por la rutina, pero agradecía tener algo que le daba estructura a sus días.

Durante un descanso entre clases, Jisung se encontró con Changbin en los pasillos. Los horarios de ambos coincidían mucho, por lo que se había vuelto costumbre pasar el rato juntos y compartir almuerzo en la cafetería.

—¿Cómo estuvo tu turno? —le preguntó Changbin mientras se sentaban en una mesa cerca de la ventana.

—Igual que siempre, tranquilo. Casi nada de trabajo, pero el tiempo se siente eterno —Jisung respondió, frotándose los ojos cansado.

—Lo que daría por tener algo de tranquilidad en mi trabajo... —Changbin suspiró, removiendo su ensalada con desgano. Parecía que tenía algo más en la cabeza.

—¿Todo bien? —preguntó Jisung, notando la falta de energía de su amigo.

—Es solo... —Changbin bajó la voz, mirando alrededor para asegurarse de que nadie más escuchara—. Hay alguien en el trabajo... No sé cómo explicarlo, pero creo que me gusta.

Jisung levantó una ceja, sorprendido. No solían hablar mucho sobre temas de amor, y menos aún de relaciones del mismo género. Changbin siempre le había parecido una persona reservada en ese aspecto.

—¿Alguien en el trabajo, eh? —dijo Jisung, sonriendo levemente—. ¿Quién es?

—No quiero decir nombres... todavía —Changbin se sonrojó un poco—, pero es un chico. Nunca había sentido algo así por alguien del mismo género antes, y no sé cómo acercarme.

Jisung lo miró comprensivo, aunque la situación se le hacía extraña. Él mismo nunca había salido con alguien de su mismo género y se consideraba heterosexual, pero aún así quería apoyar a su amigo.

—Bueno, supongo que lo más importante es que te acerques poco a poco. No tienes que hacer un gran movimiento de golpe. Empieza siendo amable, hablando de cosas que tengáis en común —le aconsejó Jisung, aunque sus propias experiencias amorosas eran limitadas.

Changbin sonrió agradecido.

—Supongo que tienes razón. Lo difícil es dar ese primer paso, ¿sabes?

Jisung asintió mientras tomaba un bocado de su almuerzo.

—¿Y tú? —preguntó Changbin—. ¿Has conocido a alguien interesante últimamente?

—Nah, nada fuera de lo normal. En el hospital todo sigue igual, y en la tienda... ya sabes cómo es, trabajo y más trabajo —contestó Jisung, encogiéndose de hombros—. Lo más emocionante que me ha pasado últimamente es que los fluorescentes de la fachada de la tienda fallaron anoche.

Ambos rieron ante lo aburrido que sonaba eso. Mientras continuaban charlando, Jisung no podía evitar pensar que, a pesar de su agotadora rutina, estaba contento de tener a alguien con quien compartir esos pequeños momentos.

La conversación pasó a temas más ligeros mientras comían, pero Jisung no podía evitar preguntarse si la vida le deparaba algo más emocionante. Y aunque no lo sabía aún, en ese mismo momento, Minho caminaba por la misma calle de la tienda donde trabajaba, su rostro tenso y enfadado por una negociación fallida. Un encuentro inesperado estaba por suceder.

Holaa, ya estoy de vuelta, esta semana me he puesto enferma y no he podido actualizar cuando quería

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Holaa, ya estoy de vuelta, esta semana me he puesto enferma y no he podido actualizar cuando quería.

Que tal estáis? Quién será el chico misterioso de changbin? Os ha gustado? Os leo en comentarios. Buen fin de semana

Belong To You (1)//  Minsung 《Trilogía Belong》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora