Alicent Hightower ?

Alicent Targaryen

Alicent Targaryen

-NO!- Aegon grito, eso era una mierda el realmente se esta volviendo loco, con Laenor estuvo bien, con Harwin...pero con Viserys otra vez? Bueno por fin podría ver como su madre lo tenia de pequeño a el y a sus hermanos, pero Viserys era un horrible padre y esposo, era lo peor de lo peor.- Que coraje! Por que con el? No hay alguien mas?-

Aemond suspiro, bueno en realidad tendrá que respirar muy hondo, para no matar a Viserys.

Otto sonríe, al parecer por fin su hija hizo algo bueno. Al fin hizo lo que se esperaba de ella.

Aemma se sintió incomoda, Alicent era una niña y Viserys podría ser su padre.

Rhaenyra con Daemon se removieron incomodo por lo visto ya que está unión trago mucha tragedia a todos, Daemon observo a Otto al otro lado de la habitación parecía contento por la unión, como un completo idiota obsesionado por el poder.

Todas las casas estaban reunidas esperando a la novia, la casa Velaryon junto a la casa Targaryen  por parte del novio, la casa  junto a la casa Hightower por la novia, el septón supremo en medio del altar listo para unir a los novios.
Alicent se encontraba detrás de las enormes puertas, su mirada fija en un lugar de la puerta, sobre pensando su lamentable situación, ya que está odia dicha unión.

Las puertas se abrieron y con ello la gente de levantó para recibir a la novia, Alicent camino de la mano con su padre el cual se mostraba hirviendo de irá, sus ojos afilados como un cuchillo mirándola de reojo, su mano apretando su antebrazo sin ningún remordimiento llevando casi a rastras a su hija al altar. Alicent levanto su vista mientras caminaba sintiendo los ojos en ella, deseaba desaparecer, deseaba que la tierra la tragara que un dragón la queme o la tragué en ese momento...joder ella quería morir, la muerte será más amable con ella que este matrimonio.

La sala observaba a la pequeña Alicent, observando y escuchando como está deseaba y anhelaba su muerte, la gente siempre llegó a pensar que ella deseaba ser reina, ser la esposa de un hombre tan poderoso como Viserys, por eso él mismo rey y los demás no supieron por qué la reacción de esta.

O no quisieron, lo mejor para ellos y para todos era no saber, o conocer, los pensamientos de las niñas, las desgracias de estás y sus sufrimiento.

Aunque estaba claro las niñas siempre querían ser niñas, no crecer y mucho menos cuando su futuro será el mismo de todas, ser esposas, calentar la cama de su esposo, tener a sus hijos y morir.

El mimo destinos para todas, puede que algunas como Rhaenyra y otras personas cambien sus destinos, pero hay otras como Alicent que no pueden, que deben cumplir con su papel, con su destino, a pesar de que esto las lleve a su muerte.

En el momento en que Alicent Hightower avanzó hacia el altar, el mundo pareció detenerse. Su vestido de novia, una obra maestra de seda blanca, abrazaba su figura con una elegancia que solo ella podía portar. El escote en V, adornado con intrincados bordados de hilo dorado, capturaba la luz de manera mágica, mientras que las largas mangas de encaje se ajustaban delicadamente a sus brazos, añadiendo un toque de sofisticación.
La falda, compuesta de capas de tul, se desplegaba en un suave vaivén, creando un efecto etéreo que la hacía parecer casi como si flotara. La cola del vestido, larga y majestuosa, se arrastraba detrás de ella, simbolizando no solo su estatus, sino también la historia que la había llevado hasta este momento crucial.