Segunda Carta

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Hola, Evan (nombre al azahar). 

Siento mucho tener que decirte esto así y no en persona, pero ya no podía más.

Siempre fuiste tú, ¿sabes? Pero fui un cobarde... Me daba miedo. 

Me daba bastante miedo decirte todo lo que siento. Porque nunca pude encontrar las palabras correctas. Y a decir verdad ahora tampoco, pero creí que sería más justo si me sinceraba del todo...

No se si había otra solución, probablemente si... Yo encontré esta, muy impulsiva ¿verdad? como yo.

Solo espero que no seas tu el que me encuentre.

Solo espero que puedas recordar bien todo lo que vivimos. 

Y solo espero que pueda perdonarme, olvidarme, aprender a vivir sin mi de nuevo, y ser feliz, Incluso más feliz que cuando yo estaba. Porque estoy seguro que solo era una carga, una molestia y un impedimento para la felicidad y tranquilidad de quien me rodea...

Ahora os dejo tranquilos... y, por fin, estaré tranquilo yo también...

Hasta la otra vida. Con amor, Andrés.   

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