Dos días después de llegar a la casa nueva solo faltaban detalles para terminar de ordenar nuestras cosas, por ahora solo nos concentrábamos en terminar lo más pronto posible para poder descansar y "disfrutar" de las cosas que nos ofrecía el lugar. Ese mismo día terminamos muchas de las cosas que debíamos hacer por lo cual tendríamos la tarde libre para hacer cualquier cosa.
-Salgamos afuera, hay muchos niños para que tus hermanas jueguen, tú también tienes que salir, no vas a estar encerrado todo el día en casa, tienes que salir a convivir-Dijo mi madre mientras yo aun ordenaba los últimos detalles de mi habitación.
-¿No hay otra opción a elegir? Como quedarme aquí dentro, por ejemplo-Era claro que no la iba a haber, pero algo debía de intentar. Había salido unas cuantas veces en esos dos días y había visto a un par de personas que era claro que llevaban ahí mucho más tiempo que yo, sinceramente nunca me sentí impulsado a hablarle a una de esas personas a pesar de que se veían amigables.
-No, no hay opción de quedarse aquí encerrado, vas a salir-Dijo mi madre antes de que intentara tan siquiera negociar mi propuesta.
Seguí ordenando mis cosas cuando mis hermanas vinieron a mí a decir que saliera con ellas y mi madre, no me quedó opción más que salir con ellas al pequeño jardín que estaba en la entrada de la casa; cada casa tenía ese espacio en la parte de afuera. Efectivamente, como dijo mi madre, había muchos niños pequeños jugando afuera, mis hermanas no tardaron en incorporarse a los dos hijos de la que era nuestra vecina pues eran casi de la misma edad que mis dos hermanas pequeñas.
Yo solo me quedé sentado en el césped de mi casa y fue entonces que la vi, aquella chica que había visto al momento de llegar a aquel lugar. Estaba con otras dos chicas menores a ella, sin embargo, ella era la que más resaltaba de las tres. Parecía que tenía una edad cercana a la mía, no es como si le fuese a preguntar, aunque se veía como una de esas personas que buscan una perfección absoluta y encajar, como si la vida se tratase de caer bien a todos y ser igual a todos en todo.
- ¿Por qué no vas a hablarle a ellas? se ve que son de tu edad, más o menos. -Dijo mi madre al ver que no paraba de prestar atención a esa nueva persona que tanto veía.
-No, es una pérdida de tiempo, además de que no creo que pueda hablar de mucho con ella...
- ¿"Ella"? - preguntó mi madre al ver que me refería a alguien en específico dentro de ese pequeño grupo de tres.
-Ellas, las tres. Sabes que no me llevo bien con las personas, no iré.
Pareció que mi madre estaba desesperada por conocer a alguien lo más pronto posible o que Dios me odia lo suficiente como para meterle a idea a mi madre de hablarles. En cuanto ellas se acercaron persiguiendo a una niña pequeña mi madre les habló.
- ¿Hola, Dios? Sabes que nunca te pido nada en la vida, pero hoy acudo a ti en tiempos desesperados. Necesito que me ayudes a hacer que ellas se alejen de mi madre o algo así, tú puedes ayudarme, ¿no? -dije mientras veía como mi madre hablaba con ellas tres mientras me volteaba a ver y señalaba a lo lejos. Al parecer Dios me odia, pues en cuestión de momentos intervino para hacer que hablara con ellas.
ESTÁS LEYENDO
Vida normal de alguien normal
LosoweLas personas son raras, las personas y su percepción de las cosas. Todos sueñan con tener una vida perfecta y recuerdos perfectos, siempre preocupándose con encajar con los demás, ¿cuándo es que todo eso importó?