Ikigai | Watching One Piece

ʟᴀ ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴅᴇ ʟᴏꜱ ᴍᴇᴊᴏʀᴇꜱ

Monkey D. Luffy se caracteriza como alguien que vivió el momento, sin dudar en sí mismo o en sus decisiones. En general, ser seguro de sí mismo y de sus ideales. Sin duda, a lo largo de aquel tiempo, poco a poco se fue convirtiendo en alguien admirado, respetado y amado. Siendo alguien invencible que puede enfrentarse a todo.

Sin embargo, incluso alguien como él ha sido vencido.

En aquel momento, Luffy no solamente enfrenta la derrota física, causada por los almirantes, sino por sus propias acciones. También enfrentaba una derrota mental, donde su inseguridad lo invadía.

Fue ahí donde se dio cuenta de cuán débil era.

Kizaru, un reconocido almirante de la marina, estaba intrigado. Incluso para alguien como él, no podía negar el hecho de que la existencia de Monkey D. Luffy era aterradora en miles de formas que no podía describir correctamente.

Así como muchos, había visto lo que era capaz de hacer, el como con su actitud tonta era capaz de conmover a la gente, el líder nato que era. Pero sobre todo, el cómo se sacrificaba por sus 'Nakamas' dándoles la libertad que muchos solo son capaces de anhelar.

Y ahora con aquellas palabras de su viejo amigo, no pudo evitar desear sentarse al lado del chico y conversar con él. Ni siquiera era necesario hablarle, incluso, desde aquella distancia podía ver aquella 'aura' que desprendía, aquella que hacía que todos los siguieran.

Por un momento se imaginó a sí mismo de jovén, conociendo a Mugiwara, podía haber jurado que si el destino los hubiera hecho encontrarse en otra situación podrían haber sido amigos.

En ese momento entendió a Aokiji. Quien fue el primero en ver el potencial del chico, y sintió algo de envidia.

Incluso sentía pesar de cómo sucedieron las cosas.

La emperatriz Boa Hancock estaba sentada, mirando con enojo la situación del coliseo.

Sus hermanas se arrodillaron ante ella, exaltadas. "¡Lo sentimos, anee-sama! No solo hemos perdido, sino que fuimos salvadas por el enemigo."

Luffy acomodaba a Margaret petrificada. "Y bien...¿ahora pelearé contigo?"

Las Kujas estaban casi horrorizadas, ¿que hacía un hombre en sus tierras? Y pero aún, ¿ese hombre había vencido a las hermanas? Habían muchas cosas mal en ese momento, les aterrorizaba el cómo reaccionaría su líder, aunque había cierta intriga.

Para los más perspicaces, quienes no se olvidan de los pequeños detalles, sabían muy bien qué tipo de relación tenía Boa Hancock con Monkey D. Luffy.

Gloriosa era una de las más interesadas, más que todo porque deseaba ver a esa niña que alguna vez recogió, volver al buen camino.

Y a comparación de Luffy, quien estaba demasiado absorto en sus propios pensamientos autodestructivos, siendo apoyado por su tripulación y hermanos, Hancock tenía especial curiosidad por lo que mostraba, desviando su mirada de vez en cuando hacia el círculo que habían formado los Mugiwaras. Un poco molesta por no poder ver cómo estaba él...

—¿Salvadas? —Murmuro Sandersonia.

—¿Qué pudo pasar para que él nos salve? —preguntó Marigold.

Las hermanas gorgona se miraron entre sí, temiendo lo peor.

Sanji hizo un esfuerzo sobrehumano para no comportarse como un tonto enamorado por la sola imagen de aquella emperatriz. 'Tu capitán te necesita' se recordó una y otra vez.