Hyunjin y Felix estaban sentados en el salón, la televisión encendida pero sin que ninguno de los dos prestara atención al programa. El sonido de las risas en la pantalla contrastaba con el silencio incómodo entre ellos, una pausa que se había vuelto más frecuente con el paso de los días. Las emociones siempre fluctuaban entre la calma y el caos, y esta vez sentían que la tormenta se avecinaba de nuevo.
La puerta del apartamento se abrió de repente, interrumpiendo el silencio, y Jisoo entró con una energía desbordante. Felix había mencionado que ella pasaría, pero Hyunjin no estaba preparado para su presencia. Jisoo siempre tenía una forma de leer entre líneas, de ver más allá de las apariencias, y eso lo ponía nervioso.
-¡Hola, chicos! -saludó ella con una sonrisa, dejando su chaqueta en el sofá antes de sentarse frente a ellos-. ¿Todo bien?
Felix le devolvió la sonrisa, aunque algo forzada, y Hyunjin solo asintió, sin saber muy bien cómo manejar la incomodidad que empezaba a sentir. Jisoo era una amiga cercana de Felix, pero nunca había estado del todo cómoda con su relación, y eso se notaba en cada encuentro.
-Todo bien -respondió Felix, pero su tono no convenció a nadie, menos a Jisoo, quien lo miró con los ojos entrecerrados.
-¿Seguro? -insistió ella, inclinándose un poco hacia adelante-. Últimamente he oído cosas... ¿Qué está pasando entre ustedes?
Hyunjin tragó saliva, deseando no estar ahí. No le gustaban las preguntas de Jisoo porque sabía que, detrás de su preocupación, había una crítica implícita. Sabía que ella veía su relación con Felix como algo dañino, y en parte, tenía razón. Pero eso no significaba que Hyunjin estuviera dispuesto a reconocerlo abiertamente, al menos no frente a ella.
-Estamos bien -repitió Felix, un poco más firme esta vez, como si intentara poner fin a la conversación antes de que siquiera empezara.
Pero Jisoo no se dejó disuadir tan fácilmente.
-Felix, te conozco -dijo, sus ojos moviéndose entre los dos-. Sé cuando algo no está bien. Y, no me malinterpretes, pero... siempre he pensado que ustedes dos... no son exactamente lo que llamaría una pareja sana.
Hyunjin sintió cómo su cuerpo se tensaba ante las palabras de Jisoo. No era la primera vez que alguien señalaba lo obvio, pero cuando venía de alguien cercano a Felix, el impacto era mayor. Desvió la mirada hacia el suelo, tratando de bloquear la incomodidad que crecía en su interior.
-Nosotros... -Felix comenzó, pero Jisoo lo interrumpió.
-¿Qué pasa cuando pelean? Porque, francamente, parece que cada vez que están juntos es como una bomba de tiempo a punto de explotar.
Hyunjin sintió que la presión en su pecho aumentaba. No podía negar que ella tenía razón. Peleaban constantemente, con una intensidad que a veces asustaba incluso a él. Pero también estaba la otra cara de su relación, esa pasión que los consumía y que los hacía volver el uno al otro, una y otra vez.
-Peleamos como si fuera la última vez y luego nos reconciliamos -dijo Hyunjin de repente, su voz sonando más fría de lo que pretendía. No pudo evitarlo, era una defensa automática. Sabía que no tenía sentido negarlo, pero tampoco quería que Jisoo lo atacara abiertamente.
Jisoo lo miró fijamente, sorprendida por su respuesta directa. Por un momento, el silencio llenó la habitación, y Hyunjin sintió que todos los ojos estaban sobre él. Desearía no haber dicho nada.
-¿Y crees que eso está bien? -preguntó Jisoo con suavidad, pero sus palabras cortaron como un cuchillo.
Hyunjin se encogió de hombros, sin saber qué responder. Claro que no estaba bien, pero ¿qué importaba? Sabía que su relación con Felix era un ciclo destructivo, pero también sabía que no podía imaginar su vida sin él. Cada pelea era como un pequeño apocalipsis, pero cada reconciliación era un respiro, un momento en el que sentía que todo estaba bien, aunque solo fuera por un instante.
-No es perfecto, lo sé -dijo finalmente, sin mirarla-. Pero no es tan fácil como parece.
Jisoo dejó escapar un suspiro, recostándose en el sofá, su expresión suavizándose un poco. Era obvio que le importaba Felix, y quizá incluso Hyunjin, aunque no lo conocía tan bien. Pero no podía entender lo que ellos compartían, y eso solo añadía a la frustración que Hyunjin sentía.
-Solo quiero que estés bien, Felix -dijo Jisoo, mirando a su amigo con una mezcla de preocupación y cariño-. No quiero verte atrapado en algo que te haga daño.
Felix apartó la mirada, visiblemente incómodo con la conversación. Hyunjin podía ver la tensión en su mandíbula, una señal clara de que no quería hablar más del tema. Pero antes de que pudiera cambiar de tema, Jisoo se dirigió a Hyunjin.
-Y tú también, Hyunjin. No sé mucho de ti, pero... esto no es saludable para ninguno de los dos.
Hyunjin asintió lentamente, sabiendo que Jisoo tenía razón pero sin saber cómo explicarle que, a pesar de todo, no podía dejar a Felix. Era un desastre, pero era su desastre, y lo necesitaba, tanto como Felix lo necesitaba a él.
-Lo manejaremos -dijo Felix en voz baja, mirando finalmente a Jisoo-. Siempre lo hacemos.
Jisoo los observó por un momento más, sus ojos llenos de preocupación. Luego asintió, aunque no parecía convencida. Se levantó, tomando su chaqueta, y se dirigió hacia la puerta.
-Solo piensen en lo que les dije, ¿sí? -dijo antes de salir-. No siempre pueden arreglarlo todo con una pelea y una reconciliación.
La puerta se cerró tras ella, dejando a Hyunjin y Felix en el mismo silencio incómodo de antes, solo que esta vez, con las palabras de Jisoo flotando en el aire como una advertencia que ninguno de los dos estaba listo para escuchar.
Hyunjin miró a Felix, quien evitaba su mirada. Sabían que tenían que hablar, sabían que algo tenía que cambiar, pero esa noche, como tantas otras, ninguno de los dos estaba preparado para enfrentar la verdad.
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Psych๏ - ʟɪxᴊɪɴ/ʜʏᴜɴʟɪx
Fanfiction。𖦹°‧En el fondo, ambos sabían que lo que tenían no era sano, pero también sabían que no podían vivir sin ello. Era caótico, inestable, un amor que coqueteaba con la locura. Porque, al final, en medio de ese caos, Hyunjin y Félix eran perfectos, aun...