×O62; Contigo.

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─ Muy bien, ahora aprieta mis manos,─ dijo la doctora poniendo sus manos frente a Jake. ─lo más fuerte que puedas.

Jake apretó sus manos lo más fuerte que pudo.

Solar, que ese era su nombre, no estaba muy convencida.

─ ¿Estás poniendo fuerza?─ preguntó. Jake asintió. ─Toda la que tengo.─ respondió.

Solar volteó con los dos menores.

─ Niki ven,─ el menor se acercó. ─aprieta mis manos fuerte, muy fuerte, con todas tus fuerzas.

El niño mencionado tomó sus manos y las apretó.

─ ¿Sucede algo?─ preguntó Lee con cierta preocupación.

─ Están muy débiles Jake y JungWon. Sus dos hermanos menores tienen la misma o más fuerza que ellos,─ respondió mientras anotaba algunas cosas en el nuevo expediente de los niños. ─si no les molesta me gustaría realizarles algunas pruebas.

─ No, adelante;─ respondió Jay. ─pero ¿es grave?

Solar se levantó tomando un frasco y una nota en la que escribió el nombre de un libro.

─ SungHoon, Jake,─ llamó la doctora. ─¿podrían ir a la habitación de enfrente y traer este libro? Lo necesito para explicarles algo a sus padres,─ dijo dándoles la nota. ─y ustedes pequeños, vayan a darle de comer a los peces, deben de tener hambre.─ dijo a los tres menores dándoles el frasco.

Los cinco obedecieron a las ordenes de la doctora y fueron a donde les dijeron.

La doctora volvió a tomar asiento.

─ ¿Tienen antecedentes genéticos con leucemia?─ preguntó la doctora.

─ De mi familia no tengo a nadie.─ respondió Park.

La doctora volteó con HeeSeung.

─ Oh... No, yo no soy nada de los niños. Soy su niñero.─ dijo Lee un poco avergonzado por la situación.

─ Lo siento mucho, creí que eran pareja.─ respondió la doctora soltando una pequeña reverencia. ─ Entonces, señor Park, ¿su esposo los tiene?

─ Ahora que lo recuerdo, me comentó que uno de sus hermanos llegó a tener... ¿Mis hijos tienen leucemia?─ preguntó con cierto miedo.

─ No lo sé,─ respondió la doctora. ─por eso necesito los estudios, no le puedo dar un diagnóstico ahora.

─ Ellos van a estar bien ¿verdad?─ preguntó Jay con desesperación.

─ Se lo prometo, señor.─ respondió la doctora. ─ No sé preocupe de más ahora. Le daré también una dieta para cada uno de sus hijos, asegúrense de que coman bien.

─ ¡Misión cumplida!─ gritó Niki corriendo junto a la doctora con el frasco. ─Tenían mucha hambre sus peces.

─ Pero ya les dimos de comer.─ añadió JungWon.

Seguidamente entraron los dos hermanos mayores.

─ Aquí está ¿Puedo explicarles yo? Estuve estudiando este tema la semana pasada.─ dijo Jake emocionado.

El libro no tenía nada que ver con lo que tenían los niños, sólo era para distraerlos, aún así la doctora les siguió el juego.

─ ¿Tú sabes de esto? No lo puedo creer.

Los niños estaban demasiado concentrados hablando entre ellos, haciéndose bromas y comiendo qué realmente no les estaban prestando atención a los mayores.

No te acerques a papá |HeeJayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora