El chico del coche

Introducción ~ La plancha y el pantalón

                                                                                 CÁPITULO 0

Ahí estaba yo, sentada en el sofá de mi casa mientras estaba viendo la televisión acariciando a mi perrita Corcolo.

Estar sola en casa es lo mejor del mundo, hay que admitirlo. Pero tenía muchas ganas de salir, estar en casa todo el día me aburre muchísimo y luego con todos los deberes que nos puso la Señora Patel me iba a dar un infarto, de verdad, creo que esa señora no tiene nada más que hacer en su vida que mandar deberes y hacer examenes de temas que no hemos dado en nuestras vidas, lo sé, es algo injusto.

Así que lo único que hice fue quedarme unos minutos más en mi comodísimo sofá e irme a mi habitación a buscar alguna ropa que ponerme. Ya tenía en mente que elegir (si soy la mejor lo sé) cómo ya era otoño y ya empezaba a sentirse el frío, opte por ponerme una camiseta manga larga de algodón de color gris, con un corte relajado y un diseño sencillo, unos pantalones de lino de tono oscuro y unas botas tipo chelsea de color negro.

Cuando fui a buscar la ropa vi que el pantalón estaba arrugado, claro, si es de lino obviamente se va arrugar hasta cuando lo tocas.

Así que lo que hice fue ir a buscar la plancha, pero como estoy mas ciega que Dora no la encontré.

La última opción que me quedaba era llamar a mi madre e interrumpir su reunión de trabajo.

- Hola mamá -. Saludé con una voz aguda, ya que se el sermón que me van a dar por interrumpirla.

- Leah. ¿Porqué me estas llamando? ¿acaso no te dije que estoy en una reunión? -. Dijo con una voz áspera.

- Bueno...Es que te quería preguntar si sabías...

- Habla ya Leah, no tengo tiempo.

- Si sabes donde esta la plancha .- Digo mientras rio nerviosamente.

- Ay, dime por favor Leah si no me has interrumpido la reunión solo por esto.

- Bueno...Si digo que no fue por esto estaría mintiendo, así qu-

- Esta en la sala de la lavandería, abajo de la encimera -. Me interrumpió.

- Valeeee.- Digo alargando demasiado la e.- Gracias mami eres la mejor ¿lo sabes?.

- Si, si, lo que tu digas. Acuérdate de que a la seis tienes Taekwondo.

- Ay, ¿hoy no puedo faltar? por fa .- La verdad es que yo soy alguien que ha estado en muchísimas extraescolares en toda su vida, solo que me aburro muy rápido y lo termino dejando todo .- Es que el profesor dijo que hoy no venía .- Mentí.

- Leah Michelle Wilson, no me mientas y no faltarás. Ya hemos gastado demasiado dinero en tus caprichos.

- Jo, anda por favor mami .- Le digo con una voz de niña pequeña caprichosa.

- Ni por favor ni nada, no faltarás. Si no tienes nada más que decir, adiós .- Dice antes de colgar.

Mi madre es muy injusta conmigo. Taekwondo no es lo peor del mundo, pero me da demasiada pereza salir de mi queridísima casa solo para dar patadas como un caballo.

Deje pasar el tema (por ahora) y fui a buscar la apreciadísima plancha.

Fui a la lavandería y agarre la plancha. Luego subí las millones de escaleras que tenemos para ir a mi habitación y agarrar la tabla de planchar.

Conecte la plancha a un enchufe y la puse a la máxima temperatura para que se calentara más rápido.

Cuando ya se calentó lo suficiente, puse el pantalón en la tabla de planchar y lo estire para poder plancharlo bien.