Un dios griego en mi ventana

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Cuando llegué a casa estaba súper preocupada.
¿Y mi lista? No la encontraba por ningún lado...
Mi estúpida hermana vino a molestarme. La amaba, pero era demasiado pesada a veces, en serio.
-Emma. -dijo con tono burlón.- Cuéntame como te fue en tu primer día. -y dicho eso se echó como una foca en el sofá. Si, yo también a veces pensaba que lo iba a romper y me iba a quedar sin mi amado sofá.
-Eh...bien. -dije evitando su incómoda mirada, que demostraba que sabia que había algo más. -¿Qué? ¿Por qué me miras así? No he matado a nadie, Kels.
-Me lo imaginaba. No podrías hacerlo de nuevo, caería sobre tu conciencia más aún que la última vez. -dijo sarcásticamente. Yo rodé los ojos.
-¿Ya acabaste de ser tan estúpida? Me voy a mi cuarto. -subí las escaleras molesta, hoy había tenido un día horrible y no me apetecía que Kelsey usara su típico sarcasmo. Además estaba estresada, como alguien leyese la lista, sería mi fin...
Noté mi móvil vibrar en mis pantalones, y lo cogí. Un mensaje. De un número desconocido.

Hola, Emma! ;)
Enviado a las 15:50

Reconocí la foto de perfil al instante, y por arte de magia sonreí. Ryan.

¿Ryan? ¿Cómo conseguiste mi número?
Enviado a las 15:52

Tengo mis contactos :D
Enviado a las 15:55

Ah... ¿y qué quieres?
Enviado a las 15:56

Eso es Emma. Sé agradable. Sé agradable por una vez en tu vida, que es el chico que te gusta, hombre.

Tranquila hombre u.u
Enviado a las 15:58

Te quería decir que se te cayó algo cuando nos chocamos, y te quería preguntar si podíamos quedar, así te lo doy. ;)
Enviado a las 16:00

No sabía por qué ponerme más nerviosa. Si porque Ryan me había pedido una cita, si porque me había hablado y se había molestado en buscar mi número o si porque podía ser mi lista, y el la podía haber leído perfectamente.

Oye, no me dejes en visto. :(
Enviado a las 16:04

Perdón, estaba haciendo otra cosa. ¿Y qué se me calló?
Enviado a las 16:05

Prefiero quedar contigo y así sabes qué es. ;)
Enviado a las 16:07

Está bien... ¿cuándo quieres que quedemos?
Enviado a las 16:08

Ahora mismo. Mira por tu ventana. ;)
Enviado a las 16:10

No puede ser. Ryan no puede estar ahí, sería demasiado cliché.

(...)

Pues sí, si que estaba ahí.
Como siempre, cuando lo ví una estúpida sonrisa se dibujó en mi cara.
-Ryan, ¿qué haces aquí? Espera, que bajo. -dije sin dejarle hablar. ¿A quién iba a engañar? Tenía demasiadas ganas de que la gente me viese por la calle con él.
Me puse mis converse lo más rápido que pude y salí corriendo de mi cuarto, y, como soy Emma Collins, me caí a mitad de las escaleras.
Debía de tener una marca roja en la cara, y me dolía horrores el tobillo, ¿pero a quién le importa? Le tenía a un dios griego esperándome en frente de mi puerta.
Cuando estaba a punto de salir mi hermana Kelsey salió de la nada, haciéndome gritar del susto.
-¡Kelsey! -le dije tocándome el pecho.- ¡Te juro que un día me vas a matar de un susto! -se empezó a reír, y yo rodé los ojos de nuevo.
De repente, se calló y me miró fijamente. Yo evité su mirada, me estaba incomodando por segunda vez en el día.
-¿A dónde te crees que vas con Ryan Waldrof? -me dijo con tono de detective.
-Mira hermanita, la verdad es que no te importa. -dije cogiendo mi chaqueta.
-Ryan Waldrof no es bueno para tí, Emma. -me dijo intimidante.
-Oh, vamos. ¿Ahora vas a ser tú la que me digas lo que es conveniente para mí o no? -le dije enfadada y ella rodó los ojos. Admito que ella sabía de lo que hablaba, estuvo saliendo con Ryan unos cuantos meses, pero eso no significa que supiese lo que me iba a pasar si estaba con él.
-Bien, haz lo que quieras. Y termina igual que yo, hermana estúpida. -me dijo, bufó, y se fué.
Y yo salí corriendo hacia Ryan, el que estaba sonriéndome de manera seductora, mientras que yo intentaba no babear por él.

Hola! Bueno, espero que os esté gustando la historia, os quiero! Besos!

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