Preguntas y respuestas

18 1 0
                                    

-¡Hola, Ryan! -dije con...demasiado entusiasmo.
-Hola, Emma. ¿Qué tal? -me preguntó.
-Pues...bien, ¿tú? -le respondí.
-Genial. ¿Vamos a dar un paseo?
-Eh...claro. -dije nerviosa.

Miré para arriba y noté como mi hermana Kelsey nos estaba mirando desde la ventana de su cuarto, y se giraba para atrás, y ya no vi más.

Cuando estábamos caminando, me vibró el bolsillo trasero. Miré mi móvil. Mi hermana.

Yo solo te aviso. Ándate con ojo con Ryan, no seas tan estúpida como siempre.

Enviado a las 15:15

Le dejé en visto. ¿En serio tenía que ser tan controladora?
Por dios, es un chico, nada del otro mundo.
Espera.
Es Ryan Waldrof.
Sí que es algo del otro mundo.

Cuando estábamos llegando a un pequeño parque, se dignó a hablar.

-Bueno, supongo que querrás saber lo que te tengo que dar, ¿no? -me dijo llevándome hasta un banco. El parque estaba completamente vacío, no había nadie.
-S-si, claro. -tartamudeé.

¿Por qué siempre que estás con él tienes que tartamudear, Emma Collins? ¿Por qué?

-Bueno, primero vamos a hablar un poco...y lo que surja, nena. -me giñó un ojo. Ese gesto que me parecía tan ridículo, pero en él me encantaba.
-Eh...vale. ¿Y...de qué quieres hablar? -le dije desconfiada.
-Háblame de ti.
-Pues...pero... No sé que contarte. Preguntame tú...
-Bien. Empecemos por preguntas simples... -se rascó la barbilla.- ¿Años?
-15. ¿Tú?

Oh, vamos. Sabes cómo se llama, sus apellidos, su edad, donde vive, cuántos hermanos tiene, donde nació. Vamos, una completa acosadora. Pero venga, finje que no le conoces de nada.

-16. -me sonrió con sus hoyuelos. -Te toca preguntar.
-Pues... ¿Color favorito? -le dije lo primero que se me pasó por la cabeza.
-Azul. ¿El tuyo?
-Morado. Te toca.
-¿Te gusto? -dijo sonriendo.
-¿P-por qué lo dices? -dije nerviosa.
-Porque mi nombre estaba escrito en ese misterioso papel que se te cayó esta mañana, junto a un corazón. -dijo guiñándome un ojo.

En ese momento deseaba que la tierra me succionase. Que me tragase como una aspiradora, y que no volviese a verle nunca, nunca, nunca más a Ryan.

-Bueno, mi nombre y el de la mayoría de mis amigos. -dijo riéndose.
-¿Por qué me haces esto? -dije con las lágrimas a punto de salir de mis ojos. Me levanté del banco.
-¿El qué? -dijo él levantándose también.
-Reírte de mi, de esta manera. -dije abrazándome a mi misma.
-No me estoy riendo... Bueno, sí. Esque, chica, eres ridícula, por dios. ¿Te creías que me ibas a conseguir, o algo así? -me di la vuelta, no quería que me viese llorar.
-Dame mi lista. -sollocé. Rebuscó en sus pantalones y me la dió.
-Emma, ¿sabes a cuántas putas tengo detrás mio? -pues claro que lo sabía. -¿En serio te creías que te iba a escoger a ti? -me dijo con tono burlón. -Mira, niñata, no te emociones con gente que no está a tu alcance, ¿si? Eres horrible, y siempre lo serás. -empecé a caminar hacia mi casa, llorando. -¡NO LO OLVIDES, NUNCA TENDRÁS A NADIE A TU LADO, POR FEA Y ESTÚPIDA! -me gritó.

Empecé a caminar sin rumbo, no quería ir a mi casa y que Kelsey me viese así.
Estube valorando mis opciones.
¿A casa de Darcy y Sophia? No, no les quería montar un espectáculo, y no eran mis amigas, eran solo...conocidas.
¿A casa de los abuelos? Aún peor, se preocuparían por mí demasiado.
¿A el centro comercial? No, se fijarían demasiado en una chica llorando desconsoladamente.
Que malo era esto de no tener ni amigas ni amigos, en serio. Soy tan mala socializando.
Cuando iba caminando a un pequeño parque que recordaba haber ido con mis abuelos hace un tiempo, me choqué con un duro hombro.
Me caí al suelo, y cuando miré hacia arriba ví unos enormes ojos verdes.

Unos ojos que no iba a olvidar en bastante tiempo.

La listaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora