En casa

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La puerta se cerró con un suave clic detrás de Felix mientras entraba en la casa, su presencia llenando el pequeño espacio de energía contenida. La habitación estaba iluminada por la luz tenue de una lámpara en el rincón, y el aire estaba impregnado del suave aroma del café que Hyunjin había hecho minutos antes, aunque no había bebido ni un sorbo.

Hyunjin lo miró desde el sofá, una mezcla de alivio y ansiedad en sus ojos. Era como si hubiera estado esperando ese momento todo el día, una tensión constante que solo se rompía cuando Felix estaba cerca, pero también era consciente del caos que solía seguir esa paz momentánea.

-Llegaste -murmuró Hyunjin, su voz baja mientras se levantaba lentamente, inseguro de cómo iniciar la conversación que sabía que ambos evitaban.

Felix asintió sin decir nada, sus ojos recorriendo la habitación antes de aterrizar en Hyunjin. Parecía agotado, como si el día lo hubiera consumido por completo. Sin embargo, había algo más en su mirada, algo que Hyunjin no terminaba de descifrar.

-Necesitaba verte -dijo Felix finalmente, sus palabras cortas, pero con un peso que llenó el silencio.

Hyunjin dio un paso hacia él, pero se detuvo a medio camino, inseguro. Sabía que las cosas no podían seguir así, sabían ambos que esa dinámica destructiva los estaba arrastrando hacia el fondo, pero al mismo tiempo, la atracción entre ellos era imposible de resistir.

-Sin ti, me siento mareado y triste, no tengo energía -dijo Felix de repente, su voz más suave, sus palabras rompiendo la barrera que había entre ellos.

El impacto de esa confesión resonó en Hyunjin, quien lo miró con una mezcla de sorpresa y dolor. Nunca había escuchado a Felix expresar su vulnerabilidad de esa manera, nunca con tanta claridad. Felix solía esconder sus emociones detrás de una máscara de indiferencia, pero ahora parecía demasiado agotado para fingir.

Hyunjin se acercó, esta vez sin detenerse, y lo tomó de la mano, sus dedos entrelazándose con los de Felix. No dijo nada al principio, simplemente dejó que el contacto hablara por él. Felix lo miró, sus ojos reflejando una mezcla de cansancio y deseo. Había tantas cosas que querían decirse, tantas emociones que flotaban en el aire, pero las palabras parecían insuficientes.

-Tú tampoco lo entiendes, ¿verdad? -susurró Hyunjin, su voz rompiendo el silencio que había comenzado a instalarse de nuevo-. No sé por qué seguimos haciendo esto, pero no sé cómo detenerlo.

Felix dejó escapar un suspiro, su cuerpo relajándose ligeramente ante el contacto de Hyunjin. El caos, la confusión, todo seguía allí, pero en ese momento, había algo más importante: el hecho de que se tenían el uno al otro. Incluso cuando todo lo demás parecía desmoronarse, siempre terminaban juntos.

Felix lo atrajo hacia sí, apoyando su frente contra la de Hyunjin. El calor de su cercanía era reconfortante, familiar. Sus respiraciones se entrelazaron, y Hyunjin pudo sentir el leve temblor en el cuerpo de Felix, un signo de que estaba tan perdido en esa espiral como él.

-No sé cómo hacer esto sin ti -confesó Felix, su voz un susurro apenas audible-. Pero a veces me siento tan agotado que no sé si puedo seguir.

Hyunjin cerró los ojos, dejando que las palabras de Felix se asentaran en su mente. El peso de lo que compartían, de lo que eran, parecía demasiado para soportarlo a veces, pero también sabía que no podía dejarlo ir. No podía imaginarse un mundo en el que Felix no estuviera a su lado.

Se quedó en silencio por un momento, dejando que el tiempo pasara lentamente, saboreando ese instante antes de que todo volviera a complicarse. Porque, al final, ese era el patrón que seguían: un breve momento de calma antes de que el caos los atrapara de nuevo.

Psych๏ - ʟɪxᴊɪɴ/ʜʏᴜɴʟɪxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora