🍯<𝓜𝓲 𝓓𝓾𝓵𝓬𝓮 𝓞𝓫𝓼𝓮𝓼𝓲𝓸𝓷>🍎

✧\Capitulo 2/✧

                         ●🄿resente●
                 𝅄︶ ͝ ⏝ ੭ᰍ ⏝ ͝ ︶𝅄  

—No me jodas…— dijo la pelinegra con mucho asombro al ver lo que se encontraba allí

—DIMITRIIIII!! ¿¿ESE ES LO QUE CREO QUE EEESS??— Se pronunció la peli naranja, quien no pudo aguantar la felicidad que desbordaba de su corazón

—DIMITRIIIII SABES LO MUCHOO QUE ADORO A BLACKPIIINK!!!— Se pronunció el rubio, quien salto de la emocion, al ver demasiada mercancía de aquel grupo musical que le encanta

—¡Dios siempre quise las figuras de Gojo y Getoo!!— Dijo la pelinegra agarrando las cajas —AHH!! TE QUIERO MUCHO DIMI DIM!!— rápidamente abrazo al chico quien estaba feliz de que a sus amigos le encantará el regaló

—Gracias! Gracias! Eres el mejooorr— dijo el rubio quien también abrazo al chico

—No te hubieras molestado ¡Pero gracias, muchas gracias, te quiero mucho!— dijo Caramelo, quien con bolsas de ropa y postres abrazo con cuidado al chico

—Jejej No hay que agradecer! Saben lo mucho que los quiero, son mi familia— dijo el chico correspondiendo aquel abrazo grupal

Esa pequeña acción hace que su corazón se sienta noble, a pesar de todo lo que hace.
Solo quiere ser amable y encantador, pero no puede, porque el mundo es cruel. Cuando intenta sonreír, la vida le devuelve amargura. Él lo sabe, sabe que a veces no vale la pena preocuparse. Sin embargo, también está agradecido con la vida, agradecido por haberle dado a unos chicos que lo adoran, que admiran cada acción que hace y cada palabra que dice.
Además, la vida le dio algo que él adora desde lejos, y cada vez que lo ve, su mundo se vuelve del revés, aquel chico Dereck.

Desde hace 4 años, Dimitri se obsesionó con él. Observa cada paso, cada llanto, cada palabra, cada gesto, cada risa... Todo lo que él hace, Dimitri lo adora. Le ha dejado regalos cada cumpleaños desde hace 4 años, no por miedo a hablarle, sino por ser rechazado. Él se siente insuficiente para una relación.

Un grito lo saco abruptamente de sus pensamientos
—Oye… Dimitri está allí!?— Pregunto la pelinegra, agitando su mano cerca de su rostro

—Ah? Sí… sí, este, vayamos a comer, yo invito— dijo huyendo

—De seguro está pensando en ya sabes quién~— Pronunció la de tez clara, agarrándolo de la mano

—Q-que… No, yo estaba pensando en mi mamá— tartamudeo

—Aja… Bueno vamos a comer, tengo hambre— Dijo Horus subiéndose al carro

Los otros tres presentes subieron al carro muy callados. Durante el camino nadie hablo, pero no por culpa de la incomodidad, si no por qué tres de ellos estaban admirando sus regalos y el cuarto estaba concentrado en no chocar.
Tras varios minutos después, llegaron a él restaurante preferido de todos ellos. En aquel lugar vendían postres sumamente deliciosos y comidas exquisitas y lo mejor, es que no era un restaurante costoso como solían ir con los padres del mayor de ellos.

–––––

El tan solo pensar en aquellas personas lo hacia tener unos celos muy tóxicos, más tóxicos que Chernobyl. Si tan solo fuera él y no esos chicos desconocidos para su mente, pero conocidos para su entorno social.

—Dereck, toma te traje un refresco de los que te gustan— Una voz fina y delicada lo saco de sus pensamientos, sus oscuros y macabros pensamientos.

—Ah?… Hola Val, no te vi, gracias— Se pronuncio tomando la bebida de la mano de la menor —Pense que te habías ido con Basti— dijo tomando la bebida