Capítulo 1

715 51 17
                                    

GRAYSON

La cabeza me daba vueltas.

Todo estaba borroso, me zumbaban los oídos y sentía el estomago como si estuviera a punto de vomitar todos los intestinos. ¿Qué demonios acababa de ocurrir?

Abrí los ojos. Todavía desorientado, miré alrededor de la habitación, intentando orientarme, aunque me resultó muy difícil.

Hacía un segundo había estado en mi habitación con Kyle y tres vampiros de ojos rojos, y un segundo más tarde, estaba en un bosque, frente a cientos de vampiros recién nacidos y Azazel, todos ellos decididos a matar a los miembros de mi manada y a mí.

Me sentí aliviado cuando me di cuenta de que estaba de nuevo en mi habitación, tumbado sobre el suelo de madera.

Aunque mi cuerpo se sentía dolorido y débil -un efecto de algún tipo de magia, estoy seguro-, el dolor que me recorría no era mi principal preocupación. La guerra se acercaba. Y rápidamente.

Las palabras amenazadoras de Azazel estaban frescas en mi mente.

«Dile a mi hermano que se prepare, Alfa Grayson. Su tiempo como rey ha terminado», dijo. «~Ya vamos» .~

Fui consciente de la presencia de otras personas en la sala y, cuando dejaron de pitarme los oídos, pude captar lo que decían.

Estaban discutiendo. Una persona, en particular, sonaba muy alterada. Reconocí su voz.

-¡Haz algo! -sonó el tono enfadado de Kyle -. ¿Por qué estamos parados cuando mi Alfa acaba de desmayarse? Minnie...

-Te aseguro que está bien, joven Beta -interrumpió otra persona. Zagan. El Rey de los vampiros. El hermano de Azazel -. Te imploro que retires tus manos de mi cuerpo antes de que decida arrancártelas.

-¿Ah, sí? Me gustaría verte intentarlo -desafió Kyle -. No eres el único en esta habitación con habilidades vampíricas.

Gemí y rodé sobre un costado, sin ganas de seguir escuchando sus incesantes discusiones.

Todas las cabezas se giraron hacia mí. Kyle estaba a mi lado en menos de un segundo, usando su recién descubierta velocidad vampírica para moverse en un único y borroso movimiento.

Se agachó a mi lado. -Alfa -exhaló-, ¿estás bien?

Asentí con la cabeza y me obligue a incorporarme a pesar de que mi cuerpo se sentía débil. -Estoy bien. Desorientado. -Miré a Zagan, que se había colocado junto a Kyle -. ¿Qué coño acaba de pasar?

-Dímelo tú -respondió con voz grave -. ¿Qué has visto?

Me incorporé lentamente, gruñendo por el esfuerzo. Mi lobo gruñó. No le gustaba sentirse débil, sobre todo ahora que había tanto en juego. -Azazel -dije -. Ya viene.

Oí a Kyle aspirar un suspiro. -¿ Viste a Azazel?

-¿Cuándo? -espeto Zagan, adelantándose con interés -. ¿Cuándo va a venir?

Sacudí la cabeza. -No hay forma de estar seguro. No se lo rápido que puede correr su ejército de vampiros recién nacidos. -Apreté los dientes -. Pronto, sin embargo.

Esta noche.

Los ojos de Zagan se entrecerraron. Minnie y Casimir, vampiros reales y dos de los hijos de Zagan, miraron sorprendidos a su padre. Su tensión y ansiedad eran tangibles en el aire.

-¿El Clan de Azazel ha vuelto? -susurro Minnie. Su voz, ya de por sí chillona y aguda, pareció elevarse una octava por el miedo -. Padre, ¿sabías algo de esto?

Belle y Grayson: La Reina PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora