Cumpleaños

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—Catorce grados más a tu izquierda.
—Tiene que ser una broma…
—No me hubieras pedido ayuda si no querías que todo saliera a la perfección. O hubieras contratado a alguien pero insististe en hacerlo tú mismo.
—Tsk está bien… ¿Así?
—Sí, supongo que la inclinación pasa desapercibida.
Dictaminó el de cabellos color cian, dejando que Ranmaru pegara la última decoración.
—¿Makoto aún no baja? —Preguntó Ai.
—Se está preparando en la habitación—Contestó sin mirarle pues estaba asegurándose de que todo estuviera listo para cuando llegara la festejada.
Guirnaldas de globos tonos pastel adornaban la sala principal de su hogar. La mesa de bocadillos estaba lista a un lado del comedor y un letrero de “Feliz cumpleaños” no podía pasar desapercibido.
Justo a tiempo, con la luz del sol de mediodía entrando por los ventanales los invitados tocaron a la puerta así que el anfitrión fue a recibirlos.
—¡Llegamos~! —Gritaron al unísono Ringo y Reiji, cada uno  cargando una caja de regalo de gran tamaño que apenas podían sostener. Mientras tanto, Camus y Ryuya solo permanecieron a unos pasos detrás de ellos.
—Creí que Makoto les había pedido discreción.
—Pueden ser discretos cualquier día del año, pero hoy no hay que escatimar en consentir a nuestra pequeña, así que con permiso~
Ringo entró apenas Ranmaru se hizo a un lado siendo seguido por los demás.
Poco a poco los demás invitados fueron llegando. La casa que llevaba un par de años compartiendo con su ahora esposa era alegrada por conversaciones animadas y sonrisas contagiosas. Era un ambiente en verdad encantador, pero a pesar de ello Ranmaru no tardó en escabullirse a una sala vacía apenas vió a Makoto bajar las escaleras, llevándola consigo.
—¿Qué pasa, tan pronto te cansaste de la gente? —cuestionó Makoto con un tono bromista simplemente dejándose llevar por su esposo.
—Cuando dijimos que solo invitaríamos a personas cercanas no imaginé que la casa se llenaría.
—Lo sé, arman un escándalo ¿No?
Soltaron una cómplice risa sin más y en silencio se abrazaron, uniendo sus frentes por un momento que pertenecía solo para ellos dos.
—¿Sabes…? No podría estar más feliz— murmuró Makoto antes de separar sus rostros, manteniendo la misma cercanía entre sus cuerpos.
—Lo sé… Para ti y para mí que vivimos mucho tiempo en soledad, creo que es grandioso saber que logramos encontrar nuestro lugar.
—Me alegra saber que Akemi crecerá con una familia que la ame tanto.
—¿Crees que ya haya despertado?
—Sí, tu hermana estaba con ella. Deberíamos volver.
—Está bien…
Con un suave beso en su frente finalmente se separaron y regresaron a la sala principal tomados de la mano.
Todo estaba listo, con la cumpleañera esta vez en los brazos de su madre los demás se acercaron a presenciar el momento. Ranmaru encendió la vela y tras una breve canción de happy birthday los dos soplaron juntos por su pequeña.
Era un tres de octubre, el día era soleado y los árboles comenzaban a cambiar de estación. Aún cuando Akemi no podría recordar tal celebración más que con fotografías, la calidez de las personas que le acompañaron aquel día era algo que mantendría con vividez cada día sin importar los años que pasasen.

Era el cumpleaños de su hijaaaaaa.  Ay, me dio mucha emoción esta idea. No pude subirlo antes pero quedó justo a tiempo para seguir al día. Y no sé ustedes, pero yo sé que será una niña muy consentida.
Si les gustó no olviden su voto y comentar, nos leeremos mañana ~

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