Capítulo 1: Aina o Aoi

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El mundo en el cual quede atrapada (como millones de chicas lo han hecho hasta ahora) uno creería que transmigrar está en dos extremos todo se trata de eso o jamás en la vida puede tocarte, yo estaba del lado el cual no le importaban esas cosas, obviamente soy una fiel lectora del género, el destino no sabría saber si me sonrió o decidió golpearme en la cara.

Yo morí no atropellada por un autobús (la forma más fácil de zanjar los temas en este tipo de mundo, te quiero Camión-chan pero donde está el desarrollo dentro de eso) tal vez me cataloguen como una protagonista egocéntrica que adora hablar de sí misma por pensar que deben conocerme antes de siquiera contarles algo de todo lo demás, la introducción es importante, como puedes identificarte conmigo si ni siquiera me conoces, no sé si mi narración sea de tu agrado pero que puedo hacer la que cuenta la historia aquí soy yo, aun así espero podamos ser grandes amigos, amigas o amigues, en el transcurso de la misma

Así que me presento soy Aina tengo actualmente 24 años, viví una vida relativamente normal dentro de lo que yo consideraba así en mi vida, fui una otaku enamorada de Tomoe gran parte de esos años (aferrada a la vida solo por Kamisama Hajimemashita), me gradué en una escuela pública, no tenía ni la mejor ni la peor relación con mi familia, después de graduarme directamente comencé a trabajar en una oficina encargándome de cosas de contabilidad, yo odio la contabilidad pero necesitaba comer que te puedo decir, era un poco más inteligente que el promedio y las personas muchas veces me envidiaban por eso, aun cuando yo intentaba demostrar que todos éramos iguales, pero con el tiempo me di cuenta que no puedes hacerles entender a la gente cosas si ellos mismos se tienen en un punto de vista inferior, no es tu culpa lo que los demás tengan contra ti por el hecho de ser tú mismo, ese es problema de ellos no tuyo, como me gustaría haberlo sabido en ese tiempo pero siempre me desvió del tema, aun si algo de mis divagaciones impactan en ti mi trabajo está hecho, si no pues ni modo se hizo el intento.

Mi último día comenzó como cualquier otro, me desperté, me bañe, estuve una hora maquillándome y arreglándome el cabello porque primero va mi egocentrismo y después mi tiempo para comer, una vez hecho todo eso me dirigí a tomar el transporte hacia mi trabajo, procesar todo el día documentos, revisar facturas, límites y movimientos me tenían harta, lo bueno es que ese día termino rápido, el problema fue cuando regrese a casa, baje del autobús ya era de noche, coloque mis audífonos, llegue a casa pero no había nadie en esta, después de eso todo paso muy rápido encendí la luz del pasillo, justo esa acción le dio fin a mi vida, mi madre tenía mala memoria, en ocasiones se olvidaba dejando la llave del gas abierta, afortunadamente antes alguien lo notaba, discutíamos mucho con ella por eso, pero esta vez nadie lo noto, morir de esta manera era algo que estaba esquivando desde hacía mucho tiempo, ya hasta era una broma entre los que me conocían, todo a mi alrededor se llenó como si el fuego se expandiera con conciencia, debido a las diversas situaciones nunca me pregunte como seria morir quemada, déjenme decirles que es algo que no deseo que le pase a alguien mas, la sensación de ardor, dolor, quedarse sin aire en esos momentos desee que fuera camión-chan ese te pega y boom no sabes más, este tipo de muerte te deja consciente demasiado tiempo para mi gusto, una vez perdí totalmente la conciencia no sabía que seria, que pasaría me pregunte cuál de todas las teorías sobre lo que hay después de la muerte seria la real

Pero solo llego la oscuridad, como puedes llegar a entender a la oscuridad misma, ni yo lo sabía, pero con unos días después esa oscuridad se disipo y volví a abrir los ojos en otra dimensión creía yo, a mi lado se encontraban unos chicos parece más pequeños que yo, eran 3 chicos de cabello muy negro algo largo, muy lindos debo decir, demasiado, en la vida real jamás me topé con este tipo de bellezas a menos que fueran chicos medio cringe en tiktok y ni los conocía, desde ese momento comencé a ver que algo no iba bien

-AOIIIIIIIIIIII- grito uno mientras se lanzaba a abrazarme, era el más pequeño al parecer, parecía totalmente un chico malo de 15 años pero su actitud era totalmente distinta

Tome una noche con el Protagonista JugadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora