Ryo-san & Ryo-chan

02 - ¿Viviendo juntos?

Desde el primer día que Ryoko se mudó, la convivencia fue todo menos tranquila. Ryoko, extrovertida, espontánea y con un amor por lo dramático, no paraba de hablar, bailar por el departamento y sugerir planes a cada rato. "¡Vamos a decorar este lugar! ¡Está tan aburrido! Necesita más color, más vida!", exclamaba mientras movía cosas sin pedir permiso.

Ryosuke, quien estaba acostumbrado a la monotonía, solo podía seguirle el paso a medias. A pesar de sus comentarios agudos y sarcásticos, Ryoko parecía no verse afectada. "Si vas a moverte por todo el departamento como si fuera un escenario, al menos avísame para no quedar en medio del espectáculo," bromeaba él, mientras Ryoko, sin perder tiempo, lanzaba una respuesta rápida: "Mejor ponte a aplaudir, ¡que no pienso parar!"

Los vecinos no podían evitar notar la presencia de la joven de 19 años. Las miradas curiosas y los susurros empezaron. "¿Ese hombre mayor viviendo con una chica tan joven?", se escuchaba detrás de las puertas. Pero ni Ryosuke ni Ryoko parecían darle mucha importancia. De hecho, Ryoko lo tomaba como un reto. "Vamos a darles algo de qué hablar, Ryosuke. La vida es demasiado corta para preocuparse por lo que piensen los demás."

Ryosuke, en su tono habitual, simplemente agregó: "Claro, porque lo que necesitamos es más drama en este edificio."

El Lunes en la Oficina

La rutina de oficina parecía algo más ligera para Ryosuke tras la llegada de Ryoko. Aunque él no lo admitiría, la energía de la joven había comenzado a afectarlo de maneras sutiles. Su amigo, Okita Kojiro, lo notó al instante cuando se cruzaron en la entrada. "Ryosuke, ¿qué pasa contigo? Pareces menos... apagado," comentó con una sonrisa, mientras le daba una palmada en la espalda.

Ryosuke levantó una ceja, respondiendo con su clásico sarcasmo: "¿Apagado? Tal vez soy solo una versión más brillante de mi miseria habitual."

Mientras conversaban, las miradas de la oficina se desviaron hacia la entrada. Higushi Hikari, conocida como Hihi-chan por algunos compañeros, hizo su gran entrada. Con un estilo relajado pero una actitud segura, inmediatamente llamó la atención. "La nueva," murmuró Kojiro.

Ryosuke, siempre intrigado por lo inesperado, decidió iniciar una conversación con ella en la pausa del café. "Dime, Higushi-san, ¿el café es un escape o solo una distracción para olvidar la vida laboral?"

Sin perder el ritmo, Higushi Hikari respondió con una sonrisa: "Es ambos. Pero la clave está en cómo lo usas para navegar esta realidad." Ryosuke, impresionado por su capacidad para seguirle el juego, simplemente sonrió. "Creo que vamos a llevarnos bien," murmuró.

De Vuelta al Departamento

Al finalizar la jornada, Ryosuke volvió al departamento, y Ryoko lo esperaba con la energía de siempre. "¡Hoy cocino yo!", anunció mientras saltaba de alegría, tomando una botella de vino de la alacena.

Ryosuke, exhausto pero entretenido, se dejó caer en el sillón. "¿Sabes cocinar? Porque lo último que necesito es una intoxicación alimentaria." Ryoko, con una sonrisa despreocupada, respondió: "Lo descubrirás en un rato."

La velada avanzaba entre risas y pequeñas anécdotas. Ryoko, quien hablaba de todo y nada, contaba historias sobre sus amigos, sus aventuras, y cómo siempre seguía su instinto sin pensarlo demasiado. Cuando llegó el tema de relaciones, Ryosuke notó que había algo que no encajaba del todo.

"¿Y nunca has tenido problemas con chicos insistentes?", preguntó él, con curiosidad.

Ryoko rió fuerte. "No realmente. Porque, ya sabes, los chicos no son lo mío."

Ryosuke la miró, confundido por un segundo. "¿Qué dijiste?"

"Que no me gustan los chicos. Soy más de chicas," respondió ella, sin darle mucha importancia. Pero al ver la cara de Ryosuke, hizo una pausa. "Oh, ¿nunca te lo mencioné, verdad? Qué despiste el mío..."

Ryosuke, sorprendido pero manteniendo la compostura, solo rió para sí mismo. "Vaya, eso sí que es algo que deberías haber mencionado antes de mudarte, bueno... da igual."

Continuara...