Corazón Oscuro

Prólogo

-¿A dónde vas, amada mía?

Jocelyn no pudo evitar asustarse al escuchar la voz de Valentine tras ella. ¿Se había despertado? Pensó que podría a ver sido el sonido de sus pies al bajar las escaleras, pero era imposible, no había hecho el menor ruido.

Se giro lentamente y apretó las manos sobre su camisa disimuladamente.

-Solo voy a dar un paseo, siento haberte despertado Valentine, yo...

Valentine levantó la mano pidiendo silencio y Jocelyn se calló sin protestar.

-¿Vas a dar un paseo a las dos de la mañana?

-Hacía calor y la cama me resultaba incómoda.

Miró a sus pies y suspiró al notar la mirada de Valentine sobre ella. Su marido había cambiado en los últimos años, la prueba era su hijo, Jonathan Christopher Morgernstern, al que había envenenado con sangre de demonio aún cuando Jonathan estaba en su placenta.

-Volvamos a la cama, cambiaré de sabanas si es lo que quieres.

Jocelyn levantó la cabeza y asintió levemente. Hoy no conseguiría escapar, ni tampoco el bebé que tenía dentro. Al enterarse de que estaba embarazada, decidió que escapar ya no sería una opción cualquiera, sería su única opción, y tendría que salir de ahí lo antes posible por el bien de los dos.

Valentine la cogió de la mano y la ayudó a subir los escalones de las escaleras en silencio, ninguno de los dos quería despertar a su pequeño hijo. Se separó de la mano de Valentine y observó por la ranura de la puerta como Jonathan dormía y se maldijo interiormente al saber que no podría llevárselo con ella. Su hijo ya no era suyo, era un demonio y, aunque había investigado en un millón de libros, no encontró solución a su problema. Odiaba a Valentine por haberle hecho esto a su pequeño.

-¿Está dormido?

Se puso derecha y asintió mirando a la puerta de Jonathan.

-Si.

Se dio la vuelta y se acostó en su cama junto a Valentine, y evitó con toda sus fuerzas gritar cuando Valentine puso una mano sobre su vientre.

-¿Estás embarazada?

Jocelyn cerró con fuerzas sus ojos e intento que Valentine no notara su cara de espanto a tal pregunta. Se quedó callada unos instantes, rezando por que Valentine dejara la conversación, pero el mismo Valentine se levantó de la cama y se puso de rodillas frente a ella.

-Es verdad, estás embarazada, ¿no?

No podía hacer nada, la había pillado. Él la conocía tan bien como ella lo conocía a él. Pensó en Luke y deseó que estuviera aquí, con ella, apartando a Jocelyn de Valentine y diciéndole que siempre la protegería, pero hay sueños que nunca llegan a cumplirse.

-Si Valentine, estoy embarazada.