Héroes Forasteros

Capítulo 1. La llegada de los forasteros.

Un suave golpeteo insistió en llamar su atención, hasta ese momento, Oga había permanecido en un profundo sueño, su cuerpo se negaba a levantarse debido a la pesadez que le recorría. Hacía mucho tiempo que Oga había dormido de aquella manera, las tutorías con Furuichi y proyectos lo mantenían ocupado la mayor parte del tiempo, y su trabajo de medio tiempo tampoco ayudaba a mantener un horario decente.

El golpeteo se volvía cada vez más insistente, con algo de irritación, Oga pensó porque demonios Furuichi no hacía algo con aquella molesta sensación ¿Quién en su sano juicio lo molestaría tan temprano en la mañana? El golpeteo se hizo más fuerte, luego sin previo aviso, los suaves golpecitos se convirtieron en una sonora bofetada que hizo arder su mejilla.

Oga se levantó con rapidez, recuperando el aliento que no sabía le faltaba, dando fuertes bocanadas Oga lleno pulmones del oxígeno que tanto necesitaba, con desconcierto grito - ¡¿Que demonio?!

Un peso extra en su costado lo hizo dirigir su borrosa mirada hacia ese lugar, aclarando su visión con unas cuantas pestañas, Oga miró a la persona junto a él con gran sorpresa, Furuichi era completamente diferente a lo que recordaba, su rostro parecía haber rejuvenecido a sus años de secundaria.

El rostro juvenil de su amigo estaba lleno de preocupación, casi al borde del pánico ante su falta de respuesta, en su regazo se encontraba el pequeño Beel convertido otra vez en un bebe. Con lágrimas en sus ojos, el pequeño se lanzó en un abrazo hacia su padre ¿Que había sucedido? se cuestionó el castaño, ajeno a todo el alboroto que iba a desarrollarse a su alrededor.

¡Oga! ¡Me alegro que estés bien! - casi grito Furuichi conteniendo sus propias lágrimas.

Ante esas palabras, Oga recobró sus sentidos y los recuerdos de lo sucedido llegaron de golpe, rápidamente puso atención a su entorno, al no ver o sentir peligro alguno pudo relajarse un momento, luego calmó los llantos del pequeño Beel, con un ligero golpe en la cabeza y le dio una sonrisa demasiado relajada para el gusto de Furuichi, quien estaba listo para darle un buen sermón.

¿Qué fue lo que pasó? - pregunto notando las intenciones del peliblanco. Realmente no había mucho que hacer con su situación, por lo que Oga optó por hacer lo de siempre, aceptar las cosas e ir arreglandolas sobre la marcha - ¿Porque lucimos más jóvenes? ¿En dónde mierda estamos?

Había olvidado lo fácil que aceptas las cosas, no se para que me preocupo - recrimino Furuichi suspirando de alivio, cuando logró calmarse, acomodo a Beel en su regazo y le preguntó - ¿Qué es lo último que recuerdas?

"La pelea" contra lucifer, una misteriosa puerta y luego... nada - dijo Oga en ese orden, su cabeza intentaba darle alguna otra imagen, pero fue en vano.

Igual yo, recuerdo que nos lanzó una especie de conjuro - dijo pensativo Furuichi - Hilda podría ayudarnos, debemos buscarla.

El peliblanco esperaba encontrar alguna respuesta una vez salieran, quizás Hilda conocia algun modo de revertir lo que les lanzo el angel caido, algo que preocupo a Furuichi, fue la falta de recuerdos, su seto sentido le decia que se estaba olvidando de algo importante. Furuichi que el hechizo también funcionaria para confundirlos.

¿Eso significa que no hay clases? - dijo Oga con esperanza.

Aún tenía un estupido proyecto extraescolar por terminar, Oga lo había pospuesto durante dos mese y la fecha límite ya estaba encima de su cabeza, si no lo entregaba su profesor no lo dejaría pasar al siguiente, pero dada la situación, Oga podía alegar que se había enfermado y descansar unos días lejos de todo el ajetreo escolar.

No son vacaciones Oga, ni siquiera sabemos dónde estamos - le regaño Furuichi - ¡Lucifer podría entrar y atacarnos otra vez!

Sin posibilidad de ir a la escuela y lejos de casa, a mi me suena a vacaciones - comentó Oga despreocupado - Si lucifer aparece, aun la puedo vencer ¿Acaso olvidar lo fuerte que era en la secundaria? Dudo mucho que eso cambie.