-Amigos de la infancia
-Desconocidos
-Mejores Amigos
-Pareja
A lo largo del tiempo ustedes dos han recibido múltiples nombre.
Nunca pensaste que Teruki podía cambiar, eso nunca te cruzó por la cabeza, porque era técnicamente imposible que alguien ca...
Querías correr, huir, ese era tu plan para todo. Pero no podías hacerlo en este momento. ¿Qué se suponía que tenías que hacer? ¿Empujarlo y salir corriendo enfrente de todos? No querías hacer una escena de telenovela delante de toda la escuela.
-¿Qué quieres? -Actuaste con normalidad y desinterés, pero eso solo era una máscara. Básicamente, te estabas muriendo y gritando por dentro, preguntándote por qué te estaba pasando esto. No querías verlo; se suponía que ambos deberían haber olvidado todo y seguir como si nada, volver a ignorarse como siempre.
-¿Podemos caminar juntos a casa? -Teruki sonrió con tranquilidad mientras te miraba. ¿Caminar juntos a casa? ¿Cuándo fue la última vez que hicieron eso? No querías ser descortés, pero tampoco querías estar al lado de él; era incómodo.
-Tengo cosas que hacer después de la escuela... -Apartaste la mirada con un poco de vergüenza y nerviosismo, tratando de salir de esa situación-. Me tengo que ir -te diste la vuelta para ir a cualquier lugar lejos de él.
Pensaste que Teruki lo había entendido porque no oíste nada más salir de su boca cuando te diste la vuelta. El día pasó con normalidad, solo que recibiste un castigo por parte del profesor por perder las llaves del salón.
Cuando saliste para caminar a casa, viste a Teruki afuera. Parecía estar esperando a alguien... ¿Te estaba esperando a ti? No querías hablar con él. ¿Qué parte no entendió? Claramente, estabas incómodo en su presencia; no es necesario ser un experto o un psíquico para saber eso. Trataste de caminar muy lentamente para que no te detectara, intentando pasar desapercibido entre otros estudiantes. Sin embargo, cuando ya estabas cantando victoria, sentiste una mano en tu hombro. Era Teruki.
-Ah... perdón si te asusté. No te acompañaré a casa, solo quería decirte algo en un lugar con menos gente -Teruki en ese momento hizo una reverencia hacia ti-. ¡Por favor, perdóname ___! -dijo en voz alta-. Te lastimé en el pasado. Sentía que yo era el protagonista del mundo... sin embargo, desde ayer pude ver lo equivocado que estaba... y lo mucho que te hice pasar por mi egoísmo y narcisismo. ¡Por favor, perdóname!
-...-No sabías qué decir. Ya se había disculpado ayer, pero hoy era diferente; parecía genuinamente arrepentido. Sin embargo, no pudiste evitar recordar todo lo que sentiste en el pasado-. No puedo creerlo -Teruki levantó la mirada; tenías una expresión de incredulidad-. ¡Nadie cambia de la noche a la mañana! ¡No puedo creerte después de todo lo que pasó! ¡Te has comportado como un imbécil por más de nueve años! Si es una broma tuya, ¡ahórratelo! -gritaste, frustrado por la situación. Tus emociones se apoderaron de ti después de contenerlas por tanto tiempo.
-De eso soy consciente, ___. Solo quería que supieras que estoy profundamente arrepentido por lo que te hice sentir. Pero te digo la verdad cuando digo que mi forma de pensar y mis actitudes cambiaron. Sigo trabajando en mí mismo, pero quiero empezar a reconocer mis errores... Quiero que volvamos a ser amigos, ___ -Teruki parecía muy honesto al decir todo esto, pero no podías asimilar lo último. ¿Volver a ser amigos? Después de todo, no querías. No confiabas en él. Incluso aunque en el fondo querías aceptar absolutamente todo lo que te decía, tu orgullo era más fuerte. No lo ibas a perdonar... no ahora.
-No me importa lo que digas... -dijiste mientras apretabas la correa de tu mochila-. No creeré nada de lo que digas... si no soy capaz de verlo por mí mismo -las palabras no servían de nada si no lo demostraba con acciones.
-Entonces lo haré... si esa es la única forma en la que puedes perdonarme... lo haré, ___ -Teruki estaba decidido a demostrarte que había cambiado para bien. Pero, ¿por qué? ¿Necesitaba tu aprobación para ser una buena persona?
-...-Te marchaste a tu casa antes de que te detuviera nuevamente. Tu corazón latía con fuerza después de ese encuentro. Llegaste a casa después de unos minutos, pero, incluso así, las palabras de Teruki resonaban en tu cabeza-. Teruki... -murmuraste, preguntándote si Teruki había cambiado o seguía siendo el mismo chico egoísta. Nadie puede cambiar sus ideales tan rápido, no después de haber humillado a tanta gente. Sin embargo, decidiste no pensar tanto en eso, principalmente porque tus nervios provocaron que el agua de tu pecera decorativa empezara a flotar y básicamente cualquier líquido cercano-. ¡Cálmate ___! No queremos que la tubería se vuelva a romper por tu culpa -dijiste, tratando de relajarte mientras respirabas profundamente.
Con un poco de esfuerzo, volviste a poner los líquidos en su lugar, tratando de no hacerlos flotar otra vez. Necesitabas descansar. ¿Qué estaba pasando esta semana? Primero te castigaron por dormirte en clase, luego presenciaste cómo Teruki peleaba con un chico y lo dejaban calvo, la destrucción y reconstrucción de tu escuela, Teruki disculpándose... Todo eso era algo que nunca pensaste vivir en menos de tres días. Todo era tan confuso y cansado.
-Ah... ¿por qué no puedo volver a tener cinco años? Todo era más fácil -dijiste mientras te acostabas en tu cama. Ni siquiera podías contárselo a nadie. Tu madre no era una opción, y no tenías amigos. Qué triste.
Solo podías consultarlo con tu almohada, tu única amiga. Dormiste pensando que mañana sería otro día. _______________________________________________________
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-¡Ah! ¡Eso es impresionante, Teru! -Corrías junto a un pequeño Teruki mientras este mismo hacía levitar a un perro.
-¡Este truco lo aprendí hace poco! Quería mostrarte, pero todavía sigue siendo algo muy básico. ¡Prometo hacer algo mejor la próxima vez! -El pequeño Teruki se reía mientras hablaba contigo.
-Yo sigo creyendo que es genial, Teru. Estoy seguro de que cuando seamos grandes podrás incluso hacer flotar un edificio -moviste las manos de manera emocionada.
-Eso sería difícil, pero estoy seguro de que podría hacer volar cuatro edificios al mismo tiempo -Teruki bajó al perro mientras seguía tu juego.
-¡Yo estaré ahí para ver eso, Teru! -dijiste mientras caminabas junto a él hacia los juegos del parque.
-¿Crees que seamos amigos en el futuro? -preguntó inocentemente Teruki-. Parece mucho tiempo...
-¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Por supuesto que sí! ¡Nunca te dejaría de hablar por nada del mundo!
-Yo si lo haría...-
Despertaste. Todo había sido un sueño. Recordabas ese momento; fue hace mucho tiempo, cuando tú y Teruki tenían cinco años. Teruki apenas podía hacer trucos con sus poderes. Eran buenos tiempos. Sin embargo, lo último que pasó en tu sueño no fue verdad. Teruki nunca dijo eso; en ese entonces, solo se rieron juntos al pensar que separarse sonaba imposible, porque básicamente eran el mejor amigo del otro. ¿Por qué se dejarían de hablar?
-Te odio Teruki Hanazawa. Maldigo el día en que te pedí un lápiz en preescolar... -murmuraste para ti mismo mientras te cubrías la cara con tus manos.
