MAMI [KOOKV]

Capítulo 3

Narrador omnisciente

"Me encanta mí mami, quiero quedarme con él"

Desde el momento en que JungKook había expresado aquello, pasaron casi tres semanas.

Si, tres largas y agitadas semanas que tenían a Taehyung en un sube y baja de emociones.
Resumiendo un poco, el primer encuentro fue bastante loco, anilingus en el sofá, serios problemas maternales a la vista, o tal vez paternales, y uno que otro trauma de la infancia.

Taehyung notó todo al instante, pero cuando la calentura se le pasó, lo renovó todo en su mente, llegando al instante a una opinión:

JungKook necesita cariño.

Dejando atrás de lado que quedó como un tonto al creer que se haría cargo de un niño, alguien (JungKook) necesitaba de él y el doncelito no tenía el carácter como para desligarse de ese problema.

JungKook le había pedido, ordenado, a Minjae que se vaya de la sala porque quería conocer más a fondo a su mami, el mayor no podía creer que estaba en una puta pesadilla, pero no le quedó otra que dejarlos a solas, de igual manera se fue a descargar a un prostíbulo, con un bonito chico de mejillas regordetas. No podía quedarse con las ganas luego de semejante espectáculo, además, no estaba muy de acuerdo ahora en tocar a Taehyung...

Taehyung se colocó su ropa, aguantando que su cuerpo estaba todo pegajoso, y se sentó en el mismo sillón. Al frente lo hizo el pelinegro, mirándolo con mucha atención, como si quisiera leer mucho más a fondo a Kim, como si quisiera saber todos sus más oscuros secretos. Y eso mismo deseaba.

-Hablame de ti, palomita- Le pidió dándole un apodo un poco raro, pero que el mayor le pareció tierno - Quiero conocerte, llamas mí atención-

Tae esbozó una media sonrisa - Ésto no será a medias, JungKook- Le respondió y Koo abrió grande sus ojos - Si quieres saber de mí, yo necesito también saber de ti-

El menor rió irónico, llevó su dedo pulgar hacía la barbilla y deslizó la yema por allí, como luciendo pensativo - Me parece justo- Increíblemente respondió y luego siguió - Me habías preguntado mí edad-

-Si, y los fetiches raros sólo me van a la hora del sexo, no recibiré una falta de respeto en otro momento- Dijo firme el rubio, por más que estaba muriendo de miedo, no le dejará ver ni si quiera se atrevería a titubear, él debía mantenerse en alto - Así que nada de perrita, o "putita aquí yo hago las preguntas"- terminó fingiendo la voz del pelinegro, quién se removió en su asiento. Él no era así, aún no tiene idea de porque actuó de esa forma.

¿Tal vez quiso parecer alguien mayor, o dominante para con el doncel?

El sexo con mujeres era casi nulo en su vida, y cuando lo hacía era de lo más normal. Él arriba arrementiendo una vagina, nada de fetiches, nada de palabras, nada de gemidos. Ningún sentimiento de ese tipo, como si lo hiciera porque no tenía otra opción. A veces le resultaba demasiado aburrido.

-Tengo diecinueve - Informó y a Taehyung casi se le desprende la mandíbula del rostro. koo aclaró su garganta y rascó su nariz nervioso - En dos meses cumplo los veinte, soy géminis-

Tae quedó en silencio, se levantó del sillón y luego volvió a sentarse. Apoyó sus codos sobre sus rodillas y cubrió con sus manos su bonita cara.

Había dejado que un chico diez años menor le mamara el culo!

Bueno, en su defensa, el pelinegro parecía de al menos veintidós años. Y no sólo por su cuerpo, sino por la madurez con la que habla o se maneja.

-¿Qué sucede?- Preguntó el menor con la mandíbula tensa, se imaginaba lo que pasaba por la mente del doncel y no le agradaba para nada. Él no era un niño.