Era un día como cualquier otro en la oficina. Ryosuke se encontraba revisando algunos informes cuando la puerta se abrió y entró Okita Kojiro acompañado de una chica que, a simple vista, irradiaba una tranquilidad única.
"Ryosuke, te presento a Shizuka." Kojiro sonrió de oreja a oreja, visiblemente orgulloso de su novia.
Shizuka, una chica de facciones dulces y modales impecables, saludó con una leve inclinación de cabeza. "Un placer conocerte, Hinatsu-san."
Ryosuke, sorprendido de ver por fin a la famosa novia de Kojiro, respondió con una sonrisa. "Igualmente, Yamada-san. Me preguntaba cuándo te íbamos a conocer."
La interacción fue breve, ya que Shizuka tenía prisa por atender otros asuntos, y tras un par de minutos de charla ligera, se despidió con un suave adiós. Kojiro, por su parte, siguió observando a su novia mientras salía de la oficina, una mirada de admiración en sus ojos. Ryosuke lo notó, pero no pudo evitar recordar la conversación que tuvieron sobre Higushi-san, y la contradicción lo hizo rodar los ojos internamente.
Al poco rato, Ryosuke se encontraba ordenando unos archivos cuando Higushi Hikari se acercó a él. "Hinatsu-san, ¿tienes un minuto?"
Ryosuke, siempre un poco descolocado por la seriedad con la que ella le hablaba, asintió. "Claro, Higushi-san. ¿Qué pasa?"
Ella suspiró, como si estuviera debatiendo algo importante. "Quería contarte algo... hace un año terminé una relación."
La confesión lo tomó por sorpresa. No era común que sus compañeros de oficina hablaran de temas personales, y menos alguien tan reservada como Hikari. "Oh... lo siento. ¿Estás bien ahora?"
"Sí, ya pasó. Pero me di cuenta de que necesitaba un cambio. Por eso acepté este trabajo." Hikari lo miró directamente a los ojos. "Pensé que era hora de avanzar, aunque... no es tan fácil."
Ryosuke se limitó a asentir, comprendiendo que todos tenían sus propias cargas. "Bueno, si necesitas hablar o lo que sea, ya sabes dónde encontrarme. Aunque... no soy el mejor dando consejos amorosos."
Ella esbozó una leve sonrisa. "Lo tendré en cuenta."
Mientras tanto, Ryoko seguía con su trabajo de repartidora de pizzas, sin mayores cambios en su rutina. Al terminar su turno, decidió volver temprano al edificio. Pero justo cuando estaba a punto de entrar, una de las vecinas más chismosas del edificio, Nobuhiro Kaoru, la interceptó.
"Akazuki-san, ¿puedo preguntarte algo?" Kaoru era de esas vecinas que siempre parecían saber más de lo que les correspondía.
Ryoko levantó una ceja. "Claro, Kaoru-san. ¿Qué sucede?"
La vecina la observó detenidamente antes de hacer la pregunta que tenía en mente. "¿Cuál es tu relación con Hinatsu-san? Me he dado cuenta de que últimamente pasas mucho tiempo con él."
Ryoko soltó una risa irónica. "No es lo que piensas. Solo compartimos el departamento. No hay nada más entre nosotros."
Kaoru entrecerró los ojos, claramente no convencida. "¿De verdad? Sabes, he visto cómo se comporta. Hinatsu-san... bueno, no quiero meterme en su vida, pero he oído que es un borracho."
La palabra "borracho" resonó en la mente de Ryoko. Aunque había visto a Ryosuke beber, nunca le había prestado mucha atención a cuánto bebía, ni a cómo lo hacía.
"Gracias por la información, Kaoru-san. Pero te aseguro que no es como tú crees." Ryoko sonrió educadamente y se excusó para entrar en el edificio, pero las palabras de la vecina la dejaron pensando.
Esa noche, mientras Ryoko descansaba en el sofá, escuchó ruidos provenientes de la habitación de Ryosuke. Curiosa, se levantó y caminó hacia allí. La puerta estaba entreabierta, y al asomarse vio la escena que le había adelantado Kaoru: Ryosuke, con una botella a un lado, completamente concentrado en su computadora, jugando a un juego online.
"¿En serio...?" murmuró Ryoko para sí misma. Ahora las piezas encajaban. Los comentarios de la vecina empezaban a tener sentido. Sin embargo, en lugar de enfrentarlo, decidió observar un poco más antes de decir algo. No quería causar un conflicto innecesario... al menos por ahora.
Ryosuke, por su parte, parecía estar en su propio mundo, lanzando insultos al aire mientras jugaba, sin percatarse de la presencia de Ryoko.
"Hombre, de verdad necesitas un hobby que no implique tanto alcohol." murmuró Ryoko antes de retirarse a su habitación, pensando en cómo manejaría la situación más adelante.
Continuara...
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Ryo-san & Ryo-chan
RandomEsta historia sigue la vida de un asalariado de 32 años que trabaja en una oficina llamado Hinatsu Ryosuke, quien por causalidades de la vida conoce a una peculiar chica de 19 años llamada Akazuki Ryoko. Desde ese momento ambos aprenderán el uno de...