𝜗𝜚˚⋆ | Inevitable es lo que debe ocurrir, como el encuentro que unió a dos personas destinadas a encontrarse en el tiempo.
❛ Un verano en la playa,
un chico,
un secreto de por medio. ❜
• ━━ INEVITABLE,
Choi Beomgyu fanfiction
by SOOB...
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━━━PRÓLOGO (ゼロ前進 )
¿Qué es lo que hace que un verano sea inolvidable? ¿Es el sol que brilla más intensamente, el mar que parece más azul o la sensación de libertad que nos envuelve? ¿O es algo más, algo que solo podemos encontrar en los momentos que menos podemos llegar a esperar? ¿Por qué siempre soñamos con encontrar algo especial en nuestras vacaciones? ¿Es porque queremos escapar de la rutina, porque anhelamos aventuras o porque deseamos encontrar nuestro propio lugar en el mundo?
Para mí, este verano era diferente. A mis 17 años, finalmente tenía la oportunidad de escapar de la rutina diaria y disfrutar del sol, la arena y el mar por primera vez en toda mi vida. Mi abuela vivía en Busan, un pueblo costero en Corea, y había aceptado mi petición de pasar unos meses con ella. Lo que era simplemente INCREÍBLE, porque siempre había sido mi sueño el hecho de pasar vacaciones en la playa, aunque quizás muchas películas absurdas me hayan quemado un poco la cabeza y eso, haya creado miles de idealizaciones al respecto.
Gracias a esas idealizaciones, me imaginaba viviendo una vida de ensueño, como en las películas americanas donde las chicas de mi edad encontraban amor y aventuras en la playa. Yo solo quería pasar un buen verano, lleno de risas, amigos y momentos que quería recordar por siempre como parte de mi juventud.
Después de todo, no iba a tener 17 años por siempre.
Como toda chica optimista, emocionada y entusiasta, termine escribiendo en mi diario alrededor de diecisiete deseos que, según yo, iba a cumplir en estos meses vacacionando en Busan. Era como una especie de meta que tenía, para guardar por siempre este recuerdo de mi primera vez en la playa. Es por eso que me esmeré bastante incluso con los detalles más pequeños para que esa página de mi diario, entre todas las demás escritas, resultara todavía más. Me tome el tiempo de trazar mi caligrafía con el mayor de los cuidados y dedicación, terminando por tener la hoja con todos esos deseos bien prolijos y ordenados, enumerados uno por uno.
Había usado un bolígrafo negro, resalte algún que otro de los deseos, les puse pegatinas rosas y doradas, a la vez que hice pequeños dibujos románticos por doquier; como corazones, gatitos miniatura, estrellas... entre otros.
Me senté en la playa, con mi diario en manos, y comencé a leer los diecisiete deseos que había escrito para estos tres meses.
