El día comenzaba a despedirse cuando Zenitsu y Mitsuri caminaban juntos por el sendero del bosque, envueltos en el susurro de las hojas y el canto de las aves que aún resonaba entre los árboles
El aire fresco traía consigo una paz inusual, una calma que permitía a ambos concentrarse en la misión que tenían por delante.
A pesar de la serenidad del entorno, Zenitsu no podía evitar sentirse un poco nervioso, Caminaba al lado de Mitsuri, la Pilar del Amor, y aunque admiraba su fuerza y su gentileza, también era consciente de lo carismática y bella que era, lo que, de alguna manera, lo hacía estar más torpe de lo normal
Mitsuri, por su parte, mantenía su habitual sonrisa, siempre atenta a cualquier señal de peligro, Su corazón, normalmente cálido y afectuoso, también sentía una extraña tranquilidad al estar acompañada de Zenitsu
Aunque lo había visto siempre como un chico nervioso y algo asustadizo, en el fondo, ella reconocía su valentía y su capacidad para luchar cuando más se necesitaba
De repente, Zenitsu, con las mejillas ruborizadas y su voz vacilante, se detuvo
— Mitsuri-san... Yo... necesito alejarme un momento — dijo, evitando el contacto visual y mirando hacia el suelo — Solo... será rápido — añadió, en un tono casi avergonzado
Mitsuri lo miró con curiosidad, pero sin pensarlo demasiado, asintió con una sonrisa
— Claro, no te preocupes. Te esperaré aquí — respondió con su habitual calidez
Zenitsu agradeció con una inclinación rápida de la cabeza y desapareció entre los árboles, buscando un lugar apartado
Mitsuri se quedó sola, respirando el aire fresco y contemplando los colores cálidos del atardecer filtrarse entre las ramas, Sus pensamientos comenzaron a divagar, reflexionando sobre la misión, sobre sus compañeros, sobre el camino recorrido hasta ahora
Sin embargo, un sonido suave, el crujido de una rama, llamó su atención, Giró la cabeza instintivamente hacia el lugar donde Zenitsu se había alejado, Sus ojos, en lugar de apartarse inmediatamente, captaron algo inesperado
Entre las sombras del bosque, a lo lejos, Zenitsu estaba de espaldas, sin darse cuenta de que, en su apuro y nerviosismo, había quedado más expuesto de lo que pensaba, Mitsuri vio una fracción de su cuerpo que, en otras circunstancias, jamás habría imaginado ver
Fue solo un instante, un segundo fugaz, pero suficiente para hacer que el rostro de Mitsuri se encendiera como una llama, Sin poder evitarlo, una oleada de vergüenza y sorpresa se apoderó de ella
— ¡No, no, no, no debí mirar! — pensó Mitsuri, girando rápidamente su cabeza, el rostro completamente enrojecido
Su corazón latía a un ritmo frenético, y una risa nerviosa quiso escapar de sus labios, pero se contuvo, No podía decir nada, No debía, Zenitsu ni siquiera lo había notado, y eso, de alguna manera, la hacía sentir aún más culpable
Zenitsu regresó después de unos minutos, totalmente ajeno a lo que había ocurrido
— Gracias por esperar, Mitsuri-san — dijo, con una sonrisa un tanto avergonzada, mientras intentaba disimular su evidente nerviosismo
Mitsuri, aún con el rostro ligeramente sonrojado, trató de actuar con naturalidad, sonriendo amablemente como siempre, Sin embargo, algo había cambiado en su interior
A medida que reanudaron su marcha, Mitsuri se dio cuenta de que no podía dejar de pensar en lo que había sucedido, Intentaba sacudirse la imagen de su mente, pero esta volvía una y otra vez, como una hoja arrastrada por el viento
Zenitsu caminaba a su lado, hablando sobre la misión y sobre su deseo de volverse más fuerte, pero Mitsuri apenas podía concentrarse en lo que él decía
Por primera vez en mucho tiempo, su mente comenzó a divagar por caminos que jamás habría imaginado, A cada paso que daban, la imagen de Zenitsu se volvía más nítida en su mente.
No podía evitar pensar en cómo sería estar más cerca de él, de tocar su mano, de estar en momentos más íntimos, Se mordió el labio, intentando reprimir esos pensamientos, pero era imposible
Las imágenes que creaba su imaginación no eran gráficas, pero sí intensas, Eran sensaciones más que escenas, sentimientos que la hacían sentir un calor inusual en su pecho, un hormigueo extraño que recorría su piel
Imaginarse ese tipo de escenas... ciertamente la hacían sentir, ¿rara?, no sabia en qué aspecto, pero, sentía un sentimiento extraño
Al imaginarse escenas en donde se tocan de forma íntima... se llegan a besar... el imaginarse como Zenitsula trataba de manera "brusca" la hacia sentir algo extraña, el solo pensar eso y que zenitsu le metia la v- bueno, me desvío del punto
Mitsuri intentaba distraerse, mirando las copas de los árboles o escuchando a Zenitsu hablar, Pero su mente, traicionera, regresaba a esos pensamientos una y otra vez, "¿Qué me pasa?", se preguntaba, avergonzada de sí misma, "No puedo estar pensando en él de esa manera... ¡es Zenitsu!".
Cada palabra que él decía ahora parecía tener otro significado, otro peso, Cuando Zenitsu le agradecía por estar a su lado o por ser tan buena compañera, Mitsuri sentía que sus palabras escondían algo más
Claro que sabía que era solo su imaginación, pero eso no hacía que el rubor en sus mejillas desapareciera, Cada vez que sus manos rozaban accidentalmente mientras caminaban, ella sentía una corriente eléctrica recorrer su cuerpo
Zenitsu, por su parte, seguía hablando sin darse cuenta de nada, completamente ajeno a la batalla interna que Mitsuri libraba en silencio
"¿Qué me ocurre?" pensaba, mientras su corazón latía con fuerza cada vez que lo miraba de reojo
Nunca había pensado en Zenitsu de esta manera, pero ahora... ahora no podía evitarlo, Y aunque no diría una palabra sobre lo que había visto ni sobre lo que sentía en esos momentos, sabía que, de alguna manera, esos pensamientos la acompañarían durante toda la misión
Zenitsu, completamente ajeno a la situación, seguía hablando animadamente, sin sospechar en lo más mínimo que, para Mitsuri, ese bosque ya no era solo un escenario para una misión
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Buenas gente :3, pues si, tenemos nuevo Zone
Y solo dire algo al respecto de esta primer parte, esto será lo más "atrevido" que me verán escribir por el momento, aunque si saldrán más cosas de este estilo, obviamente sin recurrir al lemon
