Un Pequeño Error En El Tiempo

5: Envidia.

En el silencio cómodo del estudio de Yoongi, SeokJin y él se encontraban sentados uno frente al otro, disfrutando de una calma momentánea tras tantos días tumultuosos. El suave sonido de las teclas del piano que Yoongi tocaba de manera distraída llenaba la habitación, pero SeokJin tenía algo en mente, algo que necesitaba decir.

—Yoongi... —comenzó SeokJin, interrumpiendo el ambiente pacífico. Su voz sonaba seria, como si estuviera preparándose para decir algo importante.

Yoongi levantó la vista, viendo la expresión indecisa en el rostro de SeokJin. Sabía que lo que venía era algo grande.

—¿Qué pasa? —preguntó Yoongi, dejando de tocar el piano, enfocándose completamente en él, SeokJin tomó aire profundamente antes de hablar, sin estar del todo seguro de cómo empezar, pero decidió lanzarse de lleno.

—He estado pensando mucho... sobre lo que quiero hacer después del divorcio —empezó SeokJin, mirando el suelo como si estuviera buscando las palabras adecuadas—. Siempre quise tener un hijo, incluso cuando estaba con NamJoon, eso era algo que deseaba con todo mi corazón. Y ahora que estoy comenzando una nueva etapa de mi vida... no quiero esperar más.— Yoongi frunció el ceño levemente, intrigado por dónde iba todo eso, pero guardó silencio, dándole espacio para continuar.

—Quiero... quiero inseminarme —dijo SeokJin, casi en un susurro, mientras sus manos se entrelazaban nerviosamente en su regazo—. Quiero ser padre, Yoongi. Y no necesito a nadie más para eso. Puedo hacerlo por mí mismo.— Por un momento, el aire en la habitación pareció estancarse. Yoongi se quedó congelado, procesando lentamente lo que SeokJin acababa de decir. No era que no entendiera su deseo de ser padre, lo comprendía perfectamente, pero la idea de que SeokJin tuviera un hijo, solo, sin él, sin que formaran parte de esa vida juntos, lo afectó más de lo que estaba dispuesto a admitir.

—¿Vas a... hacerlo solo? —preguntó Yoongi finalmente, tratando de sonar neutral, aunque la tensión en su voz era palpable, SeokJin asintió, su mirada bajando nuevamente hacia el suelo.

—Sí. No quiero depender de nadie más. Ya he estado demasiado tiempo esperando y confiando en personas que me han lastimado. Quiero ser feliz, y tener un hijo es algo que siempre he soñado.— Yoongi sintió cómo su corazón se apretaba en su pecho. No podía negar el anhelo de SeokJin de ser padre, pero el pensamiento de él y su futuro hijo alejándose, construyendo una vida sin él, le dolía más de lo que esperaba.

—¿Y qué hay de ti? —preguntó Yoongi, su voz baja—. ¿Vas a seguir haciendo esto solo? ¿No crees que podrías... tener a alguien a tu lado?— SeokJin levantó la vista, sus ojos encontrándose con los de Yoongi. Había una mezcla de emociones en su rostro: dolor, esperanza, y algo de confusión.

—No lo sé, Yoongi —respondió con sinceridad—. Ahora mismo, no quiero depender de nadie. No quiero volver a cometer el error de entregarle mi vida a otra persona solo para que me la destroce.— Yoongi tragó en seco, el silencio entre ellos se volvió pesado.

—Lo entiendo —murmuró Yoongi, sintiendo la punzada en su pecho—. Pero, SeokJin... yo estoy aquí para ti. No porque me sienta obligado, ni porque quiera algo a cambio. Siempre te he querido, y lo único que deseo es que seas feliz. Si eso significa que quieres tener a ese bebé solo, entonces te apoyaré. Pero solo quiero que sepas que... si en algún momento decides que no quieres estar solo, yo estaría encantado de estar a tu lado.— SeokJin lo miró con los ojos brillantes, las emociones a flor de piel. No esperaba esa respuesta de Yoongi, pero tampoco podía negar que el sentimiento cálido que eso le provocaba. Aunque todavía no estaba seguro de si podía abrirse nuevamente a alguien después de todo lo que había pasado, las palabras de Yoongi dejaron una semilla de duda en su interior.