único capítulo

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**Bajo el árbol de cerezos lo conocí a él.**

Él era todo lo que nunca imaginé encontrar en una persona. Era ternura y pasión, inocencia y belleza en su máximo esplendor. Era ese olor magnífico que desprendía de azucenas y cerezas; podría fundirme en ese aroma por siempre. Él era todo lo que siempre soñé.

Harry era un joven alfa aficionado a las flores, mientras que Louis era un joven omega bastante normal. Compartían clases, pero ninguno sabía de la existencia del otro. Todo cambió un día de fuertes tormentas cuando se conocieron.

Harry se había quedado hasta tarde para terminar un trabajo que debía entregar la próxima semana. Había estado trabajando arduamente, ya que representaba el 25% de su nota. Cuando escuchó el anuncio de lluvias, no le prestó atención, tan concentrado estaba en su tarea. Ya estaba terminando cuando de repente comenzó a llover intensamente. Se maldijo por no haber traído un paraguas, guardó rápidamente sus cosas y salió corriendo hacia la parada de autobuses, que estaba junto a un árbol de cerezos.

**Allí lo vio.**

Corrió hacia el árbol, pero sin querer salpicó un poco de agua.

— ¡Oops! —dijo Harry, disculpándose—. No fue mi intención.

—Hola, no pasa nada, no me salpicaste casi nada —respondió Louis con una sonrisa.

La lluvia no tenía planes de detenerse, así que se sentaron en un banco de la parada, con vista a toda la escuela. Louis maldijo por lo bajo por la tormenta; le tenía un poco de miedo a las tormentas y a los vientos fuertes. Harry, al percibir su aroma, se dio cuenta de que era un omega.

—¿Cómo te llamas? —preguntó Harry, mientras el viento movía sus suaves rizos.

—Louis, ¿y tú?

—Harry.

Hubo un breve silencio.

—¿Vas a esta escuela? —preguntó Louis, sintiéndose un poco tonto por la pregunta, pero los silencios le resultaban incómodos.

—Sí, estoy en último año.

—Genial, yo igual. Seguro nos hemos cruzado en alguna clase.

—No creo. Tu olor es muy agradable; es imposible que pases desapercibido.

El alfa se arrepintió de inmediato de sus palabras.

—Disculpa, no quise sonar atrevido. No sé por qué dije eso.

Louis se sonrojó levemente, mientras la lluvia creaba un sonido ameno contra el techo de la parada.

—Gracias —dijo tímidamente.

Harry se puso sus auriculares y esperó un momento antes de hablar, moviendo sus pies nerviosamente.

—¿Quieres? —le pasó el otro auricular. Generalmente no haría eso, ya que no le gustaba compartir, pero ese omega le daba confianza.

Louis lo tomó un poco nervioso.

—Claro, ¿qué quieres escuchar?

—No lo sé, lo que tú quieras. Sorpréndeme.

*Reproducción: “La tristesse du Diable – MEIMUNA”*

—Nunca había escuchado esta canción, pero debo decirte que tienes un muy buen gusto —comentó Harry.

—Gracias. Tienes que escuchar más cosas del artista; son muy buenas. A mí me encanta su música y su forma de escribir.

—Sin duda la escucharé. Siempre es bueno estar abiertos a nuevos géneros musicales. A mí la música me encanta; siempre que tengo que hacer algún trabajo para la universidad, me ayuda mucho a concentrarme.

El idioma de las flores {OS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora