mi odiado destino

CAP 2: ¿Quien es el culpable? parte 1

Mientras sucedía todo el desastre en Sooga Hangeul se complacía al escuchar lo que estaba pasando con los humanos en especial ver las expresiones de desconcierto de Soo, le parecía en extremo divertido ver como una y otra vez revisaba personalmente a cada hombre que presentaba esos síntomas en la aldea de lo cual eran mayoritariamente humanos jóvenes y unos cuantos que no pasaban de los cuarenta, todos y cada uno de esos hombres presentaban anomalías diferentes en su cuerpo pero decidió al ver que tarde o temprano Soo sospecharía de él al ver que fue el único que tomo el sello celestial de Soo ideó un plan, para la deidad que le era fácil escabullirse entre las sombras tomo un pañuelo cualquiera que le era entregado a las hembras del templo seguidamente de unas cuantas joyas mágicas junto con un diamante totalmente negro para cumplir deseos de paso también sellar el pergamino dorado, después Hangeul fue rápidamente a la habitación de su compañero a tomar el sello celestial para escabullirse entre las habitaciones de las "doncellas" como les llamaba Soo, aprovechando que todas las hembras humanas que habitaban ahí incluida la sacerdotisa principal del templo estaban distraídas tratando de ver qué es lo que pasaba, así que la deidad oscura busco entre las habitaciones la que le pertenecía a esa humana tan manipulable hasta que la encontró y puso en un lugar "escondido" el sello de Soo y las joyas debajo de la ropa y unas cuantas cosas más de esa humana para después irse rápidamente a sus aposentos para tomar el pergamino dorado sellarlo con su propio sello para justo después escribir un reporte que presentaba unas pequeñas anomalías que eran comunes para los dioses al terminar fue a dejar su propio sello al lado de las otras cosas que había ocultado en la habitación de esa humana e irse a entregar rápidamente al lugar asignado para tener una coartada.

-Esto es jodidamente emocionante-dijo la deidad justo antes de esfumarse del templo con su magia para después aparecer frente a lo que parecía una especie de templo celestial con detalles dorados-Ahora veremos si eres capaz de manejar todo esto cuándo la furia de los altos mando caiga sobre ti al saber tu verdad Soo.

Hangeul estaba que se regocijaba al pensar que por fin los altos mandos creerían el pecado de Soo y que lo sustituyeran, en el camino hacia la entrada se podía ver con más claridad los escalones flotantes impregnados de varias piedras preciosas de diversos colores lo cual apodaban el sendero de arcoiris por la gran belleza de este y al inicio del camino estaba Heimdal custodiando como siempre teniendo consigo una poderosa espada y un cuerno para alertar a los altos mandos de cualquier ataque enemigo. Hangeul al ser el único en dejar los reportes ya que Soo decía que estaba siempre muy ocupado conocía de antemano a heimdal al ser algo más que simples conocidos y este siempre lo dejaba pasar sin más problemas que solo dar un pequeño saludo "amistoso" y volver a su guardia pero en este caso fue diferente que le saco un buen susto a Hangeul.

-Buenos días Hangeul, tan puntual como siempre-dijo Heimdal con su voz grave pero ahora con una sonrisa un tanto sarcástica-, dime ¿qué hiciste hoy?.

-Buenos días Heimdal, no entiendo ¿A qué te refieres con respecto a este día?-responde Hangeul fingiendo demencia para seguir su camino por el comportamiento tan extraño de Heimdal-pero si me permites debo ir a entregar esto a mis superiores.

-Ni un paso más Hangeul-hablo Heimdal en tono bastante grave y sombrío dándose la vuelta para sostener con fuerza el hombro de Hangeul sin dejarle avanzar un paso más-no creas que no he visto lo que hiciste y escuchar tus pensamientos solo me lo ha confirmado, esto lo podría considerar como traición si quisiera.

-Vaya me descuide no volverá a pasar-dice Hangeul con fingida preocupación y arrepentimiento pero después cambió su rostro a uno más serio-, pero si dices que viste todo entonces eso quiere decir que sabes lo que hace Soo con esas hembras humanas ¿No es así?.

-...

-Tu silencio me lo confirma...Te propongo algo-dijo Hangeul para después rodear con sus brazos el cuello del guardia y susurrarle al oído -Si yo te concedo más de mis noches y más de esos favores que tanto te gustan ¿Podrías cerrar la boca?.