Atardecer

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Para Camus la noche siempre había sido sinónimo de elegancia. El silencio, las estrellas y la calma de ésta era algo que lo hacía sentir en su elemento, sin embargo, las últimas semanas había algo que rondaba por su cabeza últimamente; Que los atardeceres eran su momento favorito del día ¿El por qué? Era la hora en que coincidían sus descansos con los de Makoto.
—Camus… —poco a poco fue abriendo los ojos. La luz golpeando su rostro le hizo despertar, pero apenas recobró el sentido se sentó de golpe avergonzada— No puede ser ¿me dormí?
—Apenas veinte minutos —dejó su libro a un lado. Ahora que había despertado volvió su atención a ella con una tenue sonrisa burlesca— ¿Será que Kurosaki te está contagiando sus malas costumbres?
—Lo siento… —Se talló el rostro esperando reaccionar por completo con ello.
El clima había comenzado a bajar pese a que los rayos anaranjados del sol bañaban por completo el lugar, reflejándose en el lago y traspasando las hojas de los árboles bajo los cuales habían decidido tener un picnic.
—Es la única hora del día que podemos pasar tiempo a solas y aún así no pude evitarlo. Y eso que preparaste algo tan lindo….
Camus solo mantuvo una calmada sonrisa y con delicadeza acercó su mano para retirar una hoja seca que había quedado atorada en el cabello de la chica.
—No te preocupes. Sé que ha sido difícil encontrar tiempo libre con Kurosaki para su nueva canción. Has estado durmiendo hasta tarde por eso ¿Cierto?
—Aún así no es excusa. Tú también has tenido mucho trabajo últimamente y no veo que te sientas cansado por eso. No quiero ser una novia aburrida.
—Uhm ¿Crees que podría tener esa impresión de ti? Siempre te comportas con seriedad en el trabajo, eres dedicada y pese a ser bastante estricta y terca todos te ven como una figura confiable. Eres asombrosa, pero admito que ver este lado relajado tuyo me parece más bien… adorable.
Y ahí estaba, un tenue sonrojo en las mejillas de la chica como consecuencia de sus palabras ¿Había algo mejor que provocar reacciones tan lindas en ella?
—Sabes… te ves realmente guapo con la luz del sol —fue lo mejor que pudo decir. Un halago se paga con otro ¿No?
Cuando Camus la trataba con tanta gentileza era difícil que los nervios no le invadieran.
Aún con los meses que llevaban saliendo sentía que había muchas que aún no sabía manejar, pero siendo Camus un novio tan considerado, estaría bien mostrarle ese lado torpe y tímido que ni ella sabía que tenía ¿No? Después de todo, eran reacciones que sólo él podía aflorar.
—¿De verdad? En ese caso… —se acercó un poco más, tomándole esta vez del mentón para que fijara su mirada en él— ¿Debería aprovechar ahora antes de que se rompa el encanto?
Makoto soltó una delicada risa, bien podría decirle que le gustaba a todas horas del día, pero ¿No sería mejor seguir la corriente?
Antes de que el crepúsculo terminara, sus labios se entrelazaron con dulzura y solo podían pensar una cosa “Que el sol nunca se oculte”

Lo logré antes de que termine el día wuu. A veces creo que se me complica más limitar todo a una escena en los drabbles, pero tiempo no hay para desarrollar más así que bueno, espero disfruten mis ocurrencias de último minuto jaksjj

Días de leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora