Aiko Montserrat
Me levante temprano y realice la misma rutina del día anterior una vez desayune salí de casa rápido y en la esquina de la calle me encontre a Sero con quien fui hablando mientras íbamos fumando.
Esa mañana tuvimos Ingles y otras materias normales.
Durante el almuerzo, me dirigía sola hacia una mesa vacía, cuando de repente escuche una voz familiar llamádome.
-¡Aiko, ven a sentarte con nosotros! ¡Aquí hay espacio!
Me detuve y observe la mesa en donde Mina estaba sentada con Bakugo, Kirishima, Denki y Sero. Aunque no solía buscar compañía, decidí aceptar la invitación y me acerque con mi bandeja.
-¿Seguro que no me echarán a patadas?-solté burlonamente.
-Nah el único que te intentaría echar seria Bakugo pero eso es solo si le molestas mucho- dijo Kirishima.
Solté una risa ligera, y me sente junto a Mina. Durante el almuerzo, la conversación fluía con facilidad. Denki hacía bromas, Sero reía, y Kirishima elogiaba los entrenamientos del día. Mientras tanto, Bakugo, con su habitual actitud ruda, se limitaba a gruñir de vez en cuando.
Una vez acabada mi comida el mono por echarme un pitillo comenzaba a aparecer asique decidí salir para poder calmarme antes de la clase de la tarde
-¿Ya te vas? Aún queda tiempo.- me preguntó el pelirrojo.
-Sí, me largo antes de que termine. Necesito un respiro.- dije mientras terminaba de guardar mis cosas .
-¿Un respiro o un cigarro?- dijo Mina levantado una ceja con un tono divertido.
-¿Hay diferencia?- pregunte con una sonrisa descarada.
El grupo se rio y me despedí con un gesto despreocupado, saliendo del comedor rumbo a la entrada de la academia, una vez fuera, saque mi cigarro de liar, lo encendí y me recosté contra una pared, saqué mis cascos y puse Shorty de FERNADOCOSTA en mi Spotify para así poder disfrutar mis últimos momentos de paz y soledad de la mañana.
Cuando termine de fumar volví a clase.
Estaba allí, en la última fila, con la vista perdida en el reloj de la pared. Este día de clases había pasado como un suspiro, pero ya estaba deseando que todo terminara. Pensaba que U.A. sería diferente, pero me encontraba con la misma cantidad de mierda que en cualquier otro instituto: risas, miradas curiosas, y, claro, los típicos comentarios sobre mis tatuajes y piercings. No me importaba, pero a veces se sentía como si estuviera siendo observada en un zoológico.
De repente, la puerta se abrió de golpe. No era como cualquier otra entrada; había algo en el aire, algo que hizo que todos nos calláramos al instante. Levanté la mirada y vi una figura gigantesca aparecer en el umbral.
Era All Might.
-¡BUENOS DÍAS, CLASE 1-A!" -La voz de All Might resonó en la sala con una energía que casi hizo temblar las paredes. Su tono era tan explosivo que tuve que hacer un esfuerzo para no rodar los ojos. La típica entrada de héroe, todo un espectáculo.
-"Este será el primer entrenamiento con sus trajes de héroes- continuó All Might, caminando hacia el frente con pasos largos y decididos. Aiko lo observaba con una ligera sonrisa burlona, pensando que alguien como él, tan lleno de energía, estaba a punto de transformarse en un desastre si no mantenía el ritmo con la clase.
-¿Están listos para ver qué tan lejos pueden llegar?-añadió, lanzando un puño al aire como si la pregunta fuera una desafiante llamada a la acción.
