La historia secreta de troya

capítulo 9

Resulta que después de que Helena llegara a Ftiótide y contara como es que Aquiles y Patroclo lucharon hasta su último suspiro para salvarla y llevarla de vuelta con Menelao, este mismo se sintió en deuda con Aquiles y lo proclamo el héroe de la Guerra de Troya, la mamá de Aquiles se sintió orgullosa de que su hijo se volviera un héroe tan importante de Ftiótide e incluso de Grecia, por otra parte los mismos dioses, los cuales fueron testigos del amor que Aquiles y Patroclo se tenían y el cómo este fue destruido para salvar a helena se conmovieron y les permitieron reencontrarse en el más allá .

Así que, después de que Aquiles comenzara a desvanecerse le permitieron observar como Patroclo lo esperaba felizmente sentado en la orilla de aquel lago, que una vez fue el lugar donde por primera vez ambos supieron que tenían sentimientos por el otro. Aquel lago en el que, aunque ninguno fue capaz de decirle al otro lo que sentía, fue sin duda el principal testigo de lo que sentían...

Y como si de dos niños se tratara en el momento que estuvieron frente a frente ambos corrieron hacia el otro, abrazándose como si su vida dependiera de eso, como si fuera todo lo que su corazón anhelaba después de tanto sufrimiento, y tal vez así era, pues en el fondo ambos esperaban regresar juntos a Grecia, y aunque la vida no se los permitió, estaban agradecidos con los dioses por permitirles poder estar juntos para toda la eternidad, así que estaban dispuesto a aprovechar esta segunda oportunidad.

Ambos, emocionados decidieron meterse a nadar al lago, ese que sería símbolo de lo mucho que se amaban, pues fue el primer testigo de los sentimientos que habían surgido durante toda la guerra, el mayor testigo de cómo dos corazones desconocidos se fusionaban para volverse uno mismo, para que ambos fuesen el punto débil del otro y en lo que parecía algo insignificante como una mirada para comprobar que el otro se encontraba bien, esa mirada de segundos, fuese su perdición, pues si no hubiera pasado tal vez ambos seguirían vivos, sin embargo, Patroclo y Aquiles se encontraban más que felices pues por fin podían estar juntos sin sufrimiento y preocupaciones, solamente ellos dos y su amor, un amor que no todos conocieron, un amor que fue causado por una guerra y que terminó en tragedia para todo un reino, pues a pesar de salir victoriosos perdieron a dos guerreros sumamente buenos, dos guerreros que pudieron tener una vida juntos y llena de amor, sin embargo nadie sabría de esto, nadie en ese reino se enteraría de que durante la guerra de Troya ocurrió una historia secreta que nadie jamás conocería, nadie más que los dioses y ambos guerreros sabrían de la historia secreta de Troya.

Y así fue, como después de una larga guerra con sufrimiento para ambos amantes, por fin tuvieron su oportunidad para ser felices y seguir viviendo aquel gran amor que se les robo, pues resulta que, la vida parece darte oportunidades para vivir lo que siempre deseaste pero, en segundos te las puede arrebatar para siempre...