05. Paso confuso.

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El aire fresco movía los árboles, el sonido de los pasos de tres chicas se coordinaban con el canto de los pájaros.

Mai paró en seco, mirando a ambas chicas con un rostro serio - ¿Qué Jungeun dijo qué?

— ¡No fue nada! — Jiyoon se acercó. — Fui demasiado entrometida y ella solo puso un límite. Es todo.

— ¡No es todo! — Mai miró a Jeemin que se intentaba ocultar de su vista. — ¡¿Y tu lo sabias?!

— Bueno, note a rara a Jungeun y le pregunte. — Se encogió de hombros y rió nerviosa.

— ¿Y que vas a hacer? — Mai se cruzó de brazos. — ¿Vas a dejarla en paz?

— Sobre eso...

— ¡Le dio un regalo! — Exclamó Jeemin con emoción. — ¡Lo hubieras visto, fue...! — Se detuvo ante la expresión fría de la mayor.

— Así que le diste el regalo... ¿Tan poco te valoras?

— ¡Yo me valoro mucho! — Jiyoon se acercó defensiva. — ¡Y me dio las gracias!

— ¡¿Quizás por qué es lo que debe de hacer?!

Jiyoon se dio la vuelta, tomando del brazo a Jeemin con una mirada perdida.

Mai aceleró el paso, mirándolas de costado. — Hay algo que no me están diciendo.

— Eso fue todo lo que pasó. — Dijo Jeemin. — ¡Hasta la vi sonreír!

— ¡¿Sonrió?! — El rostro de Jiyoon se iluminó con una sonrisa encantadora y llena de esperanza romántica.

— ¡Sí, apuesto a que se sonrojo!

— Basta las dos. — Dijo Mai, su voz firme y su mirada se movía de lado a lado. — Por mucho que me encantaría estar de su lado, Jungeun ha demostrado ser más cruel que amable en muchas situaciones.

— ¡No es...!

— Lo es. — Interrumpió.

Con una última mirada, avanzó de nuevo, dejando que sus palabras se instalarán en Jiyoon, a quien Jeemin veia con lástima.

— En parte tiene razón, Jiyoon.

— No la tiene. — Susurró.

Las dos caminaban a la par y ocasionalmente volteaban hacia Mai, quien no parecía escucharlas a metros de distancia.

— Creo que agradecerte ha sido lo único amable que la he visto hacer.

— Ella ha sido muy gentil conmigo, no tengo idea de que hablas.

— Dame un ejemplo.

Jiyoon bajó la cabeza, cerró los ojos y se dejó guiar por el sonido de los pasos. En su mente giraban momentos aleatorios, las veces que no se acercaba y las pocas veces que pudo tratarla durante más de dos minutos.

— En la clase de danza, siempre se ofrece a enseñarme los pasos. — Abrió los ojos y habló con orgullo.

— ¿De verdad? — Agitó la cabeza, sorprendida. — ¿No se ofrece a enseñarle a todos?

Jeemin vio como Jiyoon la rebasaba a saltos, ignorando sus palabras y encerrandose en su mente. Con los nervios a punta sus ideas estaban llenas de Jungeun, la joven enamorada miró las tiendas que cada vez se familiarizaban más.

— ¡Voy a parar a la florería! — No Esperó respuestas, pero hubiera esperado compañía.

Ninguna se mostro tras ella y tampoco parecía haber nadie dentro. En el mostrador una campana reclucia con el sol, se acercó ñara tocarla antes de escuchar a alguien tras ella que la hizo saltar.

Unísono De Dos • JuyoonzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora