"Ahhh~~~ Uhhh~~~" Los gemidos de Orión se intensificaron, un poema de éxtasis escapó de sus labios y alimentó el deseo de Celeste de continuar con sus movimientos. Motivada por sus gritos de felicidad, encontró una resistencia renovada para continuar, a pesar de las sensaciones electrizantes que surgían a través de su vagina. Con determinación, se sumergió profunda y contundentemente, con varios "Pahhh~~" y "Plop~~~" más resonantes
"Mmmmhhh ~~~" Ella sofocó sus gemidos, permitiendo que solo tentadores susurros de placer escaparan de sus labios mientras continuaba moviendo sus voluptuosas nalgas hacia arriba y hacia abajo. Con cada movimiento rítmico, un ritmo de sonidos sensuales llenaba el aire, un coro hipnótico de "Pah ~~ Pah ~~~" y "Pahh ~~ Pahh~~~" La tentadora melodía de sus mejillas aplaudiendo se coordinaba con el ritmo embriagador creado por su intensa penetración, lanzando un hechizo de pura satisfacción en la habitación.
"Pah~~ Aplauso~~"
A medida que sus nalgas descendían con gracia, se encontraron con el regazo de Orión con un aplauso rotundo y seductor.
"Pahhh~~ Pahhh~~"
A medida que se desarrollaban los momentos intensos, Celeste podía sentir que su vagina se volvía cada vez más resbaladiza y empapada de jugos. Con cada movimiento irresistible, se deslizaba sin esfuerzo dentro y fuera de ella, la humedad aterciopelada lo envolvía en una unión perfecta. El intenso placer que se acumulaba dentro de ella agudizó sus sentidos, instándola a abrir los ojos que había estado cerrados en una dichosa rendición.
Con la mirada fija en Orión, Celeste extendió su mano, guiada por un instinto primario. Su tacto era suave pero firme mientras acariciaba delicadamente sus bolas palpitantes, ahuecándolas con sus manos. La electrizante sensación de su tierno agarre envió una oleada de felicidad a través de Orión, "Uhhh~~~ amplificando la ya embriagadora experiencia.
Impulsada por el deseo abrumador de intensificar su vínculo, Celeste bajó la cintura una vez más, empalando a él con un rotundo "Pahh~~~". El contundente choque de sus cuerpos resonó en la habitación, puntuando el aire con la crudeza de su afecto. La poderosa estocada provocó un grito primigenio de los labios de Orión, un gemido desesperado que escapó en un "aHHH~~" sin aliento.
En el calor de su apasionado intercambio, Orión no pudo resistir la tentación de igualar el entusiasmo de Celeste. Con un brillo astuto en sus ojos, apretó su agarre en las voluptuosas mejillas de su, sus dedos se hundieron en la suave carne, disfrutando de la sensación. Una oleada de dominio se apoderó de él mientras controlaba sus movimientos, ejerciendo su voluntad sobre ella.
"PAHH~~ APAGADO~~" El sonido de su colisión reverberó por la habitación mientras Celeste involuntariamente dejó escapar un gemido gutural, "~~Urrgggh~~" tomado por sorpresa por el repentino aumento de intensidad. Sus piernas hormigueaban con un delicioso entumecimiento, un testimonio del placer que corría por su agujero rosado. Sin embargo, a pesar de las abrumadoras sensaciones de hormigueo, la determinación de Celeste se mantuvo inquebrantable.
A medida que las manos de su hijo moldeaban y moldeaban sus curvilíneos glúteos, un nuevo aprecio por sus curvas se apoderó de Celeste. Atrás quedaron sus inseguridades, reemplazadas por la innegable validación de su deseo. Con una determinación inquebrantable, extendió sus manos hacia afuera, plantándolas firmemente en el suelo, manteniendo su posición sobre su miembro palpitante.
Reuniendo cada gramo de su fuerza, Celeste reunió la fuerza de voluntad para levantarse de su pene una vez más. La fuerza en sus brazos y el fuego en su núcleo alimentaron su determinación. Y antes de que Orión pudiera reaccionar, se golpeó contra sí misma, empalando con fuerza sobre él, su cuerpo temblando con una mezcla de placer y esfuerzo.
Comprendiendo por fin lo que deseaba, Celeste arqueó su cuerpo hacia abajo, con las palmas de las manos aún firmemente ancladas en el suelo, y aceleró el paso con renovado fervor. "Pahh~~pahhh~~~" Sus cuerpos cantaron, su agujero empapado tragando y sacando el pene empapado de su hijo de sus entrañas, cada movimiento encendiendo chispas de euforia. Sintiendo una oportunidad, Orión la aprovechó, usando su fuerza para empujarla con fuerza hacia su miembro una vez más, su carne chocó con un resonante aplauso, "~~PAAAHH~~".
El ciclo de la pasión se repetía, sus cuerpos armonizaban en una danza primigenia de deseo. Orion podía sentir que su pene finalmente se hinchaba y se retorcía dentro de su húmedo abrazo maternal, señalando que se acercaba la cima del placer. Con un gruñido gutural escapando de sus labios, comenzó a pronunciar: —Estoy a punto de..., pero antes de que pudiera terminar su frase, Celeste, impulsada por su propio deseo insaciable, tomó el asunto en sus propias manos. Golpeó sus generosas nalgas contra su regazo, presionando su orificio de parto con fuerza contra el pene de su hijo, creando una fricción tentadora que hizo que los escalofríos recorrieran su cuerpo.
En una explosión de sensaciones, un calor escalofriante brotó de su corazón, irradiando a través de todo su ser. Una cascada de líquido caliente y hormigueante brotó de sus profundidades, inundando sus sentidos con una felicidad abrumadora.
A medida que su energía se drenaba lentamente de su cuerpo, Celeste soportó la implacable oleada de semen cálido y hormigueante que brotó del pene de su hijo y subió a su útero. La intensa sensación la dejaba temblando, su fuerza menguando con cada poderosa liberación. El cansancio comenzó a apoderarse de ella, abrumando su deseo de seguir en cuclillas sobre él. Poco a poco, se echó hacia atrás, encontrando consuelo y apoyo en el sólido calor del pecho de Orión.
Orion la atrapó hábilmente, ajustando su cuerpo ligeramente hacia arriba para soportar su peso mientras aprovechaba la oportunidad para explorar más a fondo. Sus dedos pellizcaron hábilmente y frotaron suavemente los labios de su coño maternal, ansioso por evaluar si ella también estaba llegando al punto de liberación. Como se anticipó, las piernas de Celeste se enderezaron de inmediato, y una oleada de líquido caliente, entremezclado con su espeso semen, corrió por sus testículos, encontrando su destino final en el piso debajo de ellos.
"¡Haaaaa...... Haaaaaa......" Celeste exhaló hondo mientras yacía tranquilamente sobre su pecho. No sabía cómo era posible que cada kushi que tuviera con su hijo fuera tan intenso, si no más, que el último. Su corazón latía con una mezcla de emociones, abrumada por la profundidad de su conexión. Los momentos que compartieron fueron como un torbellino, una exquisita mezcla de dicha y ternura que la dejó sin aliento.
—¿Estás bien? Orion le susurró tranquilamente al oído, su voz fue un alivio tranquilizador para sus sentidos. Su mano derecha apretó su gran pecho, ofreciéndole un ancla de apoyo mientras la sostenía. Con cada toque, moldeaba y daba forma a sus pezones del tamaño de un pulgar, encontrando su propio consuelo en el abrazo.
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EL LIBERTINAJE DEL JEFE DE ALDEA
Science FictionCuando Orion es misteriosamente transmigrado a un mundo primitivo donde el sexo y otros bienes y servicios pueden ser intercambiados, está decidido a aprovechar al máximo su segunda oportunidad en la vida. Pero a medida que se adentra más en este pe...