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Las clases que Diaval le dio a Mal fueron a escondidas de Maléfica por obvias razones, ahora mismo ya sería un gusano de tierra si Maléfica se hubiera enterado que la chica ya sabía volar un poco, y todo eso en pocos días de enseñanza, y no fue fácil que un cuervo le logrará enseñar a una hada a volar, primero que nada, ¿como Diaval habría logrado convertirse en cuervo y humano para enseñarle a Mal? Fácil, la chica posee una magia similar a la de su madre, por lo que no fue difícil lograr que Diaval pudiera cambiar de formas, así como Maléfica suele hacerle al hombre.—Mal, tu madre nos espera para cenar —Habla Diaval cerca del jardín donde ella estaba, sabía que ahora a Mal le gustaba dormir sobre las ramas de los árboles apesar de que tenían un hogar un poco siniestro para su gusto.
—¡Ya voy!—Habla la chica de cabello morado, Diaval se va dejándola sola y ella mira de nuevo el cielo, esta era su única oportunidad de escapar, no había nadie cerca ahora mismo, así que subió al árbol más alto y se preparo mentalmente para salir volando intentando no caer al hacerlo.
—Voy a regresar, mami...—Habla Mal por lo bajo antes de usar sus alas para emprender su vuelo y lograr salir del páramo por encima de las espinas que Maléfica habia colocado como barrera para dividir los reinos de su hogar, por ir algo distraida algunas espinas lograron hacerle algunas heridas en las piernas pero eso no le impidió que intentará seguir volando para salir del lugar, logro pasar Auroria con éxito y algunos otros reinos que quedaban cerca, los miraba maravillada sin saber que ya la habían visto y algunos reyes lo habían reportado al rey Adam para emprender su búsqueda y captura.
Mal no pudo seguir volando más por sus heridas en las piernas y el cansancio, no estaba acostumbrada a volar demasiado tiempo pues acababa de aprender a volar, así que cayó en el bosque cerca del lago encantado, los árboles la sostuvieron con sus ramas, aunque estos no tenían vida como ella creía.
—Gracias...—Responde Mal a los árboles creyendo que también hablaban, baja suavemente y mira los pequeños rasguños en sus piernas, pero decide no tomarle importancia, ahora mismo estaba sola fuera de casa.
Se levantó despacio y caminó, se encontraba tan cansada que terminó cayendo al agua del lago encantado hasta el fondo, intento nadar para salir del agua pero sus alas se habían mojado y lo impedían por su gran peso
—¡Ayuda!, ¡Diaval!, ¡Mami...!—sus ojos se llenan de lágrimas al creer que no iba a poder salir pues poco a poco se estaba hundiendo más en el agua por el pánico y el peso de sus alas que mojadas podían doblar el peso de la portadora.
Las fuerzas armadas del rey Adam habían sido notificados por los aldeanos de los alrededores, por lo que acudió con su hijo a ver que sucedía con la misteriosa criatura que había sido vista en múltiples reinos.
—¡Alguien se está ahogando!—Grita Ben amtes de quitarse rápidamente los zapatos y lanzarse hacia el lago para sacar a la persona, para su sorpresa era un poco más el peso de lo que imaginaba, cuando logró llevarla a la orilla pudieron apreciar que se trataba de una chica de cabello morado, piel sumamente pálida y sus cuernos junto a sus alas eran color negro que hacían resaltar aún más su belleza.
—Magnífico...—Responde Adam con impresión al ver a la chica, no había visto a una chica así desde hacía muchos años, Ben suavemente la pone en el suelo y la chica tose escupiendo el agua que había tragado mientras se ahogaba.
El rey Stephan se abre paso entre los guardias para ver que era lo que habían visto en su reino según le dijeron, y casi se cae de la impresión al ver a la chica, le recordaba mucho a Maléfica, ¿acaso era una más de su especie? Cuando lo revivieron le contaron que habían más hadas iguales a Maléfica en alguna parte del mundo, estas criaturas habían decidido esconderse también temiendo ser exhibidas en algún museo.
—No es posible...—murmura Stephan algo asustado, los recuerdos de la última vez que vio a Maléfica llegaron a su mente, vio como la chica era ayudada por el hijo de Adam
—Hay que llevarla al palacio—dice Ben mientras le ponía su saco a la chica aunque no fue de mucha ayuda ya que la chica se cubre con sus alas que la hacían entrar un poco en calor apesar de estar mojadas.
—No cabrá en el auto con esas inmensas alas—Responde un guardia mirando a la chica, estaba atónito pues si abría las alas podrían darse cuenta de que las alas eran dos veces ella.
—Podemos caminar, no está muy lejos nuestro palacio—Responde Adam buscando una solución a la situación.
—¿Y porque no la llevamos al mio?—Pregunta Stephen, nadie sabía la historia que tuvo con Maléfica y eso le daba una ventaja sobre la chica y la situación.
—Es más seguro llevarla al palacio Beast, esta más cerca y podremos curarla pronto si es que esta herida—Responde Adam
—Pero en mi reino estará más segura, ya tuvimos el ataque de Maléfica y lo maniobramos bien—Responde el rey buscando que accediera a sus peticiones.
La chica camina despacio junto al chico que se rehusaba a apartarse de su lado, apesar de estar sorprendido porque era la primera vez que veía a una criatura como ella, que pareciera una chica, pero eso no le daba miedo, o al menos eso le decía su corazón.
—Pues preguntemosle a ella y veamos con quien quiere ir—Responde Stephan, los dos voltean a ver a la chica—. Niña, ven conmigo a mi palacio, sigueme a donde quiera que yo vaya y te daré todo lo que tu desees
A la mente de la chica inmediatamente llegan los recuerdos de las veces que vio la fiestas de té que hacían el reino junto al suyo y sin duda era lo primero que quería pedir, ir a una.
—Nosotros te daremos todo lo que has soñado, solo quédate aquí...
—¿Todo lo que quiera..?—Pregunta la chica, finalmente se dieron cuenta de que si podía hablar, ella mira a los dos hombres sin saber decidir a quien decirle que si, los dos le ofrecían lo que ella quisiera.
—Todo lo que quieras, será la mágica historia que posiblemente te han contado—le responde Stephan con una sonrisa—. Estarás a salvo si nos dejas a cargo de tu cuidado
—Nosotros te daremos todo lo que quieras en oro, simplemente estarás a salvo y serás millonaria—Responde Adam buscando que se quede en Auradon, estaba empezando a desconfiar un poco de Stephan.
Se sentía hipnotizada, atraída hacia aquello que le prometían, seguridad y una vida en el lugar que ella deseaba, era como si caminara por una delgada capa de hielo que en cualquier momento podría romperse.
—Me voy con usted—dice la chica viendo hacia Stephan quien sonrie victorioso por la respuesta de la chica.
—Nos iremos en cuanto antes aprovechando que es de noche—Responde Stephan, los guardias los escoltan en uno de los carruajes donde Mal pudiera entrar para llevarla Auroria sin que ella resultará más herida.
Continuará....
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Trophy | Descendientes
RandomMal es una chica dulce y a lo que muchos llamarian ingenua, ha vivido toda su vida atrapada con su madre, no conoce más allá de los límites del páramo, más sin embargo un peculiar día esto podría cambiar, pero, tal vez el mundo no es como ella lo pe...