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LAIS.

Llegué a casa y cuando me despedí de mis amigos pude largarme a llorar tranquilamente, odiaba llorar en frente de alguien.

—¿Lais?—me pregunta mi mamá y al instante me sequé las lagrimas—. No son horas de llegar, pensé que te había pasado.

—Estuve en el negocio y se me fue el tiempo—le expliqué y dejé mis cosas en el recibidor.

—En el horno está la cena, yo me voy a dormir que estoy muerta y me tuve que quedar acá esperando.

Era obvio que yo era un estorbo para ellos pero por lo menos disimulen y más ahora que estoy a nada de llorar, pero bueno siempre fue así y ya tendría que acostumbrarme.

Ella se fue y pude ver como mi viejo bajaba y me quedaba mirando, parecía que me analizaba.

—Que raro que no estas con ninguno de tus amigos—me dice y yo lo miró confundida—. Como siempre los traes a la noche sin permiso.

—Pa eso puedo explicarlo—le dije antes que se altere pero era tarde.

—Tu mamá y yo no valemos en tu vida parece, yo pregunto nomas ¿Por que seguís viviendo bajo el mismo techo de dos pelotudos?

—Quinta vez que me echas en el mes—escupí con dolor en el pecho—. Si tuviera la oportunidad me voy y lo sabes.

—¿A donde vas a vivir? Déjate de joder, Lais—se me ríe en la cara y mi ganas de llorar estaban volviendo.

—En cualquier lado pero por lo menos en paz y sola—ese comentario fue el que hizo explotar todo.

—Vivis encerrada culo para arriba sin hacer nada y decís que no estás en paz acá, sos una caradura—su voz era más elevada.

—Yo hago cosas, papá. Vos siempre ves lo malo de mi y nunca lo bueno.

—¡No me hables en tu puta vida, Lais!—me grita y yo retrocedo por su cambio de humor.

—Pero yo no dije nada.

—¿Que vas a hacer como tus amiguitas que se pelean con sus papás y te vas a ir? Te desconozco como persona—me dice con odio y yo solo lloraba en silencio.

—Yo nunca dije eso, no me grites por favor.

—Subí que no te quiero ver más—me dice y yo sigo mirando a la nada hasta que me grita de nuevo—. ¡Tomate el palo, pendeja de mierda!

Yo por el grito asustada subí lo más rápido que pude y me encerré en mi pieza con mi gato.

—Estoy tan cansada, Draco—le dije a mi gato tirándome junto a él—. Ya no quiero sentir dolor, ya no quiero sentir nada la verdad.

El me miraba y ponía su cabeza en mi mano para que lo acaricie mientras ronroneaba haciendo que parta en llanto, sentía que solo con el podía llorar y desahogarme.

Me dolía el pecho demasiado y mi respiración cada vez era más acelerada, no podía parar de llorar por todo y por todos.

¿A alguien le importo en serio? ¿O están obligados a que les importe?

Pude escuchar como mi celular sonaba varias veces pero no le di bola y me puse a escuchar música triste porque si esto va a doler que duela todo ahora y mañana ya esté con una sonrisa para los demás.

De fondo se empezó a escuchar "Veneno" de Delaossa y mi mirada estaba en el techo mientras acariciaba a mi gato que estaba acostado en mi pecho mientras dormía.

Cada vez me sentía más cansada, ya no puedo disimular más que estoy bien cuando ya no quiero ni estar acá.

Interrumpieron mis pensamientos golpes en mi ventana haciendo que me asuste y mi gato me mire con cara de culo por saltar así.

—Perdón, mi amor—le dije mientras me acercaba a la ventana y podía visualizar la silueta.

Era Mateo.

—¿Que haces?—no le deje pasar haciendo que se quede sentada en el marco de la ventana.

—Lais te llamé más de diez veces, pensé que te pasó algo y...

—No me pasó nada, ahora ándate—quise cerrar la ventana pero el me lo impide.

—¿Estas llorando?—me mira bien y yo esquivo su mirada—. Decime que te pasó.

—Te dije que te vayas—dije fríamente.

—Lala te juro que se me paso lo de irte a buscar pero podemos hacerlo en otro...

—¡No!—le grite y el me miro extrañado—. No quiero verte, ándate por favor.

—Lais—pone una mano en mi hombro y yo estaba a nada del llanto.

—De-déjame—dije como pude pero él niega.

—¿Tu viejo?—me pregunta y yo asiento haciendo que el me agarre y me abrace con mucha fuerza.

Yo no aguanté más y me largué a llorar en su hombro haciendo que el me abrace aún más y me acaricie el pelo.

En la habitación solo se escuchaba mi llanto y los murmuros de Mateo.

—Basta por favor, Lais—dice Mateo con la voz baja porque yo no podía parar de llorar—. Se que duele pero vos no sos la problema.

—Me odia, Mateo—dije entre lágrimas y el me agarra la cara haciendo que lo mire.

—No vale la pena, el que no te quiera a a vos nunca va a valer la pena ¿Si?—me dice y yo asiento con la cara toda roja e hinchada.

Nos acostamos en mi cama mientras mirábamos el techo, estaba todo en silencio y lo único que se escuchaba era el ronroneo de Draco.

—Gracias—me salió del alma y el me mira.

—Perdón—me dice y ambos entendíamos porque cada uno decía esas palabras así que no dijimos más nada.

El agarró mi celular y cambio la canción que estaba sonando para poner "Rain III" y en mi boca se formó una sonrisa.

—Se que te gusta—me dice acostándose a mi lado y los dos seguir viendo el techo.

Vos me gustas.

—Me encanta—le digo sin mirarlo.

Estaba tan relajada que no me di cuenta que Mateo estaba susurrando la canción mientras acariciaba mis rulos haciendo que caiga en un sueño profundo y lo ultimo que recuerdo sea unas manos en mi cintura acercándome a un cuerpo más grande que el mío.

[...]

Me desperté con la alarma del laburo y largue una gran suspiro de cansancio. Abrí mis ojos de a poco y pude notar que me quede re dormida ayer a la noche y encima con Mateo a lado.

Abrí mejor los ojos y me encontré con una cama vacía haciendo que mi sonrisa por el lindo recuerdo se vuelva en otro suspiro y me tape la cara con una almohada.

Otra vez el era el único que podía hacerme olvidar de todo, pero a la vez era otra vez el que se desaparecía dejándome sola.







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Holis chicxs espero que les guste el capítulo, nos vemos la próxima actualización 💘

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⏰ Última actualización: Oct 03 ⏰

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