Capitulo 1

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PATROCLO
Tengo 13 años, me llamo Patroclo y actualmente me estoy dirigiendo al reino de Lirneso donde habita mi futura esposa, pues mi padre Menecio está decidido a comprometerme con ella. Me ha contado que Briseida es una buena mujer y que será una buena madre para nuestros futuros hijos, sin embargo, la idea de casarme con ella no me emociona ni en lo más mínimo.
Han sido ya varios días de viaje, me encuentro fatigado, pero ya más cerca de mi destino, sin embargo, no me siento listo para lo que se aproxima.
A minutos de entrar al castillo mi mente solo imaginaba que no me encuentro preparado para casarme con alguien a quien jamás he visto y mucho menos me siento suficiente como para creer que soy mejor que todos los príncipes.
Segundos después de haberme bajado de mi carruaje lo primero que observo son miles de estos posados en la entrada, lo cual nada mas alimenta la inseguridad que ya vengo cargando. Mi padre me anima a caminar hacia la entrada con la mirada en alto, entrando al castillo lo primero que observo es lo deslumbrante que este es, dos sirvientes nos guían hacia el salón de tronos donde se encontraban cientos de príncipes sentados en una mesa y en el centro de esta, se encontraba Briseida quien a pesar de ser sumamente hermosa no provocaba ningún tipo de sentimiento en mí.
La reunión había sido un éxito pues, como mi padre lo había previsto termine comprometido con ella y aunque me encontraba feliz por no a verlo decepcionado, no encontraba nada que me llamara la atención de aquella hermosa princesa.
Aquella noche mi padre y yo fuimos invitados a quedarnos en el reino para comenzar los preparativos de mi boda, puesto que aquella boda había sido esperada por todo el pueblo y todos se encontraban sumamente emocionados.
Y aunque quisiera decir que estaba feliz, solo me quedaría para no decepcionar a mi padre, puesto que cada día que transcurría los preparativos iban mejorando, la boda se acercaba y yo, me encontraba más nervioso, además de que no era capaz de poder encontrar algo que me gustara de aquella princesa, es verdad que era sumamente hermosa pero en los días que he convivido con ella no he encontrado nada que me llamara la atención.
Mientras más se aproxima la fecha de la boda mi cabeza solo pensaba en una cosa, una idea, un solo plan, me quería escapar para ser libre, pero tenía que ser rápido y ágil pues ya no tenía tiempo, así que, tendría que crear un plan pronto.

La historia secreta de troya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora