La academia U.A. estaba en plena efervescencia. Los estudiantes de primer año se preparaban para su primer día, y la tensión flotaba en el aire. En medio del bullicio de voces, risas nerviosas y los ecos de los pasos en la entrada, Aiko Montserrat Yamashita se destacaba como una tormenta en un cielo despejado. Su largo cabello negro caía sobre sus hombros, enmarcando un rostro que desafiaba a cualquiera que se atreviera a mirarla. Las miradas se deslizaban sobre sus piercings y tatuajes, pero su actitud desafiante aseguraba que nadie se acercara demasiado.
-No tengo tiempo para idiotas- murmuró mientras encendía su vaper, el humo se transformaba en una nube gris que se disipaba rápidamente en el aire. Aiko era fuerte, pero su orgullo y temperamento a menudo la ponían en conflicto con los demás, especialmente con un rubio explosivo que dominaba el campo de batalla.
Katsuki Bakugo estaba en la misma clase, un chico que podía hacer que el suelo temblara con solo dar un paso. Su personalidad ardía con una intensidad que desafiaba a todos a su alrededor, y su grito de guerra resonaba en los pasillos de la academia. Con su cabello desordenado y ojos que chisporroteaban con ira, parecía un volcán a punto de estallar. Nadie se atrevía a retarlo, salvo Aiko.
Desde su primer encuentro, había un choque inmediato. Las palabras cortantes y las miradas fulminantes llenaban el aire entre ellos como fuego y pólvora. Bakugo despreciaba a la mayoría de sus compañeros, pero algo en la ferocidad de Aiko le llamó la atención. No era solo su apariencia o su fuerte presencia; era su actitud desafiante, esa chispa de locura que parecía igualar su propia energía explosiva.
-¿Qué miras, idiota?- le lanzó Aiko un día después de que él la desafiara en un entrenamiento. Las llamas en su interior ardían intensamente, y el orgullo de Bakugo se disparó. Desde ese momento, el juego de empujones y provocaciones se convirtió en algo más, algo que ambos estaban demasiado orgullosos para admitir.
Entre sus peleas, sus ataques explosivos y los momentos de silencio incómodo, la línea entre el odio y la atracción se desdibujaba. Ambos se veían como rivales, pero las chispas que volaban entre ellos hablaban de algo más profundo, un vínculo que ninguno de los dos estaba listo para explorar. Sin embargo, el destino tenía sus propios planes, y en medio del caos, el amor podría ser la explosión más inesperada de todas.
En una academia donde los héroes se forjan, dos almas rebeldes están a punto de descubrir que a veces, las llamas más intensas nacen de las chispas de la rivalidad.