Extraña [9]

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Yuuji ha estado actuando extraño.

Todos se dan cuenta de eso, tres semanas después del ataque de Mahito, Yuuji parece estar evitando a la mayoría.

Se queda en la escuela hasta tarde, bajo la excusa del club deportivo en el que termino entrando, y cuando no son días de entrenamiento, dice que esta estudiando.

Yuuji no podía volver a casa, no se atrevía a ver a Nanamin a la cara, a las gemelas que Sukuna asesino mientras usaba su cuerpo, el ultimo recuerdo que tenía de Choso de esa otra vida era la pelea en los baños de la estación antes de que quedara inconsciente Sukuna tomara el control de su cuerpo, recordaba que Gojo-sensei había sido sellado.

Mimiko lo ha encontrado algunas veces cazando maldiciones entre los callejones.

Nunca se le ha acercado mucho cuando esta exorcizando, Yuuji siempre parece furioso cuando estrella sus golpes contra la maldición hasta exorcizarla, y bueno, el ultimo recuerdo de Mimiko de la otra vida es la cara de Yuuji indiferente antes de que le rebanaran la cabeza. Sabe que no era él, no le tiene miedo a Yuuji porque sabe que él no le haría algo así, pero Mimiko y Nanako guardan sus propios arrepentimientos por las acciones y elecciones que hicieron en ese entonces.

Ese día, Mimiko espera pacientemente fuera del callejon a que Yuuji salga, lo espera con una bebida fría en su mano y su celular en la otra, acaba de terminar una llamada con Nanako para avisarle que encontro a Yuuji y que volveran a casa mas tarde.

Yuuji no tardo en salir del callejon, sorprendiendose cuando la encontro afuera, se puso rígido un momento antes de calmarse y saludarla en voz baja.

—Hola, Mimiko— Saludo ajustando la mochila sobre su hombro.

—Hola, Itadori— Y le ofreció la bebida —¿Te lastimaste?—

—No, todo esta bien— Acepto la bebida, pero no dio un trago, solo miro fijamente el vaso —¿Llevas mucho tiempo...?

—¿Esperando a que salgas? ¿O sabiendo lo que has estado haciendo?— Le pregunto amablemente mientras empezaba a caminar a la par de Itadori con dirección a casa —A cualquiera de las dos cosas, no. No mucho tiempo—

Los dos avanzaron un poco, antes de que Itadori se detuviera y abriera la boca, la cerro de nuevo y la volvió a abrir.

—Lo siento—

—¿Eh?

—Quería disculparme, con Nanako y contigo... por lo que paso... en shibuya—

—Esta bien, nosotras tambien lo lamentamos... ahora, en ese momento no... Fue egoísta de nuestra parte, queríamos recuperar el cuerpo de Geto-sama y... honestamente, no lo pensamos mucho, realmente— Mimiko fruncio el ceño y hablo lentamente —Y tu fuiste quien termino pagando los platos rotos, así que... perdon por eso—

Los dos suspiran y se quedan ahí, en silencio en medio de la calle mientras piensan en cosas completamente diferentes.

—Realmente no necesitas disculparte, no realmente. No fuiste tu.

—Lo que hizo Sukuna... si hubiera podido detenerlo.

—No— Mimiko lo interrumpio bruscamente —Itadori, yo he matado personas: Por no ser hechiceros y los que trataron de detenerme. Soy una criminal, mi hermana y yo lo somos. El simple hecho de que Gojo Satoru no nos lleve arrastrando al cuartel general, de que Ijichi o Nanami tampoco lo hagan, es porque tienen esperanza en que cambiaremos, y lo estamos intentando, realmente...— Mimiko cerro la boca, enrededada con sus propios pensamientos —Nunca te hemos contado eso.

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⏰ Última actualización: Nov 17 ⏰

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