Amor entre actores. [Thomas Brodie-Sangster y tú]

One shot (Thomas)

(Como disculpa por no subir ningún capítulo subiré un one shot, espero que os guste😭).

Pov: Bella.

Era la época de la recolecta, entonces preparé mis botas desgastadas, mi sombrero de paja y salí fuera de la casa hacia donde tenía algunas hortalizas.

Hoy hacia un calor devastador pero eso no me iba a impedir a no recolectar las verduras, agarré la canasta que tenía preparada desde ayer y empecé a recoger las hortalizas.

Sin darme cuenta las horas pasaban y yo seguía, parecía que era infinito y que nunca acabaría, ni siquiera recuerdo el momento en el que ya era la hora de comer, y simplemente me di cuenta porque mi estómago empezaba a rugir por comida, dejé el cubo a mitad de tomates y me dirigí hacia la casa, antes de entrar dejé las botas y después entré una de las puertas de la casa (La primera era la principal y la segunda la que daba hacia el gran jardín y campo).

A solo unos metros ya estaba en la cocina, mi estómago volvió a rugir y opté por comer algo rápido ya que no había preparado nada para comer, empecé a untar queso en dos porciones de pan pequeñas y empecé a comer aún levantada.

Al terminar el primer trozo de pan escucho a algo o alguien tocar la puerta principal de la casa, confundida, voy hacia la puerta en silencio para luego mirar por el pequeño "mirador" como le digo yo.

Y por sorpresa me encuentro con un chico, u hombre, la verdad es que no sabía cuántos años tenía, pero parecía joven, era rubio, alto, tenía unas gafas de sol, vestía realmente elegante (Unos vaqueros negros con una camiseta blanca de alguna marca como la que una vez me dijo mi madre).

Me quedé hipnotizada al verlo hasta que algo o bueno, él me saca de mis pensamientos volviendo a tocar la puerta, rápidamente abro la puerta esta vez admirándolo mejor que en el "mirador".

—Hola ¿Qué se le ofrece?— dije amablemente volviendo a mi semblante confundido.

El joven no dice nada, se queda callado admirándome(?) hasta que sale de sus pensamientos tragando saliva, esta vez mirando hacia otro lado, para luego carraspear un poco y volver a mirarme.

—Hola, perdón, soy Thomas, un gusto— extiende su mano soltando una pequeña sonrisa gentil.

Miro su mano y acerco mi mano agarrando su mano, el tacto de su mano era suave, nos dimos un último apretón y yo quité mi mano.

—Bueno... el gusto es mío, yo soy Bella ¿Qué se le ofrece?— volví a repetir la pregunta esperando una respuesta del porque estaba allí y como había encontrado la casa.

—Pues..— su mano izquierda se dirige hacia su nuca rascándola, parecía nervioso —Me he perdido... bueno, el Google Maps me mandó por aquí y el camino como no está asfaltado pues no sé qué pasó que dos ruedas del coche se pincharon, con supongo que piedras filosas, y ahora estoy atascado aquí y necesito ayuda— dijo en un tono nervioso, efectivamente, estaba nervioso, y seguro que con miedo.

Me quedé unos segundos callada intentando entender todo el asunto y algunas soluciones.

—¿Era importante a donde tenías que ir?— dije mirándolo mientras me recargaba en el marco de la puerta pensando.

—No, simplemente iba a irme de vacaciones a un lugar que me recomendaron pero creo que aquí no es— habló borrando su sonrisa de inmediato.

—Si quieres te puedes quedar aquí en mi casa por un día o dos, o los que necesites mientras que tú intentas hablar con alguien que te pueda sacar de aquí— le ofrecí un hospedaje a ese joven tan apuesto que me hacía sentir un cosquilleo raro, creo que me estaba volviendo loca.

—¿Vives sola?— fue lo que preguntó.

—Si ¿Quieres quedarte o no?—

—Vale, gracias de verdad— sonrío haciendo que se le notaran los hoyuelos.

Me sonroje un poco y solo asentí mientras lo dejaba pasar en la casa.

1 día.

2 días.

5 días.

1 semana.

1 semana y 5 días.

Ya habían pasado 1 semana y 5 días desde que Thomas estaba en mi casa, me ayudaba con todo lo que podía y la convivencia con él era de lo mejor, ya no me sentía tan sola y era divertido tener a alguien con quien contar cosas del pasado, chistes, o hasta contar el número de estrellas que habían en el cielo.

Justo ahora estábamos contando las estrellas en el campo acostados en una manta.

—25— terminó de contar él mirando hacia el cielo, lo miré y podía divisar su perfil, no iba a mentir, estaba enamorada de Thomas, desde el primer momento que le he visto hasta ahora.

—¿Aún no has llamado a nadie para que venga a por ti?— dije sin pensarlo hasta que recapacite la pregunta y me di cuenta de lo mal que había sonado.

Thomas gira su cabeza mirándome, estábamos cerca, bastante.

—¿Ya te quieres librar de mi? ¿Tan rápido?— dijo y nos empezamos a reír, al menos no se lo tomó tan mal.

—Llamé, pero les dije que no iba a volver allí— volvió a hablar después de acabar de reírnos.

—Claro, si no te molesta— dice rápidamente.

—No, no, no, no me molesta para nada, me gusta tener tu presencia aquí— y era la verdad lo que decía, era perfecto estar con él, ya sabe del porque estoy sola, porque mis padres están la ciudad, por como estoy aquí y no en la cuidad, y yo también sé cosas de él, que es un gran actor y tiene una vida genial, pero quería un descanso y al final encontró un descanso aquí.

Él sonríe de la misma forma que la primera vez que me sonrío.

—Eres perfecta— susurra acercándose más a mi al punto des que nuestras respiraciones se convertía en una.

No pude evitar sonrojarme y mirar hacia otro lado nerviosa por todo eso.

—Mírame— ordena Thomas de una forma cariñosa.

Lo miré haciéndole caso y en un abrir y cerrar los ojos estampó sus labios contra los míos en un beso dulce y lento, simplemente magnifico.

Al separarnos después de unos segundos, juntamos nuestras frentes aún todavía con los ojos cerrados.

—Me gustas— dijo.

—A mi también me gustas— me atreví a hablar.

Él se separa un poco sonriendo y en ese momento me atreví a esta vez besarlo yo así convirtiendo el beso en un perfecto beso bajo la luz de la luna y bajo las estrellas.

Era todo perfecto.

Y me gustaba esta perfección.