Narrador/omnisciente:
Roberto termina de anclar un tubo de metal contra la pared del fuselaje.
—Traigan a los heridos.—
Algunos chicos cargan a Arturo y hacen lo mismo con Vasco.
—Despacio, cuidado con las piernas. Ahí vas a estar más comodo, Arturo.—
Un sonido de motor retumba contra las montañas. Pueden oírlo, no verlo.
☆★✫✯⭒ ⭒✯✫★☆—Los Andes son inmensos. Seguramente organizan la búsqueda por zonas. Ayer estaban acá y los vimos pasar por arriba nuestro. Hoy los escuchamos, pero no los vimos. Deben estar buscando por otra zona.—
—Si nos siguen buscando esque no nos vieron.—
—Van a venir, hay que tener fe— Fito ve a Marcelo, incrédulo.
—¿Fe? ¿Como fe?—
—ni una palabra de esto a los más chicos. Si se lo dicen, les van a hundir la moral. Ustedes son los más grandes acá y tienen una responsabilidad. El rescate va a venir.—
Marcelo da fin al debate y se aleja, acercándose a su sobrino.Roberto ve a sus compañeros, frustrado.
—Así no vamos a aguantar, eh.—
—¿Cuanto podemos estar así?—
—¿conoces la regla de tres? Tres minutos sin respirar, tres días sin tomar agua y tres semanas sin comer.
—¿tres semanas sin comer? Yo llevo tres días sin comer y me estoy muriendo de hambre.—
—acá es mucho peor. Estamos con frio, en la altura. Estamos consumiendo tres o cuatro veces más de calorías.—
—Roque nos habló de las baterías. Iban en la cola del avión. Para mi, hay que subir a buscarlas allá, donde chocamos, y hacer funcionar la radio.—
Fito termina de armas unas gafas de sol. Con alambres, vidrios y cuero.
En la ladera de la montaña, Numa, Fito, Roberto y Carlitos ascienden penosamente, agotados.
Marcelo mira las figuras diminutas qué se alejan lentamente. Iván, quien estaba cuidando a Nando, mira hacia afuera. Rezando para que los cuatro regresen.
Numa iba adelante. Se detiene y mira a sus compañeros.
—¡hay que seguir! ¡Hay que aprovechar que la nieve esta firma todavía!—
—Numa, guarda energías, no tengo ganas de cargarte a la vuelta.—
Fito se da la vuelta, lanza una mirada al horizonte y algo le llama poderosamente la atención. Carlitos lo nota.
—Fito ¿qué pasa?—
—El avión no se ve, Iván tenía razón.—
Los demás voltean a ver, donde se suponía que estaba el avión. Nada.—Volvemos.—
Ya van seis días sin comer.
Ayer repartimos lo último que nos quedaba. Un paquete de galletitas.
Ya no hay más...
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La Sociedad De La Nieve (Ficcion)
Non-Fiction𝚄𝚗𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚍𝚒𝚏𝚒𝚌𝚒𝚕 𝚍𝚎 𝚌𝚘𝚗𝚝𝚊𝚛, 𝚍𝚒𝚏𝚒́𝚌𝚒𝚕 𝚍𝚎 𝚌𝚛𝚎𝚎𝚛, 𝚍𝚒𝚏𝚒́𝚌𝚒𝚕 𝚍𝚎 𝚊𝚌𝚝𝚞𝚊𝚛 𝚢 𝚍𝚒𝚏𝚒́𝚌𝚒𝚕 𝚍𝚎 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚛... 𝙰𝚕𝚐𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚘𝚛 𝚖𝚊́𝚜 𝚜𝚘𝚛𝚙𝚛𝚎𝚗𝚍𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚢 𝚍𝚎𝚜𝚐𝚊𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚙𝚊...