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Salí al exterior, dando pasos cortos y temblorosas. Mis ojos se llenaron de lágrimas, y no supe bien que decir. Unas enormes ganas de vomitar me invadieron, y dejé caer mi cuerpo sobre el escalon.

—N—no....

—Señorita, ¿qué ocurre? –preguntó y negué mientras comenzaba a llorar.

—Emma...

Lloré y él me envolvió en un abrazo. Nos levantamos, e ingresé al carruaje sin parar de llorar.

—Emma...

—¿Quién es Emma? ¿La puedo ayudar? –quiso saber levantando mi barbilla. Negué con los ojos cubiertos por lágrimas.

—Es... complicado yo... —no sabía si decirle ¿Y si al enterarse que era una esclava me abandonaba a mi suerte? Debía irme, buscar a Emma.

—La ayudaré...

—No... si quiere ayudarme, le pido que me deje ir –comenté y él me observó confundido.

—No. Usted... es mi prometida –comentó mirándome alos ojos y quise llorar de nuevo –no la dejaré. Digame que ocurre y la ayudaré.

—Yo... —empecé a hablar pero cerré la boca, mis ojos azules se encontraron con los suyos. Arrugué mis labios sintiendo que tenía unas enormes ganas de vomitar –yo... soy una esclava.

—¿Q—qué? –preguntó sorprendido, y se apartó de mí –no lo entiendo...

—Marlina no es mi madre, ella... me compró junto a... Emma.

—¿Y quién es Emma? ¿Su... hermana? –preguntó y negué —¿Quién es?

—Mi... hija. 

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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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Vendida al DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora