No importa, solo hazlo...

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Max estaba celebrando su primer campeonato, en uno de sus clubs favoritos en Mónaco, tenía planeado beber mucho alcohol y terminar la noche en un cuarto de hotel con cualquier chico que le pareciera atractivo.

La noche empezó con tranquilidad, Max empezó a beber un poco de tequila que Sergio le había ofrecido, según el "esa era manera de comenzar la noche"

Charles, Carlos y Lando se sumaron a la celebración, todos celebrando el gran logro que el menor había hecho.

Sergio, por alguna razón, no le podía quitar la mirada de encima al holandés, se veía tan apuesto con esa camisa color champán, sus labios carnosos se veía tan irresistibles,
"Se vería aun mejor si estuviera encima mío, pensó el tan atrevido mexicano.

Max notó esta mirada coqueta, desde hace un par de semanas que se había percatado que aquel hombre lo miraba demasiado, una mirada que recorría todo su cuerpo.

Al cruzar miradas, el mexicano se puso nervioso, quizás ya se había dado cuenta de sus intenciones, sin pensarlo mucho, Max se acercó a Sergio, ya bastante pasado de copas, puso su brazo sobre el hombro del mayor y le susurró al oído "¿por qué no me quitas la mirada?"

A lo que Sergio respondió muy ameno "porque te ves bien bueno, amor" con un tono bastante coqueto, Max obviamente no lo tomó en serio, y solamente le dijo "entonces hazme el amor"  claramente con ironía.

Sergio soltó una risa traviesa y simplemente prefirió ignorar el comentario, pero por otra parte, a Max no le parecía tan mala idea, después de todo, quería terminar la noche con alguien en su cama. Este pensamiento fue totalmente influenciado por el alcohol.

Max ya se sentía demasiado borracho, al punto de no poder caminar sin la ayuda de Sergio, así que al mexicano no le quedo otra opción más que llevarlo asu hotel.

En el camino Max iba bastante tranquilo, pensando en como podía hacer para que el mexicano se quedara toda la noche con el, empezó a imaginar como sería el movimiento de las caderas de Sergio, ¿sería delicado con el? O ¿no tendría piedad y haría crujir la cama el resto de la noche?.

Los pensamientos de Max cada vez eran más intensos, tanto que sin pensar se mordió el labio al imaginar a Sergio encima suyo.

El mexicano notó el extraño comportamiento de Max, tenía la mirada perdida y se mordía los labios muy a menudo, —¿te encuentras bien Max?, ¿tienes ganas de vomitar?—  preguntó preocupado por su compañero —si, estoy bien Sergio...— ¿estás seguro güerito?— si... pero, ¿podrías quedarte conmigo?— ¿uh?, Si Max, me quedare contigo...— respondió con un tono extrañado.

Max necesitaba hacerle saber al mexicano que quería hacer esa noche... delicadamente, puso su mano en la pierna del mayor—¿Max, que haces?— Max miro al confundido Sergio, con unos ojos pasionales— entonces... ¿si me vas hacer el amor?— las palabras de Max lo sorprendieron rotundamente— ¿lo dices en serio cariño?— si... —Sergio soltó una sonrisa coqueta— solo espera amorcito...— Sergio pensó que solo eran efectos de la bebida, así que no se quiso emocionar...

Al llegar al hotel, Sergio bajo primero del auto para ayudar a Max a bajar, se tambalea bastante al caminar, Max se recargaba bastante en el mexicano queriendo sentir su calor.

Sergio se encargó de dejar al güerito en la cama, acostándose al lado esperando la señal del holandés para hacerlo suyo... Max lo miro con cierta ternura, no sabía como pedirle ese favor al mexicano, empezó rosando un poco su mano con la del mayor a lo que Sergio entendió enseguida.

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